🚨

681 71 43
                                    

EMILIO

Dos días.

Dos jodidos días en los que no he sabido nada de Joaquin. No contesta mis llamadas ni los mensajes, he hido a su casa con la esperanza de que hablemos pero simplemente no sucede.

Nadie sabe nada de él. Ni Camila.

Ella está igual de preocupada que yo, tal parece que Joaquin no quiere ver a nadie o no quiere que nadie sepa su paradero aunque yo sé que está en su casa. Ese es un hecho.

—¿No contesta aún? — Leandro vuelve a preguntar en un tono desapercibido de irritación.

—No — dejo en paz mi celular. Es la quinceava llamada de éste día y como en los últimos días, no recibo respuesta alguna —necesito verlo — hago el intento de levantarme pero el chico que esta a mi lado toma mi hombro y me impulza hacia abajo volviendo a mi lugar.

—¡No! — lo miro confundido —quiero decir, deberías esperar un poco más. Si no te ha llamado es posiblemente porque no quiere verte — me hubiera gustado contradecir eso, pero Leandro tiene un punto. Yo fui quien la cagó y es justificable esa idea.

—Tienes razón, pero...

—Nada de peros — me interrumpe —¿iremos a mi casa a estudiar verdad? — pasa su dedo índice por mi muslo izquierdo trazando círculos.

—No lo sé

—Vamos Emilio, mi examen de álgebra es el viernes. No puedo dejar de estudiar ni un día — noto como se acerca más a mi pero yo me alejo.

—Está bien, nos vemos en tu departamento — si, Leandro tiene un departamento ya que se independizó de sus padres a los dieciseis.

—¡Yei! Sabía que no ibas a decirme que no — rápidamente me da un beso en la mejilla para después levantarse, tomar sus cosas e irse sin darme tiempo de reclamarle.

Bufo ignorando lo ocurrido. Tomo nuevamente mi celular y marco.

Uno...

Dos...

Nada. A buzón otra vez. Dejo caer mi celular en la mesa, paso mis manos por mi cabello jalándolo en el proceso.

De repente, siento un golpe en mi nuca sintiendo dolor por esa área.

—¡Auh! — me quejo. Tara trae una cara de querer matarme, deja caer sus cosas y jala una silla para sentarse adelante de mi cruzando sus brazos —¿Qué te pasa?

—Tú me pasas Marcos — me señala acusante —Camila está preocupada y parece que entrará en depresión en algún momento ¿Joaquin aún no contesta? — niego.

—No, parece que no quiere ni verme

—No me sorprendería

—Se supone que eres mi amiga, tienes que ayudarme — reclamo.

—Si idiota, soy tu amiga pero también de Joaquin y estoy igual de preocupada que tú y Camila y no te voy a ayudar por tu estupidez — su tono tan crudo me intimida, me siento regañado —tú provocaste esto, tú lo arreglas.

—Sé lo que hice Tara y sé que estuvo mal, no necesito que me lo recuerdes a cada rato

—Vi salir a Leandro de este salón, ¿volverás a verte con él? — asiento. Ella gira los ojos —ya te dije que a ese niño le gustas y está encima de ti con otras intenciones

—Y yo tengo novio y el único que me gusta es Joaquin. Nadie más

—Espero él tenga presente eso y le des a Joaquin su lugar, que estén peleados no significa que él vea una oportunida. Dícelo — se levanta de su lugar tomando sus cosas —iré a buscar a Camila, veremos si nosotras si podemos verlo — de inmediato me levanto.

Éxtasis de Velocidad | EMILIACO [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora