Cuento de hadas.

Primer capítulo.

Primer capítulo.

-Pete, que quieres -ni siquiera saludó al atender la llamada. 

-Hola Ae -saludó con la voz suave que lo caracterizaba- escucha, necesito un favor.

-Dime.

-¿Puedes pasar por Luka a la escuela? -pidió del otro lado- y debería quedarse hasta que yo o Plan pasen por él, el domingo por la tarde. 

-¿Qué? -pensó que era una locura- Pete, no es así, no puedes disponer de mi tiempo.

-Es tu hijo también -lo cortó- y no te lo pediría si no fuera realmente necesario.

-¿Plan no lo puede cuidar hasta el sábado que yo lo pase a buscar? -trató de mediar- tenemos planes con Miri el viernes por la noche.

-No puede hacerlo.

-¿Tienes una cita? -soltó de golpe- ¿por eso tanta urgencia? 

-Mira, esta bien ¿Si? Gracias -oyó el tono que indicaba que le había colgado. Suspiró y dejó caer el celular en la cama.

No entendía porque de pronto Pete hacia un pedido así. Él era el padre omega de Luka, se suponía que tenía que encargarse, para eso hacía el aporte de una manutención sin poner reparos. 

-¿Pasa algo? -la voz de Miri llegó desde la puerta del baño, la vio aparecer envuelta en una toalla mullida, todavía con gotas arrastrándose sobre su piel. 

-Pete -mostró el celular para indicarle que había hablado con él- quiere que cuide a Luka este fin de semana. 

-No puede ser...-se acercó a él y terminó por subirse a horcajadas sobre su cuerpo- tenemos planes. 

-Eso le dije -metió una mano bajo la toalla que cubría el cuerpo esbelto- tendrá que arreglárselas.

-Todavía no entiendo como alguna vez pudiste caer con alguien como él -posicionó sus labios sobre el borde de la camisa que cubría a Ae.

-Éramos jóvenes los dos...-jadeó al sentir la boca de Miri recorriendo puntos sensibles- fueron las hormonas adolescentes. 

-Si -subió hasta un oído- pero ahí tienes las consecuencias.

-Hey! que tampoco es tan malo tener un hijo. 

Ella se sentó dejando atrás los besos en la piel del alfa para mirarlo de frente con ojos que parecían serpentear. 

-No digo eso -trató de torcer para no dar una mala impresión- pero tú ya le das dinero, no creo que su sueldo miserable pague mucho. 

-Lo se, pero tal vez quiera más días libres -razonó. 

-Que pida ayuda a su amigo, ¿no viven juntos? -empezó a moverse para poder rozar su cuerpo con la dureza que comenzaba a aparecer en los pantalones de Ae.

-Mmmm -no pudo contestar porque el placer entre las piernas de Miri se estaba convirtiendo rápidamente en su prioridad. 

Demasiado pronto, el pedido de Pete fue olvidado para perderse en unos minutos de placer.

No se consideraba un mal padre. Hacia lo que debía hacer. Luka fue un accidente y en ese momento, el omega del que creyó estar enamorado se negó a hacerse un aborto. Nunca lo culpó, no hubo exigencias ni reproches. Habían sido dos niños en el calor del celo y como consecuencia, Pete había quedado embarazado. Por supuesto él cumplió su parte, sus padres ayudaron al principio a pagar algo de dinero para los gastos del bebé. Pero Ae nunca pensó que debiera dar algo más ni detener su vida por un error. 

Durante la noche intentó cerrar los ojos, pero el cuerpo tibio de Miri a su lado no hizo más que llenarlo de un frío se se extendió desde la mano con la que la tocó hasta el centro de su pecho.

〰♥〰

Lo se...lo se... porque hago esto? Creo que tengo cerebro de pez y va saltando de historia en historia. 

Saludos!