Olor a Navidad

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Faltaban 2 días para navidad y aún no había encontrado un buen regalo, para peor aun cuando pasaba tanto tiempo con él en el laboratorio no lograba descubrir ninguno de sus gustos a excepción del té de burbujas. Esto ya había comenzado a afectar su rendimiento, las distracciones eran cada vez mayores, cometía errores de principiante, sus cálculos siempre resultaban erróneos y hasta explotó una parte de la mesa de trabajo al equivocarse con los químicos.

Mei:-"¿Por qué me afecta tanto? Yo no soy así, esto es de lo peor" dijo acariciándose las cienes e intentando relajarse. Saber que el junker cruzaría esa puerta en cualquier momento la alteraba demasiado, sentía que todo el equilibrio de su vida se estaba yendo por el inodoro.

Mercy:-"¿Por qué no vas a la ciudad? Ver las tiendas tal vez te dé una idea de qué podrías darle" la china ya le había confesado todo, quién era su amigo secreto y las dificultades que tenía para encontrar algo bueno para él.

Mei:-"si, tal vez tengas razón. Si no puedo optar por darle <cualquier cosa>" intentó imitar a Roadhog en esas últimas palabras. -"pero ¿Sabes? Sigo sintiendo este desequilibrio, cada vez que está aquí el desorden es insoportable y aun así me encanta trabajar con él... no lo entiendo" su expresión de confusión divertía a la doctora.

Mercy:-"Mei, recuerda que el universo tiende a la entropía" le enseñó su dulce sonrisa y se retiró dejándola sola con sus pensamientos.

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Las palabras de la doctora la siguieron todo el camino hasta la pequeña ciudad cerca de la base, había decidido caminar pero ahora comenzaba a arrepentirse al sentir las ampollas en sus pies. Hacía tiempo que no caminaba tanto, desde los ejercicios impuestos por Zarya que no hacia ejercicio de verdad, sopesó la idea de ir al gimnasio con más frecuencia, podria hacer alguna rutina ¿ejercicios aerobicos... tal vez? Cardio o baile.

Mei:-"¡el regalo! debo enfocarme en el regalo" se forzó a continuar.

Habían pasado dos horas e incontables tiendas, ninguna la convencía del todo, relojes, música, video juegos, deportes, decoración, nada le reflejaba la personalidad de Junkrat. Compró un refresco y se sentó en una plaza cerca de una bonita fuente, hacía mucho calor, el clima la confundía no parecía ser época de fiestas. Vio a un grupo de chicos vestidos con cuero, eso solo lograba darle más calor, uno de ellos llamó su atención, alto, rubio y muy flacucho.

Mei:-"podría ser su gemelo" se sonrió. Pudo notar que tenía puesta una chaqueta de cuero y le sentaba muy bien, de pronto tuvo una idea. Recordaba haber pasado por una tienda muy particular.

Al llegar observó nuevamente la vidriera, podía ver una chaqueta de cuero similar a la que usaba aquel chico de la plaza. Entró a la tienda, un chico enorme con largo cabello y una barba trenzada estaba detrás del mostrador, éste le sonrió al verla.

Mei:-"hola" pronunció tímidamente y se acercó al perchero donde estaban las chaquetas de cuero -"¿pu-puedo verlas?" el tipo le hizo una seña indicándole que lo hiciera.

La china comenzó a verlas una por una, estaban muy bien ordenadas en talles y modelos, había una que estaba atorada en los percheros superiores, le costaba llegar hasta ella, tuvo que jalar de una de las puntas para soltarla y ésta cayó sobre su cabeza. Velozmente volteó a ver si el chico la había visto pero éste estaba acomodando unas cosas de espalda a ella.

Tomo la chaqueta entre sus manos y comenzó a inspeccionarla. Tenía picos muy afilados en los hombros, tachas en el pecho y correas en la parte inferior, las mangas eran simples y poseían las mismas correas, al voltearla dejó escapar un suave suspiro, supo que era perfecta para él. Tenía bordado un diseño de una calavera prendida fuego, le recordaba a su tatuaje. Se acercó al mostrador decidida a comprarla.

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