If we try - Bughead

Capítulo 13

Sweet talk and pretty face
I got beat at my own game
You came around
Made me lose my mind
A lovely crime
Around a glass of wine
Dangerous Woman - Rosenfeld
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Esos últimos tres días sin ver a Jughead se habían basado en: despertar, ver sus apuntes, llorar, seguir estudiando. Y así en un bucle.
La semana siguiente debía rendir los últimos exámenes del año, lo que conllevaba más estrés dada su situación llena de hormonas alborotadas.

En cambio, para Jughead fue extraño no saber de ella. Siquiera Charles le dirigía la palabra, aunque lo entendía. Le daría su tiempo. Tarde o temprano tendrían que hablar nuevamente. Ahora eran...¿Familia? Podría ser, pero ninguno iba a admitirlo todavía.

—And I miss you on the train, I miss you in the morning...—canturreaba mientras tostaba su pan.

Esa noche Veronica había ido a cenar con unas amigas de la Universidad, así que tenía el lugar para ella sola. Lo más interesante que haría era comer y escuchar música al ordenar su cuarto.

Preparó su comida y llevó el plato junto al resto de cosas necesarias hacia la mesa, donde tenía su laptop para buscar una película y entretenerse al menos un rato.

No muy lejos de ahí, en la casa de la fraternidad, las personas llegaban de a grupos a la fiesta de casi todos los sábados, rara vez no se realizaban. Barriles de cerveza en el jardín y botellas de todo tipo de alcohol sobre las mesas, gente bailando de diferentes maneras—según que tan ebrios estén, eran más ridículos—, algunos cigarrillos, cosas que no parecían ser legales y tal vez alguna escena explícita. Todo en orden.

—¿Debo escribirle?—preguntó a un chico que pasaba por su lado.

Este lo miró confundido—No lo sé, amigo, sigue tu corazón.—le recomendó.

Eso era todo lo que necesitaba para marcar su número, eso y tal vez algunos vasos encima.

—¿Hola?— escuchó del otro lado del teléfono.

No esperaba su llamada, y menos a esas horas.

—¿Estabas durmiendo?

—Oh no, ¿Pasó algo?

—No, sólo quería saber cómo estabas.

Betty rió—¿Fiesta aburrida?

No era difícil detectar en donde estaba ya que se podía oír ruidos de fondo e incluso él alzaba la voz.

—Si, ¿Quieres venir a hacerme compañía?

—En verdad no, pero tú puedes venir aquí.

—¿Puedo entrar?

—Se supone que no, pero es más fácil de lo que crees.

—¿Quieres que lleve algo?

Ésta observó su refrigerador antes de contestar—Chocolate.

—En veinte minutos baja.—fue lo último que dijo antes de cortar.

Esquivó a las personas que se encontraban en las escaleras para subir a su habitación y tomar las llaves de su auto. En el camino pasó por el supermercado a buscar lo que Betty le había pedido.

Cuando llegó, ella se encontraba sentada en los escalones del edificio con su celular esperandolo. La miró durante unos segundos hasta que se decidió a bajar con una bolsa en mano.

—Traje lo que pediste.—soltó haciendo que ella levante la cabeza—¿Y ahora...?

—Cuando te haga una seña, pasas rápido, yo la distaere.