Hazbin Hotel x male reader [Harem]

7._ Alastor entra a mi espacio.

Pov Alexis.

- Los hombres no- Alastor intentó decirme algo pero fue interrumpido por mamá quién llegó.

- ¡Chicos ya estoy en casa! - gritó desde la entrada.

Salí corriendo hacía allí.

- Hola mamá - le saludé con entusiasmo - sabes el maestro...- fui cortado por ella.

- Después me lo dices Alexis que ahora estoy cansada - pasó de largo.

- Siempre es después...- susurra mientras aprieta las manos haciendo puños.

Me dirijo hacía la cocina que es donde estaba mamá y Alastor quien le explicaba la receta nueva que había aprendido.

Los observé un rato con tristeza mientras ellos hacían la cena.

- No voy a cenar - avisé para después irme hacía mi habitación.

- ¡Alexis! - escuché a mi madre llamarme.

La ignoré y me encerré en la habitación.
Me acerqué al escritorio donde tenía un cuaderno donde escribía todo lo que había aprendido, mis frustraciones o solamente dibujaba en él.

Me senté en la silla, cogí una pluma y empecé a escribir.

"Hoy el maestro Marcus me a enseñado a tocar el piano, es difícil pero me a dicho que para ser mi primera vez estaba muy bien. Me llamó genio ya que la partitura que toqué suele ser de personas que llevan un tiempo practicando...
Sé que mamá no le gusta que toque ya que dice que eso no me va a sacar nada en la vida pero tampoco es para que me ignore cada vez que intento hablarle de mis clases... desearía poder vivir con Lilith y Luci ellos si me escuchan".

Dejé de escribir, recosté la cabeza en el escritorio y cerré los ojos.

Pov Alastor.

Mamá llegó y Alexis fue corriendo a contarle algo pero mamá lo ignoró como siempre hace, él puso una cara que me partió el corazón se veía tan triste.

- Hola cariño - me dijo mamá.

- Hola - desvíe mi mirada de Alexis a mamá.

Se acercó y me dió un beso en la frente.

- ¿Que tal hoy ?- me preguntó mientras caminaba hacía la cocina.

- Pues por fin me salió el pudin - le dije emocionado.

- Eres un genio - me alabo ella.

Le expliqué en lo que fallaba anteriormente, en eso noto la presencia de Alexis quien está en la puerta observandonos.

Empezamos a hacer la cena, él seguía allí pero al rato habló.

- No voy a cenar - después de eso se fue.

- ¡Alexis! - lo llamó mamá con preocupación en su rostro pero él ignoró el llamado- este niño que ya casi ni come con nosotros...- dijo un poco enfadada.

Paré de cortar la verdura y me puse a pensar que así era ya rara vez comía con nosotros, solamente se la pasaba en su habitación cuando estaba en casa y estaba más delgado.

- Seguramente que esto es por ese profesor...- refunfuñó mamá- claro sí las personas que se dedican a eso son desviados... - siguió.

Yo la miré con los ojos muy abiertos ya que el que tenía pensamientos desviados era yo.

- M-mamá no pienses en eso y sigamos haciendo la cena - intenté que se calmara.

- Sí hijo sigamos - me sonrió, se acercó a la cacerola y removió la comida.

(...)

Después de que cenaremos los dos fui a mi habitación pero al pasar por delante de la de Alexis lo escuché hablar.

Abrí un poco la puerta y ahí estaba él sentado en la cama con el libro que le regalé sobre animales. No sé cuántas veces lo a leído pero cada vez que veo que cuida como un tesoro cada cosa que le regalo se me calienta el pecho.

Estaba observándolo cuando de pronto levantó la vista e hizo contacto visual conmigo.

Me escondí rápidamente en un lateral de la pared, lo escuché como bajaba de la cama y se acercaba.

- ¿Alastor?- preguntó abriendo la puerta.

- Hola Alexis- dije avergonzado.

-¿Quieres entrar?- me preguntó con una pequeña sonrisa.

No sabía que decir ya que en mi cabeza la idea era solo observarlo un pequeño rato más y luego irme.

- Vale - le contesté sin pensar.

El se echó a un lado y yo pasé.

Nunca antes había entrado ya que dormíamos en mi habitación pero la suya tenía menos cosas que la mía.

Tenía una cama, un ropero, un escritorio que tenía encima cuadernos, plumas, colores... tenía una pequeña estantería con algunos libros, una ventana con cortinas y su violín a un lado de la cama.

- Bueno y que necesitabas - dijo ya sentado en la silla de su escritorio - sí es por el tema que hablamos antes me parece bien y podemos hacerlo.

No creía que fuera así de fácil poder hacer esas cosas con él pero lo que yo quería eran sus sentimientos.

-¿Pero yo te gusto?- le pregunto esperanzado.

- Pues no sé - me contesta con simpleza.

Parte de mis esperanzas se pierden pero eso es mejor que un rotundo no.

- Podemos intentarlo si me gusta podemos hacerlo más veces- me dice, asiento - podemos hacerlo ahora - se levanta y se acerca a mí.

- Pero mamá está abajo...- digo recordando sobre lo que habló de los desviados.

- Mamá nunca viene a mi habitación - lo dice en un tono bajo pero tentador.

Me coge la mano, se pone de puntillas y me besa dulcemente.

Continuará...