El pasado.

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AIDAN GALLAGHER.


Me quito el casco con cuidado y después tomó la caja de Pizza que venía en la parte trasera de la moto. Llegue cinco minutos tarde. El cielo ya estaba oscuro, y las luces de las casas al rededor eran lo que iluminaban la calle. Me sacudo el cabello y después me cuelgo bien la mochila para subir los primeros escalones de la casa y tocar la puerta. Gritos de niños y de los chicos se escuchan, no tardan en abrirme.

- ¡Hey...! - saludó. Su cabello seguía recogido en una coleta, sus ojos estaban llenos de un brillo expectacular y una enorme sonrisa adornaba su hermoso rostro.

- Hola Princesa. - me acerque a ella para jalarla y darle un beso castro en los labios - ¿Qué tal tu día? - sonreí poniendo unos cuantos mechones rebeldes detrás de su oreja.

- Los niños son demasiado agotadores - dijo mientras me pasaba sus brazos por lo espalda. - ¿Y eso? - encaró una ceja al ve la caja de Pizza.

- Soy el "Señor de la Pizza." - sonreí con coquetería.

- Mmmm - sonrió - ya tengo repartidor de Pizza - reímos - Entra, no me gusta que estés afuera - asentí con la cabeza.

Me tomó de la mano y después entro conmigo detrás de ella.

- Ya te dije que no puedes tener... - Erick empieza a caminar a nosotros cuando se detiene - ¡Aidan...! - sonrió - ¿Por qué no me dijiste que mi mejor amigo iba a venir? - T/n giró los ojos y yo reí en respuesta. - Me gusta esto de que sean novios, así traes comida - se acerca a mi y después trata de abrir la caja de Pizza.

- Ah. Ah... No es para ti... Bueno, depende. - me encogí de hombros. Su cabello rubio estaba completamente despeinado, mientras las puntas del mismo apuntaban a todos lados.

- ¿De que? - frunció el entrecejo.

- De tus primos... - la cara de Erick fue todo un poema cuando palideció.

- ¿Le trajiste Pizza a mis primos, y no a mi? Eso es ser un mal amigo - dijo mirándome indignado.

- Bueno, mientras tu te indignas, yo tengo que ir a buscar a unos pequeños...- sonreí.

- Ya los llamo y... Señora Rodríguez... - se puso tensa de inmediato.

- Creí haber sido clara contigo, sobre qué no quería que recibieras visitas, no tú... Esta no es tu casa... - fruncí el entrecejo.

- Madre... - advirtió Erick.

- ¿Donde están mis otros hijos? - Fernando venia bajando las escaleras con dos pequeños niños igual de rubios como sus primos. Ambos niños se me quedaron viendo.

- Hola - me hinque con una sonrisa, ambos se acercaron, sus ojos eran de distinto color, la niña tenia los ojos color azules y el niño grises. - Mi nombre es Aidan, ¿Cómo se llaman ustedes?

- Yo... - empezó a hablar el niño - Me llamo Calos, Calos Fabian. - sonreí.

- Y yo... - Hablo su hermana - Me llamo Pamela Lizbeth.

- Pues es un enorme placer conocerlos finalmente - estreché sus pequeñas palmas con cuidado - Tarje algo para ustedes - sonreí - esta en la mesa. - ambos pequeños corrieron a la mesa de centro de la sala.

- ¡Pizza! - sonreí - ¿Podemos comer ahota T/n! - me levanto y la miro, una sonrisa cariñosa se forma en sus labios.

- Por supuesto, pero primero vallan a lavarse las manos. - los niños gritaron emocionados mientras corrían al baño a lavarse mientras T/n sacaba platos y los ponía en la mesa, listos para cuando ellos llegaran.

She... Almas encontradas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora