Límites

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Tengo unas aclaraciones qué hacer:

Primera: Yo puedo publicar lo que crea que puedo publicar. Puedo porque quiero. No, no estoy siendo grosero ¿okey? Al contrario, quiero que sepan que tomo en cuenta que me faltan historias por terminar, pero a veces empiezo otros proyectos porque me siento estancado y necesito, de alguna manera, liberarme. 

Segundo: Esta no es una historia como tal. Tendrá un orden cronológico o no, dependerá. No tendrá muchos capítulos. Como dice el título "Clases de Atracción", es random, solo son escenarios en los cuales comparto algo de experiencia respecto al tema y, claro, dándoles contenido adulto. 

Tercero: WARNING BITCHES...ligero contenido +18






—¿Al final llegamos a un acuerdo sobre el tema de la sección de otoño?— Hisako dice al momento que mira a todos en la mesa de la Élite Diez, todos menos Soma quien ha decidido darse el día libre. Abusa de su puesto, eso hace.

Yo miro las notas en mi libreta, las cuales son borrones apenas entendibles de cosas que anoté al azar. He estado muy confundida, demasiado fuera de sí. Este malentendido que atenaza mi pecho tiene nombre y apellido: Yukihira Soma.

Desde la última vez que lo vi, fue solo con el único objetivo de besarme...si es que era ese su objetivo en primer lugar. No le he visto, o quizá es que le he evitado a toda costa. Me siento extraña, no incómoda, es solo que...Se sintió bien. Lo que pasó; el beso, la charla, las miradas, todo el combo de sus artimañas sobre mí.

Me alejo porque me siento tentada. Y ser tentado es horrible, porque apagas la parte racional de tu cerebro y quieres que la curiosidad sea la que tome el mando de todo.

¿Y qué es eso que va a enseñarme? Cada que pienso en sus palabras un vacío existencial se apodera de mí. Algo grita con fuerza en mi cabeza y me pide buscarlo, saber qué es lo que tiene entre manos, y...¿Por qué yo?

¿Por qué dijo que se identificaba conmigo?

—¿Nakiri-san?— oigo que me llaman.

Alzo la mirada en un movimiento abrupto y miro a Tadokoro, ella me mira extrañada al igual que los demás miembros en la mesa.

—Lo siento...— carraspeo liberándome de mi estupor —¿Decían?

—El tema de otoño— Hisako recalcó. Todos los demás asintieron —¿Estás de acuerdo con eso?

Ni siquiera sé qué tema escogimos, pero supongo que está bien. Maldición, si esto sigue así deberé dejar de llamarme la directora responsable que digo ser. Le doy un repaso a los apuntes de Hisako en el portapapeles, aclaro algunas de las cosas para el evento y todos en la mesa asienten ante los últimos detalles que he decidido poner sobre el tema.

—Terminado este tema, podemos pasar al siguiente— digo, todos asienten ante mi petición. Lo siguiente a tratar es sobre los estudiantes de intercambio, no debería ser la gran cosa —Entonces...— digo, pero algo me detiene.

La puerta de la antesala se abre de forma queda, pero el chirrido de las bisagras hace que todos pongamos atención en ese punto. Mi ceño se frunce ante el dueño de la interferencia, pero los demás no parecen notarlo. Yukihira Soma se pavonea por el lugar, saludando de puños a los chicos y con sonrisas a las chicas.

No es, ni por lejos, la cosa más extraña. Siempre ha entrado a la hora que quiere y cuándo quiere. Lo anormalmente extraño es que había pedido el día libre. Pensaba que iba a sentarse en su respectivo puesto, pero solo pasa de lado a la silla de caoba y sus pasos se redirigen hacia mí.

Clases de AtracciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora