Complementarios

Mejoras

El frio de la mesa contra su frente no era suficiente para relajar su mente atormentada, ya habían pasado 4 días desde que Tracer les entregó sus amigos secretos y aún estaba hecha un lio. Seguía barajando sus opciones, darle algo simple? Algo decorativo? Algo útil? Que sería algo útil para él? un jabón lo seria, se rio desganada ante esto último, siempre terminaba haciendo lo mismo, divagaba entre tonterías y no se decidía por nada. El sonido de los tacones de Mercy cerca de ella la obligó a levantar la cabeza aunque no pudo cambiar su expresión de sufrimiento.

Mercy:-"te sientes mal?" la cara de preocupación de su amiga la alarmó, tal vez se veía peor de lo que era.

Mei:-"no, pero aún no sé qué regalarle" dijo suspirando de frustración.

Mercy:-"a tu amigo secreto?" la miró con curiosidad ahora, la china asintió con la cabeza. –"sé que no puedes decirme quién es pero, por qué no intentas pasar tiempo con él para saber que gustos tiene o qué quiere?"

Mei:-"eso no lo haría muy evidente?" levantó una ceja.

Mercy:-"bueno, para mí sería más sencillo descubrirlo" le sonrió maliciosa –"pero tal vez, esa persona no lo note"

Mei:-"tal vez... gracias por el consejo" volvió a trabajar en el tanque de nieve artificial que Tracer quería, realmente no parecía algo tan complejo de hacer una vez que terminó los cálculos y Winston le dio el visto bueno. Ya casi estaba por terminar cuando el sonido de la puerta abriéndose la desconcentró, era Roadhog.

Mercy:-"cariño que puedo hacer por ti" su voz era dulce y amable como siempre.

Roadhog:-"... los tanques"

Mercy:-"ah! si, en un momento" ésta se puso a revisar una caja detrás de su escritorio.

Mei lo saludo con la mano, éste le respondió levantándole el pulgar en señal de aprobación, no comprendía que quería decirle con eso así que decidió ignorar el gesto y volver a su trabajo. La doctora le entregó el tanque de oxígeno y lo despidió antes de cerrar la puerta. De pronto la china tuvo una idea y se levantó apresurada a buscarlo.

Mei:-"Roadhog!" el enorme junker se detuvo al escucharla. –"puedo pedirte un favor? Por favor?" lo miró inquieta, él esperó a que siguiera hablando. –"sé que es extraño pero tu..." se sentía muy incómoda con esto pero era una solución para sus problemas, intentó reunir más valor y soltarlo de una vez –"po- podrías intercambiar el amigo secreto conmigo?" dijo haciendo una reverencia de súplica.

La lenta y sarcástica risa del grandote la obligó a levantar la cabeza, realmente no esperaba ese tipo de respuesta.

Roadhog:-"te tocó la rata, no?" podía notar sus ojos a través de la máscara, parecía divertido

Mei:-"Esto no es divertido, realmente no sé qué darle, por favor cambia conmigo!" volvió a hacer la reverencia, de pronto sintió unos suaves golpecitos en la cabeza y levantó la mirada.

Roadhog:-"de tu parte, cualquier cosa esta bien" dijo dándose vuelta y levantando la mano abierta a modo de saludo.

Mei:-"<de tu parte, cualquier cosa esta bien>?" murmuró intentando darle sentido a esas palabras, se dio cuenta que otra vez estaba en blanco, no tenía nada ni la más mínima idea de que darle, volvió deprimida al laboratorio, al menos podría hacer felices a todos los demás.

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Había comido hasta reventar, realmente comió demasiado pero todo estaba muy bueno, la enana, la doctora y el morenito se habían lucido esta noche, ahora esperaba ansioso la cena de navidad. Se estiró en un intento para que la comida se digiriera más rápido, solo deseaba relajarse. Se levantó y antes de irse del comedor paso por la mesa donde las chicas charlaban animadamente, se ubicó detrás de Mei y le quitó el palito del pelo.