Hazbin Hotel x male reader [Harem]

8._ Me siento repusilvo.

Pov Alexis.

Han pasado dos meses desde ese día, Alastor me pedido dormir de nuevo con él, nos besamos y rozamos pero a escondidas de mamá.

Ahora estábamos camino al instituto en silencio, bueno no tan en silencio ya que yo iba tarareando unas de las canciones que aprendí con el piano.

- ¿Esa es la partitura nueva del piano?- preguntó Alastor.

- Sip el señor Marcus me alabó dice que soy un genio - sonrió ampliamente.

Alastor arruga el entrecejo, para de andar a lo que yo paro algunos pasos delante.

- ¿Alastor?

Me agarra la mano y me tira de ella hacía un callejón. Una vez allí me estampa contra una pared y me acorrala.

- ¿Al?- pregunto desconcertado.

Él no dice palabra. Me besa bruscamente metiendo su lengua a mi boca, le correspondo el beso.

Antes de separarse me muerde el labio haciéndome sangre.

Se relame los labios y suelta un asombrado delicioso.

- ¡Alastor eres un bruto me has echo sangre! - le doy un leve puñetazo en el brazo.

- Calla - me ordena.

Me vuelve a besar pero esta vez no tam bruscamente.

Pongo mis manos alrededor de su cuello y él mete las manos por debajo de mi chaleco dando leves caricias en mi cadera.

- Vamos...- me besa otra vez - a llegar tarde - me vuelve a besar.

Se separa lo suficiente para sacar su reloj.

- Corrijo llegamos tarde - dice con una sonrisa divertida.

Pongo los ojos en blanco, le agarro de la mano y tiro de él hasta el instituto.

- Aunque no lleguemos a la primera clase llegaremos a la segunda.

Llegamos al instituto y esperamos a que terminara la primera clase para entrar.

- Podemos ir a los baños - me susurra Alastor en el oído.

Siento como una sensación electrizante pasa por toda mi columna.

- No - digo rotundamente.

Él se enforruña y se sienta en un banco con los brazos cruzados mirando hacía otro lado.

Suspiró cansado, me siento al lado suyo, me acerco a su cuello y lo beso haciendo una pequeña marca.

Él se aparta rápidamente sonrojado agarrándose la parte afectada.

- ¡Alexis!- me regaña.

Yo le saco la lengua en forma de broma.

Me miró de manera maliciosa y me agarró de la mano tirando de ella hacía los baños pero cuando íbamos a entrar tocó la campana.

- Ah, otra vez será - dije divertido por la cara de frustración que puso.

Nos dirigimos a las aulas y allí pasamos toda la mañana y parte de la tarde dando clases.

Cuando salimos me acompañó hasta la puerta en donde daba mis clases de música.

- ¿Me puedo quedar?- rogó.

- No ve a casa y prepara la cena.

Puso cara de cachorro abandonado pero lo ignore y entré a la clase.

Estaba todo en silencio, solo se encontraba el señor Marcus escribiendo en un cuaderno.

- Hola señor Marcus - hablé de manera alegre.

- Hola pequeño músico - dijo alegre también.

- Me aprendí la partitura entera.

- Entonces empecemos.

- ¿Pero no viene nadie más?- pregunté extrañado ya que siempre somos un grupo de cinco.

- No, tuvieron algunos inconvenientes. - dijo de forma calmada.

- Vale - no le dí más importancia. Dejé mi mochila en una banca.

Me acerqué al piano sentándome y el señor Marcus también lo hizo al lado mío.

Empecé a tocar concentrado pero a la mitad de la pieza noté como me tocaba la pierna, no le dí mayor importancia ya que esto lo hacía siempre pero cuando empezó a tocar mi muslo interno casi en mis partes es cuando me alarme y dejé de presionar las teclas.

-¿Qu- que hace?- pregunté.

- Siempre me has gustado - intentó besarme pero me hice hacía atrás.

- ¡No paré esta broma ya no me está gustado!

Eso es lo que quería creer que era una broma.

- ¡Deja que te bese mocoso!- me dió un golpe en la mejilla qué me dejó mareado.

Entonces es cuando aprovecho para amarrarme las manos con su corbata y besarme.

Se sentía asqueroso, mis lágrimas empezaron a salir.

- No llores precioso - me acarició la mejilla - te gustará lo que te haré después - y me volvió a besar lujoriosamente.

Poco a poco iba quitando mi ropa dejándome solo con la camisa que no podía quitar por tenerme amarrado por las manos.

- Eres hermoso - dijo apreciando me.

Sí lo hubiera dicho Alastor me sentiría la persona más feliz del mundo pero ahora me siento el ser más repulsivo.

Empezó a besarme y tocar todo mi cuerpo sin miramientos, se detuvo en mi pene y me hizo un oral.

"¡No, no sientas placer cuerpo estúpido!" Pensaba asqueado.

Las lágrimas no paraban y aumentaron cuando me puso a cuatro patas y me penetró rudamente.

Sentí como una ola de calor crecía en mi vientre y me corrí haciendo que él se burlara.

- ¿Tanto te gustó que con solo ponerlo te corriste?- dijo divertido.

- No, no - solo susurraba eso entre lágrimas.

Él empezó a penetrarme sin miramientos hasta que se corrió dentro de mí.

Salió y se sentó en el suelo con la respiración agitada.

Yo me dejé caer en el suelo llorando a mares.

- Sí se lo cuentas a alguien le haré daño a lo que más quieras - me amenazó.

Me senté como pude y le rogué:

- ¡No a Alastor no por favor, no se lo contaré a nadie!

- Ya sabes - me desató - la clase ya terminó puedes irte.

Me levanté y me vestí. Me dolía todo el cuerpo pero eso era insignificante al asco que me tenía.

Cuando ya estuve vestido cogí mi mochila y salí corriendo de allí.

Llegué a casa, abrí la puerta y la cerré dando un portazo.

- ¿Alexis?- preguntó preocupado Alastor apareciendo con un delantal de volantes.

Y es allí donde me derrumbe y empecé a llorar.

- Hey cariño, ¿ que te pasó?- se acercó e intentó limpiar mis lágrimas pero estas salían sin parar.

- Yo, yo...

Continuará...