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—Bien. Digan todo lo que tengan que decir para que pueda buscar una forma de ayudarlos.

La voz del Omega se hizo presente en la estancia de la casa. Sus pasos resonaron en la sala, dónde se encontraban dos jóvenes Linterna y Flash sentados en el sofá de tres piezas, temblando al borde de las lágrimas.

Alfred venía detrás de Bruce, ayudándolo a mantenerse de pie hasta llegar al sillón individual, dónde apenas llegó, se sentó relajando sus destrozados músculos.

Al menos ya estaba acostumbrado al dolor de su cuerpo así que esto sería temporal. El Omega agradecía todos esos días de entrenamiento que le dió Alfred y todos esos maestros de todo tipo de artes marciales y de defensa personal. Solo así era capaz de soportar todo tipo de dolor que sufría su cuerpo.

Los jóvenes frente a él, balbuceaba incoherencias y palabras inentendibles haciéndolo sonreír divertido. Ese par se comportaban acordé a su apariencia a pesar de ser adultos atrapados en sus cuerpos jóvenes.

—Fuimos muy torpes... No seguimos las órdenes de Diana y fallamos en la misión. —confesó linterna una vez pararon de parlotear al mismo tiempo, echándose la culpa uno al otro.

—Cuando estuvimos en la baticueva... —inició el velocista— nosotros vimos el boletín sobre lo que hacía el Wason... Y queríamos ayudarte para que cuando volvieras ya no te preocupes por él.

—Y, le pedimos ayuda a Diana porque ella se había quedado a cargo del equipo por un tiempo... Cyborg también nos ayudó, y no les hicimos caso. —continuó Linterna.

—Fallamos en la misión. Fracasamos por ser impulsivos y competitivos. —finalizó flash bajando la cabeza esperando el regaño del Omega.

Bruce no puedo evitar reírse ante la explicación, ese par si que se había metido en problemas, pero habían intentado ayudarlo, algo que nadie había hecho antes, ni siquiera Clark porque al Alpha le gustaba saber que su Omega era muy fuerte y valiente, sin su ayuda.

Esos dos frente a él, lo habían hecho reír como nunca en los últimos días.

—¿Se dan cuenta de que los químicos que les cayeron para rejuvenecerlos, se está disipando? —les dijo dejando de reír para notar como cambiaban de adolecentes a adultos.

Ambos quedaron sorprendidos ante lo dicho por el Omega. ¿Cómo sabía que diciendo la verdad podían volver a la normalidad?

—Ahora entiendo porque amo Bruce se reía de ellos.

El comentario de Alfred también los descolo un poco. ¿Ambos lo sabían?

—Respondiendo sus incógnitas, fue hace unos años antes de conocerlos. Yo estaba detrás de una pista del Wason y estás me gustan a una fábrica industrial, había de todo tipo de químicos. —relató viendo las miradas de sus compañeros— Estábamos peleando y me lanzó una bomba en forma de cascabel, no calculé bien mi caída ni pude esquivar la bomba así que me dió en la espalda. La explosión me lanzó a una mesa con muchas botellas que parecían perfumes. No me había dado cuenta de que era un adolescente hasta que él escapó riéndose de mi, de lo débil y patético que le parecía. —suspiró riendo un poco antes de continuar— Le llamé a Alfred porque no me sentía bien, me sentí mareado y adolorido.

—El amo Bruce, estaba totalmente perdido y confundido por lo que veía. Su cuerpo había resentido la falta de descanso que había no había tenido siguiendo al Wason. —siguió Alfred— Que apenas llegué, lo subí al auto y lo lleve a la baticueva porque su aspecto era demasiado joven como para hacer sufrido un accidente. Así que espere a que despertará y cuando lo hizo quiso perseguir al villano de nuevo, pero no sé lo permití mostrándole su reflejo. —el Beta sonrió ante el recuerdo— Luego de que se vio siendo un adolescente otra vez, hizo de todo para volver a la normalidad, pero nada parecía funcionar. Hasta que un día nos topamos con la mujer maravilla y dijo que quizá podía ayudarnos.

—Así fue. Ella me hizo tomar el lazo de la verdad y decirle una verdad que nadie a excepción de Alfred sabía. Luego de eso, ella guardo mi secreto y yo volví a la normalidad. —explicó tomando una taza de té que le había dado el Beta— Fue cuando me dí cuenta de que diciendo la verdad era posible contrarrestar los efectos rejuvenecedores que había usado el Wason en esa ocasión. Aunque solo se debe ser sincero con la persona que te inspira confianza. —dijo viendo al par, ahora adultos, mirarse entre sí.

—¿Eso quiere decir que ya sabías cómo volvernos a la normalidad? —cuestionó flash.

—Espera, tú volviste a la normalidad con ayuda de diana y su lazo de la verdad. ¿Cómo es que nosotros lo logramos sino tenemos ese lazo? —agregó linterna confundido.

—Sí lo sabía. —soltó una suave carcajada antes de responder de nuevo— Ustedes no se fueron cuenta de lo que pasó. El lazo, lo tienen alrededor de sus hombros y solo cuando les pedí que me dijeran lo ocurrido en la misión, soltaron la verdad. Me imaginé que mentirían así que le pedí su lazo a Diana y Alfred fue quien se encargo de colocarlo sobre ustedes para que pudiera funcionar.

Flash y Linterna se quedaron anonadados. Todo eso había sido impresionante y muy increíble. Jamás pensaron que Bruce tendría el lazo en esa casa, ni que Alfred fuera inmune al objeto.

—Gracias. Ahora entiendo porque nos haces falta en el equipo.

—Ahora somos una manada Barry, no un simple equipo. Por eso Bruce es el líder. —argumentó Linterna verde— Gracias Bruce. Nos vemos pronto, no quiero estar aquí cuando llegue Clark. —dijo yéndose de la casa al igual que flash, justo a tiempo, porque había llegado el Alpha a la residencia y se encontraba todo triste.

Clark tenía mucho que hablar con Bruce. Pedirle perdón por haber sido tan brusco con él y todo lo adoloridos que lo había dejado.

Quizá Bruce lo perdone si hace lo que quiera al pie de la letra.

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¡Actualización!

Tarde tanto, pero lo termine. Tarde pero seguro.

Espero que les haya gustado si es así déjenme saberlo en los comentarios.

Jimmy 🦄

Paternidad e InstintosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora