Capítulo 11

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—Oh vamos Alfred, solo fue un beso pequeño.

Pero el Beta no lo veía de esa manera, él creía que ese beso era como faltarle al respeto tanto al Omega como a él que es quien lo cuida.

Sabía que estos tiempos eran diferentes a los que él vivió, pero aún así le molestaba que durante el tiempo que llevaban de cortejo, se le diera un beso al Alfa. Era inaceptable.

—Lo dejaré pasar esta vez —lo miro seriamente— la próxima no seré tan amable.

Con eso salió de la habitación del Omega.

Bruce rio contento y feliz por qué su instinto le pedía a gritos dejarse de curculerias y lanzarse a los brazos del Alfa y dejarse hacer.

—Controlarse es la única opción disponible para que Alfred deje que me case con Clark —se dijo decidido.

Camino a su armario para sacar una prenda del Alfa e inhalar el exquisito aroma. Se sintió caliente con solo eso.

Así que se colocó la prenda y comenzó a masturbarse mientras imaginaba a Clark haciendo de él un desastre.

Después de todo no era la única vez que lo hacía y aunque su cuerpo pedía a gritos el pene de su Alfa, debía aguantarse con solo usar aquel falo de plástico.

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—Me temo joven Kent que usted se ha propasado con mi hijo está tarde —eso lo alarmó.

—Lo siento, no volverá a suceder. Bruce no fue quien me beso, lo hice yo así que asumiré las consecuencias —su honestidad le bastaba a Alfred.

—Eso espero joven Kent. Porque no voy a perdonar su insolencia.

Clark asintió de manera cortez mientras Alfred lo dejaba solo.

Suspiro, de ahora en adelante no dejaría que su Omega le pidiera algo. Debía cumplir con su palabra y no caería ante la tentación mientras estén avanzando con el cortejo.

—Bruce, eres el Omega más atrevido que he conocido y eres solo mío. —dijo en un suspiro enamorado.

“Marcalo, follalo”

Su Alfa interno había recurrido a sus instintos para poder oler la fragancia de su Omega que estaba al otro lado de la granja.

Decidió que Bruce viviera en su antigua casa, mientras que él se acomodaría en el cobertizo para así seguir al pie de la letra el cortejo.

Los instintos de ambos les pedían a gritos dejarse llevar y hacerse uno, pero debían controlarse para cuando termine el cortejo.

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¡Volví! Espero que les haya gustado esta nueva actualización, si es así déjenme saberlo en los comentarios.

Jimmy 🦄

Paternidad e InstintosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora