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Cuando estoy en una tormenta, me calmas, cuando estoy encadenado, me liberas, cuando estoy envuelto en soledad en este cuarto oscuro, eres mi luz, cuando grito con violencia en el silencio, tú me consuelas, tú y sólo tú, llenas todos los huecos en los que he estado, sacias mi sed, me quitas el frío, eres una luz que, aunque opaca, nunca se apaga.

Pero como puedo seguir sin ti, te has ido, todo se vuelve borroso otra vez, mis días ya no son los mismos, siento que estoy fallando, mi alma está ardiendo, estoy cayendo en un pozo de desolación, estoy atrapado en los muros de la desesperación, no tengo libertad, esas cadenas de las que me liberaste hoy se reforzaron y son dobles, ese cuarto oscuro hoy creo muros de concreto, regresa a curarme, te necesito, sé que te has marchado que te lastime, sé que fue mi error no valorar lo que te tenía únicamente pensaba en mí, en saciar mis necesidades, y te hice a un lado, ahora me arrepiento, y te pido perdón, hoy siento el frio de la muerte recorriendo mi cuerpo, se me apagan los ojos, se me acaban las fuerzas ya es tarde, es demasiado tarde sáname una última vez.

--- Hoy me buscas, siempre es lo mismo, palabras vacías de un ser oscuro que quiere claridad, claridad que ya se ha perdido en este mar de olvido, no puedo curarte, ahora no conozco ni ángeles ni demonios, ni la guerra ni la paz, ni el gobierno ni la tristeza ni ninguna emoción pueden hacerme desfallecer. Elegí mi camino y tú no, ahora estoy libre de este yugo desigual, fui una estrella fugaz, me tuviste por un tiempo y no me supiste valorar, cumplí tus deseos, aun sabiendo que no eran buenos, pero ya me fui y una estrella no vuelve a brillar con el corazón roto, y yo, ya no tengo corazón.

Voces Del AyerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora