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Advertencia: Este fanfic va tener un desarrollo y puede mencionar cosas delicadas y sensibles.

No esperen escenas "hot" porque va tomar tiempo para eso. Espero lo puedan entender, sin mas, los invito a leer <3

 Espero lo puedan entender, sin mas, los invito a leer <3

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A veces la vida puede llegar a ser muy complicada, cuando sientes que todo va mal y que todos te dan la espaldas, buscando la forma para poder salir adelante y que no te tomen de cobarde, sin embargo sigue siendo algo difícil para uno.

A veces uno siente que debería desaparecer, o huir, hacer un llamado de auxilio para que se den cuenta que necesitas ayuda, o mejor ahogarse en silencio y sola.

Normalmente Tzuyu pensaba así. Su vida nunca fue fácil, estuvo en coma durante 6 años si que problemas, es lo que sobra en su entorno y en ella misma. A pesar de todo siempre buscaba la forma de poder salir adelante, no se podía rendir a esta altura cuando pudo sobrevivir y gracias a dios sin ninguna secuela suficientemente grave, pero eso no significaba que estaba conforme.

Gracias a aquel accidente, Tzuyu se perdió de muchas cosas, empezando con una infancia, pre adolescencia y adolescencia, momentos con sus padres y su autodescubrimiento, tener el tiempo para pensar en que hacer con su vida y no pensando en ello en un par de meses.

No estuvo cuando su madre empezó a trabajar en su carrera de derechos, y cuando el matrimonio de sus padres se fue al basurero, nunca lo dijo pero muchas veces pensaba de que fue por su culpa, porque antes de todo, jamás hubo problemas entre ellos.pv

Solo era una niña de 9 años que iba al parque con su madre. Solo estuvo en el momento equivocado, en el día equivocado y en la carretera equivocada.

Tzuyu con la respiración agitada y su cuerpo sudoroso, se despierta nuevamente de golpe tras otra pesadilla. Miraba un poco borroso y mientras se acostumbraba a la luz. Se pasa la mano por su pecho para sentir como subía y bajaba.

Este tipo de cosas sucedían constantemente, soñar estar en aquel auto, las alucinaciones distorsionadas cuando estuvo en coma y las sirenas de la ambulancia.

Debia ser honesta, seguía teniendo miedo, a pesar de que ya han pasado meses desde que despertó y que esta organizando su nueva vida, esos recuerdos, esas imágenes no se pueden borrar fácilmente.

En la noche tenia miedo por no saber si despertará al día siguiente y en las mañanas sentía ansiedad porque significa que estaba viva.

Se giro un poco para ver su reloj y darse cuenta que ya eran las 9:48am.

Entonces su madre ya fue al trabajo.
—Señor Coco, de nuevo tuve una pesadilla.— Se dirige a su oso de peluche.

—Deberíamos tomar desayuno.— Finge una voz, como si su oso le estuviera respondiendo.

Se levanta con cuidado de su cama para ponerse sus pantuflas blancas en forma de conejo. Sale con su oso en sus brazos mientras bajas las escaleras.

Pensaran que es una niña de 10 años con una inocencia y el toque de infantil y tierno… Sin embargo, la realidad es otra, una muy cruel si le preguntan a Tzuyu, ella no es una niña de 10 años, es una adolescente de 16 años.

Tzuyu pone a hervir agua para hacerse un té y empieza a cortar pan para posteriormente tostarlo. No tenia mucha hambre pero si su madre se entera que no comió la regañaría.

Aprovechaba que era sábado para poder quedarse en pijama todo el día y no tener que cumplir con su horario de su colegio.

—Señor Coco, como le dije antes, mi mamá me enseño a cocinar, bueno, mas bien me enseño a preparar desayuno, ¡Pero es un gran paso!, ¿No?— A veces la pelirroja se sentía mal por ser una carga a sus padres y quería empezar de apoco actuar como una niña de su edad, mas bien, una chica de su edad.

Pero ella no podía evitar actuar así. Al fin y al cabo todo ocurrió cuando era una niña, esa personalidad no la podía cambiar de un momento a otro, no podía tener madurez sin tener experiencias para tenerla.

Apenas termino de preparar su desayuno se fue a sentar al sillón de la sala de estar llevando a su oso para después prender la TV.

Ha visto las noticias desde que despertó de su coma para estar informada de lo que pasa en el presente.

Aunque no entiende todo al 100% ya que se le ha olvidado un poco el coreano, cuando puede lee el diccionario y algunos libros para practicar mas su escritura y pronunciación.

—Señor Coco a veces siento que no entiendo nada de lo que dicen.— Refiriéndose a la señora de la TV.
Los fines de semanas normalmente son así, ella tomando desayuno en el sillón, después ir a ordenar su cuarto y esperar a que llegue su madre.

Como en este momento, que después de bañarse y cambiarse estaba leyendo un poco sobre la adolescencia, un libro que le regalo su psicóloga, un libro que no es capaz de leer por mas de un minuto por lo avergonzada, nerviosa y tímida que pone a Tzuyu.

—Hija, ya llegue.— Anuncia su madre dejando las llaves encima de la mesita de la entrada.

—¡Mamá! Estoy en la sala.— Le hace saber.

La mujer se acerca a su hija y nota que tiene ese libro.

—¿De nuevo no pudiste leerlo?— Pregunta recibiendo un asentimiento de su hija.—Tienes que intentarlo mi amor, eso te va ayudar a informarte mas sobre ti misma.

La mujer además de querer que su hija se informe sobre los cambios involuntarios que esta teniendo, quiere que ella entienda sobre el concepto del consentimiento.

—Lo intentare.

—Muy bien, ¿Tienes hambre?, te traje un pedazo de pastel que compre en una cafetería por aquí, deberíamos ir algún día, te encantara.

—Mamá, tenemos que serle fiel a la cafetería del centro.

—Mi amor, eso es un restaurante, es distinto a una cafetería.— Responde soltando una risa.

Su hija frunce el ceño con una cara confundida, ahí entiende la mujer que su hija no entendió nuevamente el coreano.
—Un restaurante es diferente a una cafetería.— Explica en chino mandarín.
Tzuyu vuelve a sonreír al haber entendido.

—Ven vamos a comer.— Propone la mamá. Sería mentirse así misma, pero a veces puede llegar a sentir tanto estrés; amaba volver a escuchar a su hija, verle esos ojos azabaches, esa sonrisa con ese hoyuelo tierno, verla caminar y saber que ahora ya estaba fuera de peligro, pero ahora era como comenzar de nuevo y tenia tanto miedo de equivocarse con su crianza, ahora es adolescente, esta en la etapa mas rebelde donde experimentara cosas nuevas y quiere poder explicarte todo antes de que cometa algún error.

Tzuyu a veces solía pensar en como sería su vida sin la parte donde estuvo en coma, ¿Seria la chica popular como en las películas en su colegio?, ¿Seria la chica revoltosa?, ¿Tendría amigos? Le gustaría saber todo eso, descubrir quien es, aprender de lo que se perdió y poder ver, sentir y hacer cosas nuevas.

Por lo menos cuando despertó pudo tener la oportunidad se cambiar su apariencia, no dudo mucho cuando quiso su cabello rojo como su princesa favorita, Merida, e ir de compras, aunque todo lo que le gustaba estaba en la sección infantil. Tuvo un cambio de habitación y un celular mucho mas avanzados a los que recuerda.

Esa parte le gusto, donde le permitían comprar lo que ella quisiera, lo que no le gustó, fue la parte donde debia ir a mil doctores cada mes para un chequeo,

¿Nadie entiende que estuvo 6 años en una camilla? Y ahora debe ir siempre esos hospitales.

En fin, odiaba esa sensación de volver a nacer y crecer.

Delicada; SaTzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora