5; Salieron de su escondite

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Había mucho silencio de repente y eso me asustaba. Estaba frente a Louis, él solo me miró y con su boca entre abierta no emitía ningún sonido.

Cuando terminé de vestirme, salí en busca de Louis para poder ayudar y que él fuera a vestirse, pero cuando le llamé y giró su mirada hacía mi, él solo quedó inmóvil.

-¿Louis, estás aquí? -Moví mi mano frente a él y comenzó a sacudir su cabeza con las mejillas rojas.

-Harry, esa-esa falda te queda genial, todo en general... -Me miró a los ojos y sonreí mostrando mis hoyuelos.

-Gracias, Lou... si quieres puedes ir a vestirte, yo me encargo de terminar todo y subirlo al auto. -El ojiazul asintió y con pasos torpes salió de mi vista. Terminé de meter un par de cosas a la gran canasta de picnic y salí con ella al auto, la dejé y volví a la cabaña.

Esperé un rato a Lou sentado en el sofá hasta que ahí estaba de nuevo y vistiendo un lindo pantalón verde oliva, un chaleco tipo jersey color café y debajo una camisa blanca; también llevaba puestos unos lentes redonditos transparentes y su cabello estaba desordenado. Se veía espectacular.

-Quería combinar contigo, aunque, bueno, solo la camisa blanca debajo es lo que combina. -Soltó con una suave risa.

-Te ves muy bien... -Hablé con pura y única sinceridad, era perfecto.

La charla concluyó con un Louis muy sonrojado y haciendo una seña para ir al auto y tomar camino, me explicó que el lugar era en una pequeña cascada rodeada de plantas y flores, y que de pequeño lo descubrió mientras estaba de expedición con sus abuelos, también comentó que desde esa vez no volvió por lo cual ahora estaba muy emocionado. Me gustaba como en pocos días éramos como conocidos de años, no me molestaría en irme porque ya me era casi imposible no estar con la presencia de Louis.

Los ángeles, sea cual sea, éramos conocidos por sentir aprecio, cariño y amor muy rápido cuando algo era para nuestro camino, sea que lo fuera, y yo no era la excepción con la Tierra y... Louis. Me era casi inevitable no revolotear mis alas cada vez que lo miraba y cuando sus ojos se conectaban con los míos, quería tomarlo y salir volando junto a él. Los ángeles éramos realmente unos románticos enamoradizos sin control.

Noté como el auto se detenía, y el castaño salía para después abrir mi puerta y hacer una reverencia.

-Príncipe Harry, ha llegado a su destino. -Reímos y al salir tomé mi falda como lo haría una persona de la realeza.

-Muchas gracias, joven Louis. -Volvimos a reír, pero al disminuir las risas, azul y verde conectaron, con la diferencia de que esta vez y aunque realmente traté de evitarlo, mis alas salieron de su escondite. Fue cuando sentí el mayor dolor de toda mi existencia y grité cayendo de rodillas al suelo de tierra y ramas secas, en esos momentos no me preocupaba si el ojiazul las miraba, si no que me preocupaban mis alas ahora heridas. Al traer ropa encina no pudieron abrirse en libertad y terminaron rompiéndose.

El dolor de un ala rota era el mayor que cualquier ángel podría experimentar.

Escuchaba a Louis gritar mi nombre descuidadamente y sentía su miedo como si fuera propio, sus manos tomándome la cara demasiado temblorosas y como comenzaba a quitarme lentamente el jersey y la camisa, el como al ver lo obvio, sus manos se alejaron en un acto frío y lejano pero sin maldad, pura confusión.

Lo notaba, notaba como a cada segundo perdía la conciencia y después, todo negro, ningún dolor, ningún sonido, solo un suave sentimiento de protección, Louis me protegía.

Desperté en Neque, en el "donde" al que pertenecía. Estaba confundido, sabía que no era mi cuerpo el que se encontraba aquí, ni de nadie más, solo era un ángel sin Harry, sin... mi. Escuché una voz a lo alto y claro que la conocía, era Dlegalci Dux*, el guía de ángeles y todo ser existente que necesitara ayuda.

-Angelus harrius nesciebat alis tuis tibi cura, hoc modo indiget bonis amoris manum suam super cor tuum. [Ángel Harry, tus alas sanarán, solo necesita la mano del amor en su corazón] -Habló Dlegalci Dux, pero sabía que todo consejo o respuesta tenía un acertijo. 

Cerré mis ojos y ya no me encontraba en Neque, estaba en la Tierra una vez más. Abrí mis ojos y me encontré bocabajo en una cama olor a miel y café, no era la mía, eso me quedaba claro. Me percaté que mis alas estaban extendidas, con las puntas rotas y sangradas. Dirigí mi vista al lado derecho y pude reconocerlo de inmediato, Lou estaba dormido en lo que parecía una silla con almohadas. Sonreí sin ganas, él no se merecía esto.

Fue al removerme solo un poco, cuando el castaño despertó y sonrió aliviado. A pesar de su linda sonrisa, sentía en cada poro de mi piel su confusión con una pizca de temor, no lo culpaba para nada, entendía el porqué de ello.

-Ho-hola Hazz... Me alegra mucho que despertarás. -Dijo con sinceridad el ojiazul.

-Louis... -Su presencia me aliviaba. -Te explicaré todo, lo prometo, sé que no es para nada común ver a alguien con alas. -Traté de sonar relajado y hasta un poco bromista.

-Yo... Estoy m-muy confundido y me asusté mucho, creí que ya no despertarías. Fueron muchos días y t-tuve mie-edo por ti... -Louis habló rápido y... comenzó a llorar, un ola de culpabilidad se agitó en todo mi ser. Ahora que lo miraba más claro, vi sus ojos hinchados y rojos por lo que me indicaba, había llorado y mucho. Me senté con dificultad en la cama y sin pensarlo tomé la mano del castaño tratando de darle más paz de la que ya desprendía normalmente. Me relajé un poco al notar que su llanto y temblor disminuyeron en gran cantidad.

-Lou, estoy aquí ahora, no me iré. -El pequeño y lloroso humano del que sentía explosiones de cascadas y pinos altos, por el cual ahora mismo no me importaba mucho mis alas rotas, el que me hace sentir que pertenezco en un hogar y hace con sus ojos la perfecta combinación de colores junto a los míos. Él, él era mi cura.

Abrí mis brazos en su dirección, y de un solo paso ya estaba aferrado a mi torso y yo a su espalda. Nuestros corazones pegados, latiendo al ritmo y mis alas adoloridas a su alrededor, protegiéndolo.



*Dlegalci Dux significa Dlegalci guía, yo inventé el nombre jaja

Holaaa

Aquí ya esperen un poco más de drama, esto esta por arrancar!!!

Como siempre, les agradezco por leer y espero algún día muchas más personas puedan darse el tiempo de leer mi historia.

Les quiero...

ATTTE. Dan ;-)

Ángel sin lugar... Yo te daré un hogar |LS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora