ʟᴏꜱ ᴄᴇʀᴇᴢᴏꜱ ꜰʟᴏʀᴇᴄᴇɴ ᴅᴇ ɴᴜᴇᴠᴏ

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El cielo estaba gris, estaba lloviendo ese día, pareciera que la primavera no traería cerezos ese año, quizás porque ni Bang Chan o Felix habían vuelto hablar desde hace medio año. Felix había dejado de sonreír como antes, ahora solo lo intentaba.

Ese día el rubio había salido desde muy temprano, y la lluvia lo había sorprendido de improviso, las gotas empezaron a caer suavemente sobre su cabeza, pero después de un momento cesaron, sintió como alguien colocaba un paraguas sobre su cabeza dejándolo ahí, pero cuando quiso agradecer a quien fuera que le había ayudado en ese momento no había nadie.

—Al parecer el joven que te tendió una mano se fue corriendo bajo la lluvia—La voz de una señora sacó a Felix de sus pensamientos, al parecer aún hay gente amable en el mundo, eso era bueno después de todo.

—Oh, es una lástima, quería agradecerle—Sonrió y empezó a caminar en su dirección.

Mientras Bang Chan veía como Felix se alejaba después de haberle dado el paraguas, una sonrisa tonta se dibujó en su rostro y después de eso empezó a caminar bajo la lluvia fría de Seul.

Chan había vuelto hace un día, pero se dió cuenta de algo que hizo que su sonrisa se borrara otra vez. Para eso tendríamos que volver hacia atrás y enterarnos que pasó esa tarde.

Bang Chan bajó del avión que lo traía desde Londres, llevaba varias horas de vuelo y estaba cansado, pero solo le importaba algo y alguien, arreglar todo con Felix, así que tomó sus maletas y se dispuso a ir a su antiguo hogar para poder dejar su equipaje y salir corriendo en busca del rubio, tomó el primer taxi y en el camino pensaría en todo lo que le diría, tenía que disculparse y decir la verdad, al llegar, aún conservaba sus viejas llaves así que entrar fue tarea fácil.

—Jeongin ¿Trajiste lo que te ped-...? ¿Chan...?—Hyunjin se había quedado boquiabierto al ver al pelinegro con maletas en la entrada de su casa.

—No, soy su espíritu y solo vine a decirte que le devuelvas su gorra—Dijo el mayor con sarcasmo y Hyunjin puso una cara como si lo que acababa de decir fuera cierto—Sí... Soy Chan, tonto—Suspiró mientras se quitaba el abrigo y lo colgaba en el perchero cerca de la puerta.

—¡Bang Chan! ¡Te extrañé demasiado, no has crecido nada!—El más alto se encontraba estrujando en un abrazo a su amigo mientras lloraba como un bebé y Chan le palmeada la espalda suavemente.

—Jin... No había de chocolate así que te traje de fresa—Jeongin entrada desde la puerta sin despegar su vista de la bolsa llena de helados que traía en la mano sacando el de fresa—Aquí tienes, ah... Hola Chan—Dijo al ver la escena frente a él, hasta que se quedó unos segundos analizando la situación y ambos chicos lo miraban con confusión, hasta que el más alto al fin se dio cuenta de lo que estaba pasando—¡Oh por Dios! ¡Bang Chan!—Jeongin se unió al abrazo mientras lloraba como Hyunjin y a Chan se le salía una carcajada.

—¡Tenemos que celebrar que estás de vuelta!—Saltaba emocionado el más alto mientras proponía su idea.

—Ahora no puedo chicos, lo siento, tengo que hacer algo primero—Ambos amigos sabían a lo que se refería y asintieron mientras sonreían.

—Está bien, suerte con eso—Palmeó Jeongin el hombro del pelinegro y este sonrío para luego salir corriendo, necesitaba encontrar a Felix y decirle que lo amaba más que a nada en el mundo.

Corrió hasta llegar a la estación de tren y tomar el primero que lo dejara cerca de la casa de Felix, y para la suerte de Chan el único en ese momento que lo dejaba "cerca" era a cuatro cuadras de su destino, pero no le importó y pensó que sus piernas tal vez necesitaban un poco de ejercicio así que se arriesgo, llegando a ese lugar se dispuso a correr aunque sus pulmones se quedaran sin aire, no le importaba absolutamente nada, solo ver a Felix, ver su sonrisa, y abrazarlo hasta que sus brazos dolieran.

ꜱᴀᴋᴜʀᴀ ʀᴀɪɴ  [ᴄ ʜ ᴀ ɴ ʟ ɪ x]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora