¡Tres...!

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AIDAN GALLAGHER.

Todo pasa en cámara lenta. Uno de los chicos de atrás da un paso adelante y toma con fuerza las muñecas de T/n, tomo impulso y mi puño se estampa en su cara haciendo que se gire con fuerza. Sujeto a T/n y la pongo detrás de mi.

- No necesitaba tu ayuda.

- Ni yo la tuya. - Contesté.

Es cuestión de segundos para que todos nos veamos involucrados en una pelea en el establecimiento.

Levi nos empuja para atrás mientras tumba a uno de un golpe y trago duro. ¿Qué estaba haciendo?

Yo no era una persona violenta. T/n se aleja y veo como patea una silla para darle al que está enfrente en los testículos. me agacho y tomo la bandeja de plástico de la otra mesa para levantarme y golpearle la cara a otro chico que me quiere dar un puñetazo. Todo era un caos, personas estaban en las mesas, mientras nosotros estábamos repartiendo golpes a todos los que se nos acercaban. Pero parece que a los chicos les divertía porque lo disfrutaban.

Toda la adrenalina estaba corriendo por lo cuerpo. Si mis padres se enteraban de que hice esto, me matarían y bailaría sobre mi tumba... Bueno, no me matarian, pero si me dejarían encadenado a mi habitación sin comer por ser una mala persona.

- ¡A la cuenta de tres salimos de aquí...! - la mire.

- ¡Hecho! - gritamos los demás en unísono.

- ¡Tres! - patea a un chico que se le acerca y después me jala del brazo para empezar a correr a la salida. Los demás van detrás de nosotros y al salir cada quien va por su lado.

Ambos giramos a la izquierda metiéndonos en un callejón y después me suelta para recargarnos en la pared mientras ponemos nuestras manos en las rodillas y respiramos agitadamente.

Después de que T/n golpeara al idiota ese, se nos vino toda la pandilla. Creí que moriría, toda la adrenalina recorrió mi cuerpo, jamás me había peleado a golpes con extraños.

- ¿Estás bien? - me miro y después se enderezó.

- Casi me hago del uno ahí adentro - reímos - ¿Cómo se te ocurre golpearlo? - reí mientras me enderezaba.

- De dónde yo vengo, así se resuelven los conflictos, yo nada más termine lo que ese idiota empezó.

- Me haces sentir como la damisela en peligro. - ella soltó una carcajada. - a la próxima avísame que harás, para estar preparado mental y físicamente. - reímos.

- Estuvo interesante - se sobó los nudillos y de inmediato tome su mano para revisarla - Gallagher, estoy bien.

- Están muy rojos. - acaricie su mano y después le di un beso en los nudillos.

- Estoy bien, me recuperaré, siempre lo hago. Mejor vámonos de aquí, no tengo ni la menor idea de dónde estamos. - dijo y divise un sonrojo en sus mejillas.

- Ni yo. - sonreí.

- Será mejor que vallamos a casa.

- Te llevo a la tuya - me sonrió de lado y asintió con la cabeza.

Ambos empezamos a caminar mientras veíamos la nueve caer. Era un milagro que ninguno de los dos hubiera caído. En el camino fuimos hablando sobre cosas tan triviales, me gustaba pasar tiempo con T/n. Era como si no tuviera que preocuparme por cómo debería de ser. Sin tener cuidado con lo que digo porque cabe la posibilidad de que le haga sentir incómoda.

Con ella... Las cosas eran como eran, no tenía que disfrazar la verdad. Mi tiempo con ella era tan ameno, que no me di cuenta de en que momento llegamos.

She... Almas encontradas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora