No quiero.

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AIDAN GALLAGHER.


Suspiré aliviado cuando ya estábamos en el avión. tuvimos que retrasar vuelo hasta las 15:00 pm porque aún le ayudamos a los chicos a acomodar de nuevo la casa después de todo el alboroto que hicieron. Nos despedimos de ellos y pasamos a comer. Llegaríamos a Italia a las 4:00 am. casi a las 5:00 am Así que antes de que despegáramos les envié un mensaje a mis padres para que supieran a que hora estaríamos llegando.

Tome la mano de T/n en cuanto la vi tragar duro.

- Lo lamento - me miró nerviosa - nunca he viajado en aviones, lo máximo fue en camiones. - sonreí.

- Tranquila, no es como que el avión se estrellara...

- ¡¿Se va a estrellar?! -me miro asustada y con los ojos más abiertos de lo normal. Me dí una bofetada mental por haber dicho eso, no había ayudado.

- No, no, no. No nos vamos a estrellar, discúlpeme fue mi error. - la tranquilice - vamos a estar bien, sólo tomará trece horas y once minutos... - sujete su rostro entre mis manos.

- ¿No te parece que es demasiado? - sonreí cuando vi que se tranquilizó.

- Tranquilla, todo estará bien - bese su frente y después tomé su mano.

Vi como respiró pesadamente y cerró los ojos con fuerza. Mientras el avión despegaba la noté más nerviosa de lo normal. Así que estuve todo el tiempo al tanto de ella.

La primara vez que yo me había subido a un avión, vomité todos mi desayuno, así que no quería que eso le pasara a ella. Seria demasiado desagradable y una primera mala experiencia, eso es lo que menos quería.

Note que al final termino durmiendo así que me permití hacerlo también, sería un viaje algo largo. Y para ser sincero, ya quería llegar. Quería mostrarle todo a T/n... Tener nuevos recuerdos con ella. Recuerdos de una nueva vida.

Para cuando despierto, ella esta feliz mente comiendo una dona de chocolate como si fuera una niña pequeña. Sonreí con gracia y me apresuré a sacar mi teléfono para tomarle una foto sin que se diera cuenta ya que estaba tan entretenida con la pequeña pantalla mientras veía no se que cosa. Reí bajo cuando tuve suficientes fotos de ella y guardé mi teléfono. Para cuando ella me miro sonreí haciendo que se sonrojara.

- Creí que te quedarías dormido todo lo que quedaba del viaje. - sonrió.

- Se supone que te vigilaría - sonreí.

- Estaba viendo una caricatura - dio pequeños aplausos, sus ojos brillaban como si hubiera descubierto algo nuevo... Algo que era increíble, tal y como lo haría una pequeña niña.

- ¿A si? - encare una ceja.

- Si, es algo rara, de a momentos no la entiendo, trata de un perro amarillo que puede cambiar de forma - le dió otra mordida a su dona - y es mejor amigo de un niño que siempre lleva algo blanco en la cabeza - sonreí - los personajes son muy a raros - enchueco los labios - hay una princesa de chicle - arrugo el gesto - y un Con de Limón Agrio... - río y le seguí.

- Demasiado raro... - admití divertido.

- Pero está entretenida... Me gusta - se encogió de hombros - Oye Aidancito - tomó mi mano - ¿Cuanto falta para llegar? - me miro cansada y aburrida - me gusta esto de viajar y toda la cosa... Pero dura mucho... - suspiro - ya me aburrí... - reí.

- Faltan algunas horas... Pero no te preocupes, ya estamos cada vez más cerca - me lleve su mano a mis labios para besar sus nudillos - ¿Te duelen? - los acaricie?

She... Almas encontradas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora