🚨F2🚨

971 88 26
                                    

NARRADOR OMNISCIENTE

- ¿Enserio tienes que ir? - pregunta por quinta vez el menor abrazando a su novio con un pequeño puchero en los labios - es algo innecesario.

- Es necesario bonito, hace mucho que no practico y el mejor para enseñarme es mi primo. Solo serán dos días - toma su rostro entre sus manos mirándolo con ternura. Eran aproximadamente las seis de la mañana por lo que el amanecer estaba por aparecer. Y Joaquin como buen novio fue a la casa de su novio a despedirlo - no llores porfavor - pidió porque él mismo se conocía. Si Joaquin comenzaba a llorar cancelaría todo y se quedaría con él todo el día haciendole el amor hasta que se cansace.

- ¿Solo dos días? - preguntó esperanzado.

- Solo dos días - respondió tocando su nariz que tenía un tono rojizo - te llamaré ¿de acuerdo? - asintió - ven aquí - lo atrajo más pegando sus labios con los del menor en una danza suave y cálida. Las manos del castaño pasaron al pecho de Emilio arrugando su camisa en un puño no queriendolo dejar ir. Diablos, solo se iba a ir dos días y ya pensaba que de iba a ir de su lado.

Emilio reforzó su agarre en la cara de Joaquin introduciendo ahora su lengua reclamandolo. A Joaquin se le escapó un suspiro endulzado acompañado de un pequeño y casi inaudible gemido.

El rizado dió unos cuantos piquitos más en los labios del más chico sacándole algunas risas.

- Ya me voy

- Está bien, llámame cuando llegues

- Eso haré - le sonrió con dulzura y dió un último beso en sus labios y otro en su cabeza para ahora si soltarlo - cuídate bonito porfavor

- Estaré bien, cuídate también tú - Emilio se metió a su auto prendiendo el motor abrochandose el cinturón de seguridad. Bajó el vidrio para poder verlo.

- Te quiero Joaquin

- Yo también te quiero Emilio y mucho - se abrazó a si mismo al sentir una oleada de aire - ahora vete si no quieres que te haga un berrinche aquí para que te quedes conmigo - Emilio rió negando.

- Adiós - le guiñó un ojo y emprendió camino alejandose hasta que Joaquin ya no pudo verlo. Soltó un suspiro y fue hasta su motocicleta subiendose en ella.

Y no sabe por qué, pero dentro, muy dentro de él sentía un mal presentimiento.

Aún era muy temprano asi que su mejor plan era ir hasta su cama y dormir hasta que sus ojos se lo permitieran. Si bien, cuando llegó a casa las luces aún estaban apagadas pero no las de la cocina, supuso quién estaba ahí y no tenía ganas de verlo. Había estado evadiendolos todo este tiempo, no porque quisiera, o bueno si. Pero también porque no sabía como hablar con ellos ahora que sabía todo.

Caminó en dirección a las escaleras pero se lo impedieron.

- Campeón - su padre estaba parado en una pared con su taza de café en una mano. Estaba vestido con su habitual traje y bien peinado.

- Iré a dormir

- Quiero hablar contigo si me lo permites antes de que me vaya a trabajar - dió un suspiro y asintió. Ambos se sentaron en los sillones - me mudaré a mi departamente esta tarde, vendrá una mudanza a recoger todas mis cosas.

- Está bien - habló indiferente sin verlo.

- También quiero pedirte perdón por todo lo que pasó...

- No eres el único culpable papá, mamá también te fue infiel asi que fue mutuo

- Lo sé pero... - buscó las palabras - nunca quise que esto acabara así solo quiero que sepas que yo siempre voy a ser tu papa y si necesitas algo no dudes en llamarme - colocó su mano arriba de la de Joaquin mostrándole su apoyo aunque los nervios estaban presentes - te amo hijo no lo olvides.

Éxtasis de Velocidad | EMILIACO [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora