Good Father Kookgi°

1°

Por los pasillos del gran instituto se escuchaban murmullos y la gente amontonada no podía faltar, haciendo su gran entrada como si fuera una celebridad, un chico alto, de cabellera azabache, cuerpo fornido, tez bronceada, mirada y sonrisa seductores, Jeon Jungkook.

Este chico nunca llegaba solo, venía acompañado de sus amigos, con su brazo alrededor de la cintura de una chica, probablemente al día siguiente sería otra, así era Jeon Jungkook, nunca salia por más de un día con alguien, toda los días cambiaba de acompañante.

Al frente de los casilleros tenemos a Min Yoongi, un chico común, pero con un cuerpo delicado y curvilineo, tez pálida, ojos gatunos, cabellera rubia, un poco pequeño y su mirada y sonrisa irradian ternura e inocencia. Este se encontraba en compañía de Park JiMin, su mejor y único amigo, este en cuanto comenzaba a hablar no había nada ni nadie que lo detuviera.

- Hey! - chasqueo los dedos -. ¿Yoongi me estás escuchando?

El pálido sacudió su cabeza y sonrió inocente.

- Lo siento JiMinie, estaba pensando en otra cosa.

- Bueno no importa, como te decía o más bien preguntaba, ¿Vas a ir a la fiesta de mañana?, Ya solo nos faltan unas semanas para graduarnos y probablemente ya no nos volvamos a ver, asi que tienes que ir.

Suspiro, a veces su amigo podía ser muy necio.

- JiMinie ya te dije que tal vez no puedo ir, tengo que ayudar a mi mamá y hermana en el negocio, si no encerio te juro que si iría.

JiMin asintió comprensivo, el solo quería que su amigo no se encerrará tanto y saliera a socializar.

- Igual, piénsalo, si cambias de opinión me llamas y puedo pasar por ti.

Sonó el timbre indicando que los estudiantes debían ir a sus respectivas aulas.

- Está bien - sonríe -. Lo pensaré.

Ambos chicos comenzaron a caminar a su aula, al llegar se sitúan cada uno en su lugar, poco después entra el profesor y comienza la clase.

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Yoongi se levantó de su asiento al sonar el timbre de salida, estirando por fin sus músculos, espero a que JiMin terminase de guardar sus pertenencias, cuando ambos chicos salieron, iban tan metidos en su mundo que terminaron chocando con alguien.

- Hay no puede ser - chillo la chica -. Fíjate por dónde caminas fenómeno.

El pálido rápido subió su mirada para disculparse, más no salió palabra al ver que había chocado con la chica que acompañaba a Jungkook, este lo miraba sin expresión, termino en un trance hasta que sintió ser jalado, giro su mirada, JiMin lo había comenzado a jalar hacia la salida.

- ¡¡Discúlpate tu perra!! - grito JiMin hacia la chica.

Esta enfurecida comenzó a caminar, siendo detenida del brazo por Jungkook, quien le hizo una seña de que el y sus amigos ya se irían. Ella lo comenzó a seguir, antes dando una mirada dura hacia ambos chicos.

- De verdad que esa perra esta loca - comento JiMin lejos del instituto.

- JiMin no digas malas palabras - regaño Yoongi.

- Se lo merece, se cree mucho por estar con Jungkook, pero vas a ver, mañana será historia, otra más de muchas con las que Jungkook a estado. — el pálido solo asintió.

Caminaron entre charlas divertidas y uno que otro comentario pervertido de JiMin hacia su crush, el amigo de Jungkook.

- Si te gusta porque simplemente no se lo dices - pregunto Yoongi.

- No Yoonie, el es popular y posiblemente tenga una actitud egocéntrica, amo mi dignidad sabes, a pesar de todo se ve de esas personas que le gusta humillar a la gente - suspiró -. Pero eso no le quita lo guapo.

Sonrió, él lo entendía, sentía lo mismo al pensar en su amor imposible. Después de minutos llegaron al café que tenía la mamá de Yoongi, JiMin se despidió de su amigo y camino hacia su casa, el pálido entrando al establecimiento.

Cuando llega a la cocina ve a su mamá y hermana, ambas paradas de espalda, comienza a caminar sin hacer ruido, ya estando lo suficientemente cerca, pone una mano en la espalda de las dos mujeres y grita:

- ¡¡YA LLEGUE!!, ¡¿ME EXTRAÑARON!?

Se caracajea al ver que las dos soltaron un grititio agudo, volteando pareciendo gatos asustados.

- Por dios niño, me asustas otra vez asi y te vas despidiendo de Kumamon - dice su madre poniendo su mano en el pecho, intentando regular su respiración.

Su risa para y ahora es turno de reír de ambas mujeres.

- Es una broma gatito - dice su hermana -. Pero encerio, ya no nos asustes así, pudimos haber tirado algo.

- Lo siento - sonríe.

- Que bueno que ya llegaste hijo, necesitamos que te pongas ese mandil y pidas las órdenes, mientras tu hermana y yo las preparamos, hoy a estado llegando mucha gente.

Yoongi asiente y se pone el mandil café con un estampado de cupcake, haciendo que su pequeña cintura resalte, toma la libreta y sale para atender a los comensales que van llegando.

Cuando escucha la campanita del lugar sonar, voltea con curiosidad, viendo que los que van entrando son nadamás ni nada menos que Jeon Jungkook y sus amigos. Nervioso, se dirige a la mesa donde están.

- B-Buenas tardes, ¿Puedo tomar su orden?

Los presentes dirigen su mirada al chico, uno de ellos mordiendo su labio mientras lo observa.

- Si yo quiero un pastel de chocolate y una malteada de vainilla.

Yoongi anota lo pedido, y espera a la orden de los demás.

- Con razón estás tan gordo Taehyung - ríe -. Yo quiero solamente un café, ¿Y ustedes chicos?

- Hoseok por eso estás tan amargado, yo quiero un pastel de fresa y un café.

- ¡Namjoon tu también pediste café! - dice señalandolo.

- Si, pero con pastel.

Yoongi suelta una pequeña risita, Jungkook inmediatamente voltea a verlo.

- ¿Y-y usted que pedirá?

El chico primero lo observa de arriba a abajo, sonríe y se recuesta en la silla.

- Se me antoja algo dulce y esponjado, ¿Que me recomiendas?

Yoongi se sonroja y muerde su labio nervioso, Jungkook nota esto y sonríe arrogante.

- T-tenemos pasteles, c-cupcakes y........

- Tráeme un cupcake de fresa y un café.

Yoongi asiente y camina rápido hacia la cocina, deja la libreta frente a su hermana y se sienta en la silla que está en la esquina.

Su hermana estrañada de su actitud voltea a verlo, viendo que tiene sus mejillas completamente rojas y está sudando un poco.

- ¿Que?, ¿Acabas de correr? - se burla.

- N-no, solo que hace calor allá, Suni ¿Puedes llevar esas últimas órdenes? Me duelen los pies - se excuso.

Su hermana no muy convencida acepto.

- Si, pero me debes está, ¿Ok? - Yoongi asintió.

Vaya desilución de cierto chico azabache de que su orden no fuera llevada por aquel chico pálido.