Capítulo 4

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You're the only friend I need
(You're the only friend I need)
Sharing beds like little kids
(Sharing beds like little kids)
And laughing 'til our ribs get tough
(Laughing 'til our ribs get tough)
But that will never be enough
(But that will never be enough)
Ribs - Lorde
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Bueno, si sentiría miedo, no lo haría sola. Y la mejor idea que cruzó por su mente fue caminar hacia la fraternidad, pero no podía llegar a la casa y soltar esa noticia.

Tomó aire al salir del edificio y miró hacia ambos lados, no sabía a donde se dirigía pero comenzó a caminar. Media hora después encontró una cafetería que lucía nueva, observó la poca gente dentro del local y entró para comprar algo.

—Gracias.—agradeció poco minutos luego con una sonrisa mientras tomaba su caja. Salió del lugar y caminó otros treinta minutos de vuelta al campus.

Su cabeza iba a mil por hora, las cosas se le estaban yendo de las manos y no sabía como solucionarlo. También tendría que hablar con el desconocido—quien era mejor amigo de su hermano—para que la ayude, si es que le creía.

Esa era otra de las opcione ¿Y si el chico no le creía? Sería difícil, pero no podría juzgarlo, ella también entraría en duda si una desconocida llega y dice ser madre de su hijo. Pensó en la cantidad de chicas que debían pasar por esa casa y se sintió aún más pequeña, con menos esperanza de que la noticia caiga medianamente bien.

Antes de entrar al edificio sacó un cupcake de la caja para darle un mordisco, y así, con el cupcake en su mano, subió para encontrarse nuevamente con Veronica—Traje comida.— anunció con la boca llena.

Con una mano en la cintura y una ceja alzada, su amiga se acercó—No salgas sin avisar, y menos luego de contarme tremendo problema.—la regañó y le quitó la caja de sus manos.

—Lo siento, necesitaba pensar y de camino encontré una nueva cafetería. No se me ocurrió mejor idea que traer algo dulce para llorar.

—¿Quieres hablar?—ella negó—Bien, ven aquí, lloraré contigo.—aseguró acomodándose en el sofá.

Betty hizo un puchero con sus labios mientras se acomodaba al lado de su mejor amiga para recostar su cabeza en el regazo de ésta—Hoy he tenido náuseas.—la pelinegra había comenzado a sentir como las lágrimas mojaban su pantalón, pero no hizo nada más que jugar con su cabello.

Que Veronica esté ahí en ese momento para ayudarla valía mucho para ella.
Esos dos años Veronica le demostró que su amistad era real, que iba más allá de compartir departamento, era algo que permanecería tiempo después de su graduación.

Así como Betty le dio su hombro para llorar en cada pelea con Archie, ella iba a estar para su mejor amiga, para secar sus lágrimas y darle todo su apoyo en la decisión que tomase.

—B, tienes que hacerte ese test.

—No quiero, no aún.—murmuró—Si da positivo, quiero tenerlo, pero tengo miedo.

Aunque si daba negativo, no se desilusionaría, más bien sería un alivio.

—Si da positivo, seré la mejor madrina para esa cosa llorona. Porque es obvio que me elegirás a mi y no a Polly.—eso había sonado más como una amenaza—Pero, Betty, si no quieres tenerlo, también cuentas conmigo y te aseguro que estaré ahí para tomar tu mano en cada momento. Lo sabes, ¿Verdad?

La rubia se incorporó en el sofá y abrazó a su amiga rompiendo en llanto nuevamente—Gracias.

—No tienes que agradecerme, idiota.—rió suavemente alejándose de ella para poder limpiar sus lágrimas—Podemos quedarnos aquí el resto del día y engordar mientras lloramos, o podemos salir a tomar aire y mentalizarse para lo que sea que pase luego de ver los resultados del test.

—Quiero ir hacerme un estudio. ¿Podemos ir?

—¿No es mejor quitarte la duda ahora?

—No, porque esas cosas pueden fallar. Mira si da negativo pero dentro de unos meses sale un niño por mi vagina.—hizo una mueca de asco—Necesito apoyo emocional y psicológico.

Ella asintió dándole la razón—En especial psicológico.

—No sé tú, pero yo me iré a un hospital con esta cara horrible llena de lágrimas.—aseguró sobando su nariz mientras se ponía de pie—Necesito mi documento y el carnet de la obra social, también dinero y... Creo que eso es todo.

—Cariño, necesitas un turno, pide uno para mañana.

La situación la estaba volviendo loca, no sabía si llorar o hacer algo porque quieta no podía estar.

—V, ¿Te molesta que me vaya a dormir?—preguntó luego de suspirar.

Ella le dio una sonrisa—No, ve. Estaré en mi cuarto.

Betty caminó hacia su habitación y antes de cerrar la puerta habló—Y, V,—la volvió a llamar—no le digas nada a Reggie.

—Tranquila, no lo haré.

—Gracias.—susurró.

Cuando por fin estuvo sola se acostó y dejó que sus lágrimas mojaran su almohada hasta quedarse dormida.

¿Podría sobrevivir a todos esos cambios?

¿Podría cuidar de alguien más pequeño y delicado?

¿Podría soportar que la mirasen con la lástima?

¿Podría soportar los comentarios de sus compañeros?

¿Podría cuidarlo sola?

¿Qué diría su familia?

Estaba asustada, se sentía perdida y no sabía a quien pedirle ayuda. Necesitaba a una persona que soporte todo el maldito embarazo a su lado, y Veronica no podía ser esa persona, ella tenía una vida propia.

Y la idea de tener que recurrir a un extraño era algo triste, porque en el peor de los casos, él sólo entregue un poco de dinero y desaparezca.

Tal vez tenía una idea totalmente errónea del chico, pero ella creía que lo mejor era estar preparada para cualquier cosa.

Tal vez tenía una idea totalmente errónea del chico, pero ella creía que lo mejor era estar preparada para cualquier cosa

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Escrito: 13/07/202
Publicado: 10/01/2023

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