Sana estaba en su cama mientras contaba todo el dinero que había ganado en sus tres trabajos, al ser fin de mes recibió su sueldo que al sacar la cuenta, este mes si se podrán pagar las cuentas, además de sobrar un poco para las compras al supermercado.-¡Momo!, ¡El dinero alcanzo para las cuentas!-Le informa a su hermana, quien estaba sentada en el piso leyendo un libro.
-Que bueno, además de que aun falta mi sueldo de este mes, ¡Si que por fin podremos estar económicamente bien este mes!-Momo y Sana estaban demasiado feliz.
Parecía un recuerdo borroso su vida en Japón. Cuando la adoptaron, junto con Momo, se recuerda saltado en un pie por tener una familia y por la suerte de haberle tocado unos padre como lo eran los señores Kim.
Con Momo nadaban en la gran piscina de su casa lujosa, tenían sus tres comidas del día e incluso más, cada uno tenía sus cuartos y sus padres hasta tenía tiempo para mimarlos y recordarles que los aman.
Enserio Sana estaba muy agradecida con ellos por salvarla de ese orfanato, y con el tiempo ellos lograron ganarse su amor.
Por eso jamás pudo superar, más bien aceptar, cuando de un día a otro su gran casa, se volvió una pequeña con tres cuartos y en otro país. Nunca acepto como sus padres, esos amorosos y responsables, los dejaron a la suerte mientras salían todos los días, cuando a veces no volvían en semanas para drogarse.
Tras esa decepción, al ser mayores todos acordaron cambiarse sus apellidos a los de nacimiento y poder desvincularse del matrimonio Kim.
A pesar de no ser la mayor, tomo el papel de adulto entre sus hermanos, teniendo que encargarse ella misma de mantener la casa, aunque ahora teniendo un poco de ayuda de Momo.
Sus hermanos no trabajaban ya que cada uno de ellos ya estaban a nada de terminar la preparatoria, y ya que no tenían para pagar una beca, tienen que estudiar día y noche para no perder una posible beca. Para Momo y Sana no era un problema trabajar, en especial para Sana quien no tenia nada mas que hacer en el día.
-Nada que ver con el tema pero... Esa chica con la que estabas ayer en la cafetería, ¿Qué onda? ¿Es tu amiga? No la había visto.- Interroga, un poco disimulada. No quería que sea obvio que aquella chica la cautivó.
-Ah, Tzuyu es mi amiga, nos juntamos para hablar de un trabajo y mañana va venir para acá.- Dice sin importancia, terminando de leer su libro.
Sana apenas termina de escuchar a su hermana se sienta de golpe en la cama.
¡La chica va venir aqui!
-¿Y Gahyeon y Seunghun?- Indaga Sana refiriéndose a sus "padres".
-Eso es lo que me tiene tan nerviosa, no se que hacer para que ellos no estén aquí.- Suspira angustiada, de solo imaginar en como sus padres le hablarían a Tzuyu diciendo todo tipo de comentarios, le ponía los pelos de punta o peor, que la pelirroja este aquí y ellos estén drogados.
Sana pensó en como podría ayudar a su hermana, ella sabe perfectamente lo que se siente traer a una amiga a casa y que sus padres estén ahí.
Definitivamente no era algo para nada bonito.
-Mmmh, ¡Uh! Vuelvo de inmediato.- Expresa, saliendo del cuarto, volviendo a los segundos después arrastrando a su hermano, Yoongi.
-Agh, ¿Por qué me tiras del brazo si fácilmente podrías decirme que venga para acá?- Molesto entra al cuarto de sus hermanas.
-Porque hubiera sido muy aburrido, además tu eres un flojo, hubiera dicho que no.- Suelta una risa.
-¿Y para que me quieren?-Va directo al grano el chico de cabellera rubia.
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Delicada; SaTzu
FanfictionTzuyu a su corta edad de 9 años, tuvo la peor de las vueltas de la vida al quedar en coma por un accidente automovilístico, perdiendo momentos importantes en su etapa de niña y pre-adolescencia. Sin amigos, ingenua y con grandes traumas, conoce a S...