Paternidad e Instintos

8

-Alfred...

El mayordomo le prestó atención. Bruce aún no sabía cómo decirlo, nunca fue muy expresivo con sus sentimientos.

-Él volverá, solo debe esperar.

El momega asintió encogiéndose sobre la cama. Se envolvió con las mantas y solo dejó que su rostro fuera visible.

-Clark... -llevó su mano izquierda a su glándula Omega, justo donde se supone debería estar la marca.

Solo había un chupetón, quiso llorar, gritar de dolor porque no había mordida.

-Amo Bruce, recuerde que el joven Kent no lo dejará así con solo eso. Él tiene valores y como fue criado a la antigua, primero debería cortejarlo a usted para que después creen su lado de unión.

Con esa explicación el Omega se calmó un poco. Alfred tenía razón.

Además, nada le pasaría estando en la antigua casa de su Alfa, en la antigua habitación de éste, lleno de su fuerte aroma a roble y tierra que logró tranquilizarlo. Su Omega estaba lleno de gozo por saberse lleno del aroma del Alfa.

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Golpe tras golpe.

El alfa que había secuestrado a su Omega estaba casi inconsciente.

-No quiero que te acerques a él -rugió molesto.

-No... lo haré...

Apenas y pudo responder. Los golpes que soltaba el Alfa más grande no lo dejaban responder del todo.

Clark rugía y aullaba molestado. Aún no terminaba con el tipo. Dejó al Alfa de rango bajo en el suelo, con un último golpe lo dejó inconsciente.

Salió del lugar para partir directo a su hogar con su Omega.

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Lamento la tardanza, pero ahora ya no podré publicar nada por teléfono, solo será por laptop, así que volví espero que les guste.

Jimmy 🏳️‍🌈