Natalia Alianovna Romanova llega a Seattle creyendo que puede abandonar todo en su antiguo hogar. Las paredes tristes, los cristales rotos, las grietas en el techo y las puertas maltratadas. Y aunque la decisión de continuar con su vida fue lo más v...
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La tranquilidad con alguien
Tan solo faltaba un día para la fusión, al día siguiente llegaría el personal del Mercy West a invadir el Seattle Grace. O al menos eso era lo que debatían los internos y residentes, enfurecidos porque vendrían a ocupar lugares y a creerse los mejores del hospital. A decir verdad, Natalia creía que sería interesante, solo se había sentido molestia por los abarrotados pasillos los anteriores días, pero los despidos habían concluido. Había perdido a varias de sus enfermeras de confianza, y era terrible, porque ahora ¿A quién le confiaría sus pacientes? No es fácil entregarle a alguien a quien le salvaste la vida a un extraño...okey, tal vez no era tan interesante y conllevarían algunas represalias este acontecimiento escandaloso. Tal vez si la inquietaba un poco aquel drástico cambio, sin embargo, no estaba tan alterada como Derek Shepherd. Ese hombre si que sufría por lo ajeno como nadie...
Y como siempre, en aquel hospital jamás habían buenas noticias. ¿Adiven quién estaba en ese preciso momento vomitando sangre en una camilla de emergencias siendo atendido por la próxima cirujana de trauma? Si, el padre de las mismísimas hermanas Grey.
-Verifiquen que sus fluidos esten totalmente abiertos, hay que transfundirle sangre- Ordenaba la pelirroja-
-¿Que hay del factor siete? ¿Que tal su coagulacion?- Preguntaba Lexie, preocupada por su padre y por entrar en un ataque de nervios-
-Cincuenta microgramos de octreotide- Nuevamente hablo Natasha, tratando de no estar preocupada por su pequeña amiga en ese momento. Puesto que, tenía que tener la cabeza bien puesta en su trabajo, pero con la niña Grey lloriqueando a unos pasos de ella le era muy complicado enfocarse. Se repitió reiteradas veces que tenía que mantener la mente y corazón fríos-
-Si, doctora- Asintió un interno-
-Llamen a la docora Bailey- Repitió, como la primera vez que vio salir sangre de la boca del padre de Meredith-
-¿Y su riñon no estará fallando?- Cuestiono la azabache mordiéndose las uñas-
Natasha soltó un gemido de frustración al ver como los residentes se daban empujones y querían competir por aquel hombre sobre la mesa.
-¡Oigan!- Exclamo enfadada, haciendo que todos se detuvieran abruptamente- El padre de sus amigas esta sobre esta mesa, no peleen como si fuera un pedazo de carne. Para eso está urgencias- Espeto quitándose los guantes con fuerza- Además, hay muchas personas aqui. Karev, inserta el tuvo orograstico. El resto de ustedes fuera- Les indico a los restantes, provocando que se quejaran y alejaran arrastrando sus pies-
-El ya lo supero, no esta ebrio- Articulo con rapidez Lexie, mientras se tragaba sus lágrimas-
-¿Estas segura de eso o solo te estás queriendo convencer a ti misma de ello?- Preguntó la pelirroja con una ceja alzada. La de tez pálida observo avergonzada hacia otro lado-
