Décimo tercer capítulo.

232 49 16
                                    

Décimo tercer capítulo.

Caminaron al living dejando la puerta de la habitación entreabierta.
Cuando había visto a Luka llorar pidiendo por Pete, temblar sin que pudiera hacer nada tuvo miedo, temor de que su hijo estuviera sufriendo sin poder decir la razón. Pero luego de las palabras del omega el terror se coló en sus venas, las sintió heladas, tanto que pensó que la sangre no bombearía en su corazón.
Quería meterse en la cama, ser como Luka y poder llorar de impotencia, enojarse con el mundo y gritar su frustración.
Se habían ubicado frente a frente en un sofá del living, hace unos minutos, el sonido de la campanilla del horno había indicado el fin de la cocción pero ya no importaba.
-¿Es algo muy malo? -tal vez el problema de su hijo no era mas que un tema propio de la edad, el cambio hormonal, la transición de la niñez a ser alfa u omega.
-Ae... -los dedos de Pete se retorcían en su regazo- es difícil decir esto.
-¿Tiene algún problema? -comenzaba a ponerse nervioso y ver al otro de igual forma no hacía mas que aumentar su ansiedad- ¿Alguien le hizo algo?
-No, mira -lo observó tomar aire- es complicado, te dije que estoy de licencia.
-Si...
-No hay forma fácil de decirlo -los ojos se volvieron rojos y las pestañas húmedas.
-Por los dioses Pete...me estas asustando.
-Tengo... -dejó salir el aire lentamente- tenía que hacerme un chequeo del seguro escolar, unos estudios no dieron bien.
-¿Qué? -escuchaba las palabras pero no tenian sentido.
-No hubo síntomas, dolor, molestias, nada de nada -habló mirando nada en particular- me hicieron una resonancia, el crecimiento no está muy avanzado.
-Pete, no entiendo nada de lo que dices.
-Un tumor en el esternón -dijo al fin, y tal vez hubiera preferido no saber- la próxima semana empiezo el tratamiento.
-No -negó con la cabeza porque era impensado- no, es imposible.
-Ae... escucha ¿si? -el alfa intentó hacerlo pero un pitido se intensificaba en sus oídos- necesito que estés con él.
-No se lo que dices -volvió a negar porque lo que salía de la boca del omega no tenía sentido.
-¡Escúchame! -la exclamación reactivo los pensamientos lógicos- Luka está muy asustado, yo también lo estoy, pero mi médico dice que tenemos grandes posibilidades.
-Pete... -el frío comenzó a expandirse- ¿me estás diciendo que estas enfermo?
-El lunes empiezo los tratamientos -su voz salía apretada por la garganta- es mejor llevar los dos tratamientos al mismo tiempo.
-Ohhhh dioses -llevó las manos al rostro y apretó sus ojos- ohhh dioses.
-Ae... necesito que seas su apoyo...
-No puedo Pete... no puedo entenderlo...
-¿Qué? -había incredulidad en su voz. 
-Pete -volvió a decir- me estas diciendo que estas enfermo...que tienes un tumor, que te harás tratamientos.
-El lunes empiezo rayos y quimio...
Ae se levantó de su lugar, caminó por el espacio del living hasta que se ubicó frente al omega que seguía cada uno de sus movimientos. Cerró los ojos porque era imposible mirarlo de frente. Cerró los ojos porque le daba vergüenza estar parado allí.
-¿Hace cuanto lo sabes? -no podía  abrir los ojos.
-Tal vez dos meses...
-¿Y Luka? -los abrió y supo que debían verse rojos.
-Casi al mismo tiempo -respondió- nunca le oculto nada.
-El viernes que me pediste que se quedara...
-Una cita con el doctor que hará los rayos.
-Tu y mi hijo... -las palabras raspaban al salir- ustedes dos estaban pasando por esto...
-Ae...
Pete no daba crédito a los que veía, las rodillas del alfa cayeron delante de su cuerpo y sus brazos se aferraron a su cintura, la cabeza apoyada en su regazo.
-Tu estabas pasando por esto -las lágrimas comenzaron a surgir y deslizarse hasta mojar la ropa del otro- Luka estaba sufriendo, con miedo y yo no hice nada...
-No lo sabías...
-Pero aumenté su angustia, no supe ver que algo lo lastimaba...-se apretó con mas fuerza- y tu, Pete...
-Estaré bien -pronto sintió que con timidez iniciaba una caricia en el pelo- pero necesito que estés a su lado.
Respiró hondo, necesitaba que cada una de sus células se empaparan de la esencia del omega, necesitaba sentir que recorría todo su sistema. Unos minutos después, con la frente enterrada en el abdomen de Pete volvió a hablar.
-Necesito que me digas todo -el sonido que salía de su boca era muy distinto- cada detalle de lo que hay que hacer.
-Luka ya debería levantarse... -argumentó para buscar dentro de él valor para poner todo nuevamente en palabras.
-Está bien... -lo miró, los párpados inflamados mostraban los difícil que le estaba resultando- voy a despertarlo para que podamos comer los tres ¿puedes poner la mesa?
Lo observó afirmar con la cabeza antes de que le permitiera levantarse e ir a la cocina. Se paró y avanzó unos metros en el pasillo hasta que una vez que atravesó la puerta de la habitación, las piernas no resistieron mucho más, otra vez de rodillas, ahora al lado de su hijo dormido. Necesitaba despertarlo y pedirle perdón, perdón por ser un inútil como padre, por no ver mas allá de la rebeldía y nunca intentar comprenderlo. Observó las pestañas castañas tan similares a la de Pete, las mejillas que por el ejercicio se habían vuelto coloradas durante la tarde.
-Hijo -lo movió con suavidad- vamos...despierta.
-Mmmm -apenas movió los labios.
-Vamos... -acarició su frente- papá Pete está esperando.
-¿Me tengo que ir? -dijo intentando  abrir los ojos.
-No no...vamos a comer.
Con la pereza a cuestas, Luka avanzó casi arrastrando los pies al comedor. Antes de recorrer todo el camino, los brazos de Ae lo envolvieron por la espalda.
-Todo va a estar bien -susurró al oído del menor- seremos fuertes y estaremos con papá.
Luka asintió con la cabeza ante la imposibilidad de decir algo sin llorar.
-No va a pasarle nada -aseguró  aunque en realidad estaba fuera de su control- vamos a estar para apoyarlo y él se pondrá bien.
El menor se dio vuelta apretándose al alfa, las lágrimas mojaban su pecho.
-Promete que no nos dejaras -dijo al fin.
-Te lo prometo.
Y así sería, nada ni nadie los separaría.

〰️🖤〰️

Y al fin la verdad.
Cuatro capítulos en estos días. Espero les vaya gustando la historia.





Cuento de hadas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora