Séptimo capítulo.

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Séptimo capítulo.

Apoyó la espalda contra la puerta y soltó el aire contenido en sus pulmones. No recordaba en estos años haber tenido una noche así, los tres sentados a la misma mesa, hablando como si no existiera nada más en el mundo, como si todos los reproches y los insultos no hubieran salido de la boca del alfa, como si no hubiera faltado a cada cumpleaños de Luka mientras él intentaba siempre suplir sus ausencias.
Tenía la certeza de que en su situación como padre omega había dos posibilidades, anclarse en el pasado y seguir allí, fomentando el dolor y la tristeza, o mirar adelante, no dejarse vencer por la amargura que lo único que podría hacer era undirlo y arruinar su vida. Siempre antepuso la felicidad de su pequeño, y estaba seguro de que había valido la pena.
Caminó a la habitación donde el adolescente ya estaba durmiendo. Besó su frente y lo arropó antes de salir.
Ya en su habitación se desnudó frente al espejo. Miró las marcas que el médico había realizado. Estaba aterrado, los pequeños puntos en su pecho se parecían demasiado a una sentencia. Pero no pensaba rendirse, él era fuerte y como dijo el especialista, estaba a tiempo de revertir su situación.
En la cama no pudo dormir, evocó la imagen de Ae junto a Luka, los dos sentados en el sofá mientras miraban  televisión. La visión, aunque corriente, era más de lo que había  tenido y se empapó en ella, en la familiaridad, en la vida doméstica que alguna vez en su ingenuidad creyó posible.
Lo había amado tanto, en su adolescencia Ae representó el primer amor, la primera experiencia y a pesar de todo no se arrepentía de lo que había sentido ni de nunca haber cedido a la presión por abortar. Contrario a lo que cualquiera podría pensar, tener a Luka no le había impedido nada, sino que fue quien lo impulsó en la vida, le dio un propósito, una razón por la que vivir y pelear contra toda adversidad. Su amistad con Plan y posteriormente con Meann fue otro pilar y sabía que tenía mucho que agradecerles.
El sueño llegó casi en la madrugada desmintiendo en cansancio que cada día le robaba las ganas de salir de la cama.
〰〰〰
El sonido de un mensaje entrante lo sacó de su letargo mientras preparaba el desayuno para su niño. No se esperaba encontrarse con una foto enviada por el padre de su hijo, en ella se veía el perfil de Luka mientras sostenía la caña de pescar.

-Para que también te sientas incluido ¡Buen día! -Recibido 6.43 hs.

Una sonrisa se dibujó en sus labios y pensó en que responderle.

-Podrías pedir consejo tu hijo, es muy bueno pescando ¡Buen día! -Enviado 6.45 hs

Dejó el celular en la mesa del comedor y trató, fallando al instante, de no pensar en Ae enviando un mensaje tan temprano en la mañana.
Minutos después, su sonrisa fue motivo de burla de Plan, quien en pijamas caminó casi sonámbulo por una raza de café, pero pudo notar que la cara de bobo de Pete era imposible de ocultar.
Luka salió de su habitación directo a desayunar, el uniforme escolar ya colocado.
-¿Pasa algo? -preguntó con una tostada a medio comer.
-No amor -no podía creer que una foto y un mensaje lo pusiera así- ya se hace tarde.
-¿Estas seguro...? -lo miró extrañado- te estas poniendo rojo.
-¡Qué! -llevó las manos a sus mejillas- tal vez hace un poco de calor.
-Estas atrapado Pete -le susurró Plan al oído.
-Shhhh -tomó un sorbo de café- se nos hace tarde.
-¿Vas a trabajar? -apuntó su hijo cambiando la sonrisa por una mueca de preocupación.
-Tranquilo amor -apretó su mano sobre la mesa- ya tomé la licencia, pero tu tienes que ir a la escuela.
-Pero podría quedarme... -intentó el adolescente.
-Estas soñando Luka -le sonrió- estoy con Plan, todo esta bien.
-¿Tienes que ir al doctor?
-No por esta semana -besó su frente- no te preocupes.
-Papá... -odió ver la tristeza en su mirada.
-Todo va a estar bien -afirmó porque no había otra verdad- lo juro.
-No puedes jurarlo -las lágrimas parecían estar en el borde se sus ojos.
-Claro que si -limpió la humedad en las mejillas de su pequeño- es sólo un tiempo, pero voy a estar bien.
-¿Y entonces porque le pediste a papá que me lleve tanto tanto tiempo? -era obvio que desconfiaba de sus intenciones.
-Por que es tu padre! -exclamó- también tiene derecho de tenerte y solo fueron dos días ¿No la pasaste bien?
-Si -reconoció al fin- estuvo genial. 
Continuaron hablando de algunas cosas sin sentido. Pete no sufría por él, sino por su hijo, porque era todo en su mundo, el amor materializado en un ser maravilloso.

El sonido del timbre hizo que los tres alternaran las miradas hasta que Plan se encargó de abrir.
Pete mentiría, diría que su corazón no revoloteó un poco ni se saltó un latido cuando vio a Ae delante de ellos, pulcramente vestido, su traje de oficina enfundando la espalda amplia y dando el marco que le debilitó las rodillas.
-¿Es muy tarde? -pronunció levantando un paquete que despedía el aroma de panadería recién hecha- pasé por algo muy simple.
-Papá! -exclamó su pequeño antes de impulsarse y darle un abrazo.
-Pensé que tal vez te gustaría unas cosas dulces -habló con su hijo pero los ojos no se desprendieron de la mirada canela del omega.
-Me encanta y todavía tengo hambre -habló antes de sentarse.
-Hola... -pronunció y se sintió un poco tonto porque ya se habían saludado- ¿café?
-Es lo que necesito para terminar de despertar.
Minutos después, fue testigo silencioso de como padre e hijo se permitían comenzar a conocerse realmente, aún Plan intervino en algunas ocasiones siendo cortés con el alfa al que a veces detestaba.
Por dentro algo se fue encendiendo. Tendría esto, lo tendría todo.
No se rendiría hasta tener lo que siempre debió ser suyo.

〰♥〰

Ya se... Ya se. ..me tarde mucho, pero había advertido que esta historia no tendría tiempos y sería corta.
Así que un beso y gracias por leer (prometo actualizar esta  semana) Saludos!

Cuento de hadas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora