6; Quererlo

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Después del más cálido abrazo, dejé solo a Harry y me senté en el suave sofá aturdido como en todos los días anteriores luego del accidente. Todo parecía un confuso y espantoso cuento de hadas.

Al verlo gritar y caer al suelo de rodillas, con sus ojos perdidos y su cuerpo cada vez más flojo, entré en pánico tratando de encontrar la causa del dolor. Gritando su nombre, me acerqué y lo tomé con cuidado, con la mirada repasé todo su cuerpo en busca de la fuente del dolor de Harry cuando en su espalda, noté un gran bulto. Extrañado quité su ropa con mucho cuidado de no causarle más sufrimiento al rizado, pero al terminar de desabotonar su camisa me encontré con algo que nunca, jamás hubiera imaginado ver. Un par de alas blancas hermosas y... sangradas.

Por todo el estrés y rareza de la situación, terminó cayendo al suelo completamente gracias a mí. Fue cuando reaccioné y sin importar lo que acababa de ver, lo volví a tomar ahora cargándolo con cuidado y lo metí al auto. Manejé hasta llegar a la cabaña y me limpié las lagrimas que sin darme cuenta corrían por toda mi cara. Abrí y acomodé mi cama para dejarlo ahí y curar sus... alas.

Estuve poco menos de una semana, cuidándolo desde una silla, desconcertado, desorientado, triste, decepcionado, temeroso. Nadie ni nada te prepara para ver a alguien con alas, alas reales. 

Harry se había convertido en alguien importante en días, me dio todo lo que una vez necesité, porque ahora lo necesitaba a él, a sus bellos ojos verdes y siempre brillantes. Empezaba ha entender algunas cosas que el chico decía, mis sospechas de hablar "entre líneas" eran correctas. Él no podía ser de por aquí.

Aún con todo esto nunca me separé de él, nunca dejé de cuidarlo, de sanar su heridas, de quererlo... 


Cuando despertó pude sentir un alivio profundo, sentir esas escandalosas mariposas. No quitaba que era raro, pero él estaba de vuelta, eso fue lo único importante.

Me levanté un poco mareado. Al estarlo cuidándolo, descuidé de mí mismo, mi estomago se encontraba vacío desde ayer por la tarde y ya estaba por acabar el día de hoy. 

Fui a la cocina y preparé una sopa, ensalada, algunas piezas de pollo y jugo de manzana para Harry y para mí. Puse todo en una carrito transportador y llegué con la comida a la habitación, Harry estaba pálido y observé que tambien estaba hambriento por como miraba al contenido del carrito. Sonreí con tristeza y terminé de acercarme quedando a su lado.

-Traje comida, supongo estas bastante hambriento, no has tocado comida hace cinco días y eso es mucho tiempo. -Expliqué tomando una mesita de cama del ultimo nivel del carrito, se la coloqué entre las piernas y fui acomodando sus platillos con cuidado.

-Gracias Lou y perdón por todo lo que causé, yo no pude hacer n-nada... -Y ahora el ojiverde lloraba.

-Harry. -Subí su mentón con mucho cuidado, sintiendo las calientes lagrimas chocando en mis manos.

-Lou, enserio te voy a explicar todo, s-solo- solo no quiero que me tengas miedo o cambies conmigo porque te qui-... -Se cayó asustado y buscando alguna señal de desagrado en mí, pero lo que él no sabía es que nunca tendría eso de mí.

-Harry, déjame terminar. No estoy enojado ni mucho menos, me preocupé mucho, pero no cambiaría contigo, no porque, como estabas por decir. - Lo miré a los ojos y él a los míos, sonreí al notar sus alas moviéndose despacio.

-Te quiero y siento cosas lindas cuando te veo, cosas que no había tenido oportunidad de sentir antes de conocerte. -Harry sonreía mostrando sus hoyuelos y sonreía con vergüenza, pero de la buena.

En ese momento vi como Harry cerraba sus ojos y de un segundo a otro sus alas estaban como nuevas, como si hace un momento no hubiera tenido dos fracturas. Abrió sus lindos ojos y en ellos destellaban pequeñas ráfagas de luz, era impresiónate y hermoso.

-Es. Medicinae, carens animae dimidium meae domi semper fuit, non mea. [Eres tú. Mi cura, la mitad faltante de mi alma y el hogar al que siempre pertenecí, tú, mi amor.] -Habló el rizado en un idioma extraño, pero con un tono tan especial y suave que entendí de que se trataba.

Nos sonreímos y en silencio devoramos la comida que ya se encontraba tibia. La paz que estaba presente en el ambiente era relajante, sanadora para los dos.

Cuando terminamos y quedamos satisfechos, dejé todo en la cocina para luego meterme en la cama junto al rizado y disfrutar de una vieja comedia romántica. Todo estaba perfecto, todo se sentía correcto, incluso el brazo del ojiverde en mi cintura y nuestros pies enredados entre sí, tan perfecto que ya no me preocupaba lo demás.

Al terminar la película, nos acostamos frente a frente, cada uno con un nuevo brillo que perduraría hasta siempre. Lentamente acerqué mi mano y acaricié sus rizos almendra, bajé mi mano a sus cejas y después a sus labios, acariciándolos con la yema de mi dedo. Él mantenía sus parpados abajo y sentía como disfrutaba de las carisias... Era lo más perfecto que mis ojos alguna vez miraron.

Subió su mano y tomó la mía dándole un beso suave en la palma, tiró de mi antebrazo en señal de acercarme, y así lo hice. Quedamos pegados, sintiendo nuestro calor corporal y respiraciones cálidas. Cómodos en toda la extensión de la palabra.

-¿Qué eres, Harry? -Pregunté adormilado

-Soy un ángel de Neque... Uno que antes se encontraba solo y perdido. -Respondió suave y tranquilo, pero no quitó la sorpresa que me llevé.

-Un ángel... Nunca imaginé conocer uno, ni siquiera sabía si realmente existían. -Estaba a unos segundos de caer en un sueño profundo, descansaría muy bien luego de noches sin hacerlo.

-Descanza mi amor, gracias por cuidar de mi... -No logré escuchar a Harry porque el cansancio me venció en tan solo un segundo. Esa noche soñé que caminaba en un lugar completamente blanco donde Harry me esperaba con una sonrisa y explicaba que nos encontrábamos en Neque, mencionando que ese era su antiguo "donde". Me sentía seguro junto ha él, aun en un lujar desconocido, él era mi guía.

-Dlegalci Dux, nunca se equivoca, eres la mano en mi corazón... que late fuerte por ti. -Escuché al hermoso rizado frente a mí y momentos después desperté con unas grandes manos tomándome aferradas a mi espalda, con el corazón a mil por hora.



Holap

Disculpen el no haber subido capitulos dos días, la verdad que estuve distraido y se me olvidó por completo...

Louis ya sabe la verdad, ahora veremos llegar más momentos dulces y algunos problemitas!

Oigan, desde el otro día tenía esta idea de dejarles recomendaciones de canciones, para el próximo les dejo una.

Recuerden votar y comentar si les gustó, eso me motiva mucho <3

ATTE. Dan, el amor de tu vida ;P

Ángel sin lugar... Yo te daré un hogar |LS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora