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NARRADOR OMNISCIENTE

Joaquin se remueve entre las sábanas al sentir caricias sobre su brazo. Poco a poco abre los ojos y se da cuenta que aún es de noche, todo está oscuro y lo único que alumbra el cuarto es la luz de la luna que entra por la ventana.

Enfoca su mirada y unos ojos chocolatosos lo miran tranquilamente. Entonces se da cuenta que está sobre el pecho desnudo de Emilio con su mano arriba su pectoral.

Los finos dedos de Emilio se pasean sobre la piel de su brazo acariciandolo.

Sin decir algo se acerca despacio a su rostro haciendo que rechine un poco el colchón que está abajo de él. Se detiene a pocos centímetros de su rostro sintiendo la respiración del mayor chocar contra su rostro, termina esa pequeña distancia entre ellos pegando sus labios con los de él abriendo ligeramente sus bocas atrapando los labios contrarios.

Emilio lleva la mano que estaba sobre el brazo de Joaquin ahora hacia su rostro acercándolo. Joaquin es quien toma la iniciativa introduciendo su lengua dando movimientos que para Emilio están siendo increíbles provocando un gemido involuntario.

El beso se torna cada vez más intenso agregando dientes y mordidas. Emilio empuja el cuerpo del menor haciendo que éste quede acostado completamente con él arriba entre sus piernas. A tientas, sin dejar de besarse, Emilio los cubre a ambos con las sábanas.

Se separan con respiraciones agitadas sintiendo el calor corporal entre ellos. Joaquin se muerde el labio mientras baja su mano hacia el miembro casi erecto del mayor masturbándolo levemente. Mueve su mano lentamente sobre el falo sintiendolo palpante.

Sintiendose más que exitado, lo alinea sobre su entrada queriendo más que ansioso que entre en él.

- Ah... - gime con una sonrisa en el momento en que lo siente dentro de él de una sola estocada.

Las embestidas comienzan lentas disfrutando de la fricción que se crea cada que Emilio entra más profundo. Las manos de Joaquin pasan por toda la espalda del mayor arañando de vez en cuando, se siente atrevido y sin vergüenza asi que lentamente las baja hasta colocarlas sobre sus posaderas.

Emilio sonrió morboso viajando hasta el cuello del menor dejando un chupetón sobre su piel.

Joaquin tuvo que morderse la palma de su mano callando el gemido que salió cuando Emilio tocó ese punto dentro de él.

- Más... - jadeo sobre su oido depositando un beso suave. Emilio gruñó al escucharlo tomando repentinamente sus manos subiendolas y entrelazandolas.

Los movimientos de las caderas de Emilio se movieron a la petición del menor haciendo que gimiera cada vez más fuerte. Siguió así unos minutos hasta que giró sobre sus cuerpos ahora quedando acostado con Joaquin arriba de él.

Joaquin no espero ni un segundo cuando comenzó a autopenetrarse moviendose de adelante hacia atrás sintiendo toda la longitud meterse en él.

Emilio acariciaba los muslos y glúteos del menor. Se le hacia tan provocativo sentirlos tan regordetes y firmes. Tomó con firmeza sus caderas ayudándole a moverse marcando un ritmo duro y lento. Joaquin llevó sus labios al cuello del rizado besandole esa área sin dejar de moverse ahogando sus jadeos y gemidos.

El castaño despegó su rostro de ahí siguiendo con su trabajo de embestirse. Emilio lo vió y Dios.

Tenía las mejillas sonrojadas, los labios hinchados y de su boca no dejaban de salir gemidos.

Elevó varias veces su pélvis penetrandolo también llegando cada vez más adentro sintiendo su estrechez apretarle.

- Oh... - su vientre hormigueó dándole paso a su orgasmo provocando que dejara de sentir por unos segundos su cuerpo. Se recuperó de inmediato siguiendo con los movimientos hasta que Emilio se vino dentro de él sacándole un jadeo al sentir como le apretaba su trasero.

Éxtasis de Velocidad | EMILIACO [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora