Reacción

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Pharah:-"¡¡¡ANGELA!!!" la egipcia había descendido del cielo y corría desesperadamente hacia el cuerpo del ángel que yacía en el suelo. Se abalanzó sobre ella con toda la delicadeza que su traje le permitía tener –"¿estará bien?" levantó la cabeza buscando la mirada de su madre. –"¿mamá?" le suplicó.

Anna:-"no lo sé..." apenas susurró aquellas palabras, la expresión de su hija le destrozaba el corazón parecía una niña pequeña otra vez. –"debemos llevarla a la enfermería ¡pronto!"

Un enorme caballero se acercó y con cuidado levantó a la chica del suelo encaminándose hacia la enfermería, nadie se había percatado en qué momento habían regresado pero el alivio de verlo en una pieza se hacía sentir. Algunos de los miembros del grupo comenzaron a abrirle paso quitando escombros y restos que hubieran a su paso, el capitán le abrió las puertas de la enfermería de par en par para que pudiera ingresar.

Anna:-"Fareeha, quédate aquí" la miro a los ojos con aquella expresión seria y maternal, acarició su mejilla con ternura intentando que ese simple gesto pudiera calmarla aunque sea un poco.

La hija se quedó allí de pie frente a la puerta cerrada de la enfermería acatando la orden de su madre, estaba temblando de impotencia, sentía el impulso de entrar y ayudar, quería hacer algo por esa persona que era tan importante en su corazón pero sabía lo inútil que era en este momento, no tenía los conocimientos médicos suficientes como para servir de alguna manera y aunque los tuviera era obvio que estaría siendo solo un estorbo. Las lágrimas no se hicieron esperar derrotando aquella inútil batalla que estaba librando en su interior, apretó sus puños con fuerza, agachó la cabeza y dejó que estas corrieran.

Lentamente la adrenalina iba decreciendo al tiempo que el dolor de las heridas iba en aumento, algunos ni siquiera se habían percatado de que estaban heridos hasta ese momento. El enorme sofá de la sala principal que en tantos hermosos momentos los había acompañado ahora estaba destruido, completamente cubierto de agujeros y polvo pero aun en ese estado podía cumplir aquella tarea para la que había sido diseñado. Varios de los miembros heridos se sentaron en él para comenzar sus curaciones.

D.va:-"aaauch" se quejó haciendo que el moreno se detuviera.

Lucio:-"lo siento ¿te duele mucho?"

D.va:-"no, está bien, no es tan grave" giró la cabeza temerosa, no quería desmayarse al ver cómo sacaba aquel pedazo de vidrio que tenía incrustada en el brazo, el dolor era intenso pero soportable.

Torbjorn:-"deberías beber un poco, te ayudará con el dolor" dijo acercándole una cerveza.

Briggite:-"¡papá! ¿Qué crees que haces?" la expresión de su padre la contradijo en el acto –"aunque... dadas las circunstancias creo que podríamos ignorarlo" murmuró casi tragándose sus palabras. –"¡ah! Mei ¿necesitas ayuda?"

A un lado del sofá, la científica se encontraba intentando limpiar una herida que subía a lo largo de su pantorrilla derecha, parecía una cortada poco profunda pero había sangrado bastante manchando su ropa en el proceso. La pelirroja era suficientemente habilidosa y en pocos minutos ya se encontraba envolviendo la pierna con un vendaje.

Mei:-"ehhh... ¿han visto a Jamison y Mako?" al oír aquellas palabras algunos miembros del grupo se miraron entre sí buscándolos entre los rostros presentes, otros se estremecieron con miedo a verla a los ojos, miedo de decirle la verdad que habían presenciado.

La egipcia, que aun sollozaba en silencio se detuvo en seco al oírla, ella lo había visto todo, había intentado detenerlos así como también lo había hecho su madre. Tragó saliva, se limpió el rostro debía hacerlo, ella estuvo ahí presente y era su responsabilidad pero aun no tenía la valentía suficiente para voltearse a decírselo.

ComplementariosWhere stories live. Discover now