Tercer capítulo.
Cerró los ojos para intentar dormir las horas que le quedaban. La noche había sido, como mínimo, olvidable. El mal humor de Luka fue más que evidente por su tono, contestaciones hoscas y casi monosilábicas. No podía creer que Pete dijera que este niño era alguien dulce, porque sería el último de los adjetivos que podría aplicarse en él.
El adolescente había pasado la tarde encerrado en la habitación, supuso que durmiendo o leyendo porque tampoco tenía un celular con el que jugar videojuegos.
-¿Porqué no? -le había planteado.
-Mi papá dice que son peligrosos -respondió restándole importancia.
-Pero podrías hablar conmigo ¿quieres que te compre uno?
-No, gracias -dio por terminado el tema- no lo necesito.
También la hora de la comida fue tirante, y no recordaba que antes su hijo fuera tan malhumorado, por lo general respondía con ganas ante sus propuestas, pero hoy no había más que respuestas negativas. Lo vio dar vueltas las papas fritas que había encargado y apenas tocó su hamburguesa.
-¿No es tu preferida? -preguntó cuando vio que ya no comía.
-Te dije que no sabes cual es mi comida favorita.
-¡Pero si siempre lo pides! -este chico era imposible.
-No, es lo que siempre me ofreces -alejó el plato- ya no tengo hambre, quiero dormir.
-¿Una película? -hizo el intento.
-No, ya tengo sueño.
-Luka...
-¿Puedo acostarme o no?
Al final no tuvo más opción que darle permiso para que se fuera a la habitacion de invitados. Estuvo tentado a llamar a Pete y recriminarle por la crianza de su hijo, pero tampoco quería que pensara que no lo podía controlar, o mucho peor, que quería interrumpir su cita.
El cansancio terminó por ganarle, antes de dormir se prometió que mañana sería un día mucho mejor.
Lo levantó para desayunar a media mañana, observó la forma metódica en que colocaba todo sobre la mesa antes de por fin dar el primer sorbo a su café con leche.
-Iremos a lo de los abuelos a almorzar -anunció cuando el silencio se hizo insoportable- hace mucho que no los ves.
Como toda respuesta dio un levantamiento de hombros.
-¿Quieres hacer algo antes?
-Quiero hablar con mi papá -respondió sin mirarlo.
-¿Ahora? -lo vio asentir.
Marcó el número y le dio el teléfono antes de alejarse para hacer un poco de orden. Entró a la habitacion donde su hijo había dormido. La cama estaba desprovista de sábanas, las encontró dobladas y apiladas sobre una silla. En un rincon la mochila, sobre ella uno de sus mangas, entre sus hojas pudo ver que asomaba una foto. Sin siquiera pensar que no era su derecho, la sacó del lugar donde marcaba las páginas. Los ojos miel de Pete, sus mejillas sonrosadas y sus labios rojos daban lugar a una sonrisa brillante. Los brazos esbeltos apretaban a su hijo que hacia una mueca. Los dedos largos y casi transparentes unidos apresando el cuerpo de Luka.
-Es de mi último cumpleaños -la foto fue arrebatada de sus manos- por supuesto no fuiste.
-Es que ese día -no pudo seguir la frase porque su hijo dio la media vuelta.
-No me importa -dijo en voz baja mientras metía nuevamente la foto en su lugar, para no volver a dirigirle la palabra hasta mucho más tarde.
Pasado el mediodía salieron en el auto, Luka se había colocado nuevamente el gorro, los guantes y alguna muda de ropa que seguramente tenía en la mochila.
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Cuento de hadas.
FanfictionCuento de hadas. Un cuento de hadas donde no hay Príncipes, reinos, castillos ni magia. Donde las decisiones del pasado marcaron el presente. Un pasado en común, una familia que nunca llego a ser. Un corazón que sigue buscando la felicidad aunq...