-No, Jughead, yo si tengo las cosas claras. Me atraes y te tengo una especie de cariño, eso es todo.
-¿Ahora si? ¿No era un idiota al que nunca amarías y todas tus mierdas?
Una fiesta cambió todos los planes, para bien o para mal, debía afrontar un...
This won't be a burden if we both don't hold a grudge I think it's pretty plain and simple We're Good - Dua Lipa ─── ❖ ── ✦ ── ❖ ───
Tocó el timbre esperando que alguno de los chicos que vivían en la casa la reciban. Segundos después, Kyle abrió la puerta sin mostrar alguna expresión, como de costumbre—Reggie está arriba.—avisó dejándola pasar.
Veronica observó a Archie en el sofá, al escuchar a su amigo, él volteó y le dio una sonrisa—Hola, Ronnie.
Nunca había dejado de llamarla por ese apodo.
—¿Cómo estás, Arch?—sin embargo, ella si dejó de usar el apodo que le había puesto cuando se conocieron. Creía que de esa manera, todo sería menos doloroso.
—Cansado, acabo de volver del entrenamiento.—comentó con su habitual amabilidad—¿Cómo te fue en los exámenes?
—Ya estoy en tercer año.—dijo con orgullo.
—Eso es genial.—la felicitó.
Y por un momento, perdida en sus pensamientos, Veronica se preguntó por qué no dejó sus celos de lado y luchó por el amor que sentía por él. Era alguien difícil de remplazar.
—Gracias.—murmuró—Me quedaría a charlar contigo, pero vine a...—Archie negó:—Claro, ve.
Le dio una última sonrisa antes de subir las escaleras y recorrer el pasillo hasta llegar a la puerta que buscaba. Al parecer, la casa estaba casi vacía. Tomó una bocanada de aire al llamar a la puerta de la habitación en la que había pasado gran parte de su tiempo en los últimos meses.
Al abrirse pudo ver a Reggie mascullando algo mientras se colocaba una remera. Su rostro lo delataba, recién despertaba y estaba de mal humor por la visita repentina, aunque su expresión se alivió cuando la vio parada frente a él—Vero...—murmuró. Veronica no tenía mala cara, Reggie no encontraba ninguna señal de odio, o de que ella fuese a gritarle.
—¿Puedo pasar?
—Adelante, pasa.—aseguró haciéndose a un lado para despejar la entrada del cuarto—Oye, siento no haberte escrito estos días, estuve algo ocupado.
La pelinegra se sentó en el borde de la cama sin siquiera preguntar, dejando su bolso en su regazo—No quiero excusas.
—No es una...—comenzó a balbucear hasta ser interrumpido:—Si lo es, pero no vine con la intención de reclamarte nada. Vine a que dejemos en claro que ni tú ni yo queremos continuar.—alzó sus cejas—¿Estoy en lo cierto?
¿Cómo podía estar tan tranquila y ser jodidamente madura?
Él asintió lentamente—Lo siento, Vero. No quise que sea así.
Bajó su cabeza y miró sus pies descalzos. Sentía la mirada de Veronica, pero no quería verla, sería peor. No lo sufría como lo haría con una ruptura, eso estaba claro, pero sentía cariño por ella. Pasaron tardes en la casa, compartieron risas, caricias, tuvieron sexo para luego dormir juntos. Era como una amiga... Una a la que le conocía en la intimidad, pero al fin y al cabo una amiga.
—Yo tampoco quería que me dejes de contestar.—hizo una mueca aunque Reggie seguía sin mirarla—Nunca nos prometimos nada, sólo éramos algo así como sexo casual y tal vez nos excedimos un poco con el tiempo que pasamos juntos.
—Me asusté pensando que llegaríamos a una relación.—admitió levantando la cabeza nuevamente—No me siento preparado para eso.
—No era lo que buscaba, creo que lo habíamos dejado en claro desde un principio.
—Lo sé, pero sabes que soy medio idiota.—Veronica soltó una pequeña risa, Reggie sonrió al ver que fue por él—¿O sea que está todo bien?
—Si, Reg.
—Fue más fácil de lo que creí. Estaba seguro que me odiarías.
La pelinegra se puso de pie dispuesta a salir—No te creas tan importante.—lo molestó.
—Gracias por lastimar mi orgullo.—soltó antes de que ella dejará la habitación.
Bueno, había sido la primera vez que lo dejaban y pisoteaban su ego tan rápido en cuestión de minutos.
Suspiró decidiendo si volver a la cama o no, terminó en ella sin mucha dificultad ya que no tenía mucho por hacer más que continuar con su siesta.
En la planta de abajo solo estaba Kyle, que apenas se dignó a saludarla cuando la escuchó despedirse y decir algo sobre Charles, no sabía bien qué dijo, pero tampoco le interesaba.
Así era Kyle. Silencioso, reservado y según el resto: antipático. Le gustaba manejar sin compañía y frenar a un costado del camino para fotografiar los paisajes que llamaban su atención. Prefería tomar con cautela y solo los fines de semana, no como el resto de chicos con los que vivía. Y a pesar de que su hermano lo arrastró a esa fraternidad, porque unirse no estaba en sus planes, él quería mucho a sus amigos. A veces le agradaba estar allí.
Observó su laptop, más precisamente la foto que estaba editando. Durante algunas fiestas, aprovechaba la distracción de las personas para tomarles fotos. Se le daba bien, o eso era lo que decían sus notas. En ese momento estaba trabajando con una foto de Sweet Pea, élse encontraba parado sobre una mesa alzando su vaso y probablemente diciendo alguna estupidez, pero seguía viéndose bien. Ha de admitir que era fotogenico.
Al igual que todos, sus clases ya habían terminado, le quedaba tan solo un año más, pero ya no debía entregar trabajos. Le gustaba tener recuerdos, sabía que cuando sea viejo iba a querer tener todas esas memorias.
—¿Qué haces?—preguntó Charles camino a la cocina.
—Nada que sea de tu interés.
No tenía porque hacer notar su cariño ni enseñar sus fotos.
—Siempre tan agradable.—suspiró—¿Has visto las cabañas que envió Fangs?
El rubio se acomodó en el sofá mientras que su amigo estaba en uno individual a su lado. Todavía no habían resuelto dónde se quedarían la semana que pasarían fuera de la ciudad, ni había hablado con su hermana para organizar su visita a Riverdale.
—No, ¿Tú si?
—No, pero confiaré en él y lo dejaré en sus manos.
—Yo no confiaría ni una planta a Fangs, así que si revisaré eso.
—Prefiero eso antes que perder mi tiempo buscando un lugar.—confesó—No creo que sea tan idiota para mandarnos a un descampado.
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