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"____, te escribo esta carta para celebrar nuestro octavo mes juntos, lamento mucho no estar contigo en este, el anterior, y el anterior y..."
Albedo arrugó con rabia el papel que estaba escribiendo, lanzándolo al piso. La bola de papel rodó hasta toparse con la gran pirámide que formaban cientos de otros intentos de cartas.
⎯Bien, desde el principio.⎯ Susurró mientras volvía a untar la pluma en el tintero, pero justo antes de que está tocase la hoja, una pequeña explosión sonó en la entrada del laboratorio, alertando.
⎯¡Albedo, algo malo ocurrió con el experimento!.⎯ La afligida voz de Sacarosa lo llamaba, mientras que, de fondo, Timaeus corría de un lado a otro, tratando de apagar desesperadamente algo que se quemaba.
Albedo rápidamente dejó su puesto, olvidándose por completo de escribir y enviar aquella carta.
Semanas más tarde...
Debido a un urgente mensaje enviado por Jean, todos los caballeros de Favonius debían reunirse en la sede a medio día para recibir un anuncio importante. Albedo se vio obligado a dejar Espinadragón, llegando a la ciudad de Monstadt cuando a penas faltaban solo un par de minutos para que iniciase la reunión.
Se abrió paso entre los cientos de soldados que repletaban el pasillo, pocisionandose justo a un lado de Kaeya, el capitán de caballería.
⎯Kaeya, ¿Has visto a ____ por aquí?.⎯ Preguntó él rubio, buscándote con la mirada entre los presentes.
El peli azul se giró de inmediato en su dirección, observándole con una mirada de espanto. ⎯¿A caso no lo sabes?.⎯ Preguntó sorprendido.
Pero antes de que Albedo pudiese hablar, la gran maestra intendente entró a la sala, seguida de Lisa. Ambas tenían una mirada increíblemente sería en sus rostros, cosa que alertó al rubio.
⎯Los he reunido a todos aquí, para confirmarles que la crisis de Stormterror ha sido controlada, Dvalin ya abandonó el territorio, por lo que Monstadt ya se encuentra a salvo.
Los vítores y gritos de alegría no tardaron en llegar, resonando por todo el salón. El alquimista captó de inmediato que algo estaba mal, ya que ninguno de sus amigos sonreía.
⎯Sin embargo, debemos informar también que la vida de un caballero se perdió el día de la batalla.⎯ Una mala sensación de alojó en el estómago del rubio ante esas palabras. ⎯Nuestra capitan ______ falleció en batalla, sacrificándose valientemente por la victoria.
