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DevDevil  *inserte carita del emogi con cuernos

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Decepción.

Lo primero que sentí al ver a Allek.

Él llegó un mediodía mientras estaba cocinando, entró como si nada, como si no se hubiera perdido por casi una semana. No me miró. No dijo nada. Lo ví mas decaído que nunca y a pesar de que estaba muy decepcionada y molesta, eso me hizo sentir mal. Solo se  encerró en la habitación vacía donde  se había quedado Alan,  entró con una maleta pequeña la cual se llevó a la habitación. Yo solo seguí haciendo como si no me hubiera dolido el que me hubiera ignorado después de haberse desaparecido así.

Luego de cocinar, me fui a mi habitación, no entendía a Allek y a pesar de que me dijo de que en  cualquier momento cuando estemos peleados él siempre velaría por mí, no quise llamarlo. Tal vez necesitaba su tiempo y así lo iba a dejar yo. Si nunca se disculparía, o los días pasarían como si nada, haría como si no me importara.

Siento el pitido de mi celular y sé que es un mensaje del grupo de Nathan, Sam y yo.

Sam: activos. ¿Que harán hoy? Quiero salir.

Nate: tú siempre quieres salir.

Sam: Hieres mis sentimientos

Nate: ¿a donde quieres ir?

Sam: No lo sé, quiero divertirme.

Yo: escuché que abrieron un centro comercial nuevo y tiene un local de juegos.

Nate: allí está. Hoy a las cinco. Paso buscando a Sam y luego a Jen.

Sam: vale, tengo mi auto dañado y lo estan arreglando. Nos vemos hoy a las cinco, iré a atender a mi madre.

Nate: claro. Nos vemos.

Releo la conversación y veo que sin querer acepté salir, no sé como sentirme al respecto ya que Allek me tiene mal.

Termino de almorzar y voy a la cocina para llevar el plato, mi corazón da un vuelco al ver a Allek sentado en las sillas de la barra mirando su teléfono.

Lo ignoro y solo tiro las platos a el lavabo, él deja su teléfono de lado mientras suelta un gruñido.

—Lo siento — sus palabras cargadas de arrepentimiento hacen que me congele donde estaba lavando los platos. Me lavo las manos y luego las seco.

—Ok — dije tratando de sonar lo más seca posible. Él notó mi forma de hablarle por lo que arrugó sus cejas.

—¿Solo dirás eso?

—Sí. Despues de todo ya no te interesa nada de lo que diga.

—Jen, siento mucho irme así de repente — le miro a la cara y noto unos moretones.

—¿Te golpearon? — la pregunta fue casi automática, él  abrió sus ojos como platos y luego soltó una maldición por lo bajo.

—¿Te pido perdón y solo me preguntas si me han golpeado?

—¿donde estabas y porqué estas todo golpeado? Te ocultaste muy mal los moretones. Se te nota mucho— hablé, ignorando su pregunta.

—Es de mala cortesía responder una pregunta con otra.

—Es de mala cortesía haberse ido por más de una semana y luego llegar como si nada.

El voltea los ojos y gruñe. — Sé que estas molesta. Pero no estoy de humor para dar explicaciónes.

Todo Por Ella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora