-No, Jughead, yo si tengo las cosas claras. Me atraes y te tengo una especie de cariño, eso es todo.
-¿Ahora si? ¿No era un idiota al que nunca amarías y todas tus mierdas?
Una fiesta cambió todos los planes, para bien o para mal, debía afrontar un...
We're so young but we're on the road to ruin We play dumb but we know exactly what we're doin' New Romantics-Taylor Swift ─── ❖ ── ✦ ── ❖ ───
Jughead la invitó a pasar pero ella prefirió evitar cruzarse con Charles. Ese era un problema en el que no había pensado, su amigo, aunque un par de golpes no serían nada comparado a un bebé.
Los suaves toques de las uñas de Betty sobre la taza de té era el único sonido que provenía de esa mesa luego de que haya dejado sobre esta la ecografía. El pelinegro la tomó con cuidado y clavó su mirada en ella por unos minutos.
—Se que es extraño, y no estás obligado a hacerte cargo ni sentirte presionado por mi hermano.—insistió—Puedo encargarme de los papeles para que me cedas tu parte de la custodia y no tendríamos que volver a vernos.
Aunque en ese momento su futuro parecía un agujero negro, sólo sabía una cosa:—Es mi hijo,—se escuchó decir—quiero formar parte de su vida.
La rubia soltó un suspiro de alivio—Bien, creo... creo que está bien.
—Y... me gustaría acompañarte al próximo control, pero sólo si tu quieres.—intentaba hacer las cosas bien y con cuidado, no quería agobiarla más de lo que ya estaba—O tal vez podemos dejarlo para más adelante.—sugirió.
—Oh no, está bien. Te daré mi número y podremos cuadrar las citas.
A pesar de no ser como se lo imaginaba, él parecía querer involucrarse en el embarazo, por lo que eso ya era suficiente. Un peso menos.
—¿Cómo vas hasta el hospital?—preguntó.
—En bus, hoy fui con Veronica.—le comentó suponiendo que ya se conocían. Probablemente era así ya que ella iba seguido a su casa.
Este asintió—La chica que sale con Reggie ¿No?
—Si, ella. Compartimos habitación.
—Pobre de ti.—ambos rieron—Pero a lo iba, a partir de ahora preferiría pasarte a buscar, solo por si acaso.
Tal vez fue el hecho de su preocupación lo que le causó ternura y la hizo sonreí inconscientemente—Todavía puedo caminar sola, pero gracias. Solo estuve con algo de nauseas, nada importante.
—Como prefieras, pero si eso te marea o algo, yo podría pasar por ti.—aseguró—Y...¿Qué pasará con la residencia?
—Claramente no tenía esto planeado,—rió con algo de tristeza—así que solo queda empezar a buscar algún departamento.
Betty pagó su bebida y ambos salieron del lugar en silencio, habían acordado varias cosas para el poco tiempo que llevaban de conocerse. Caminaron hasta el campus e intercambiaron sus números en la entrada del edificio—Jughead.—lo llamó.
—¿Si?
—Gracias.—soltó antes de darle las espalda.
Un bebé. Mío. Mi bebé. Un niño pequeño que llora y necesita atención todo el día. Algo fácil. Pensó el chico.
No quería volver a la casa, no podía ver a nadie con esa cara donde todo su temor se reflejaba. Tomó su auto y condujo por horas. Sólo él, la música y el viento. Bueno, también estaban algunos de sus pensamientos atormentandolo.
Si ella con el tiempo notaba que era un idiota no lo dejaría formar parte de la crianza. ¿Qué tal si se llevaban mal? ¿Llevaría al niño a una fraternidad? No era lo correcto pero ¿Qué debería hacer?
La música frenó en cuanto Jughead comenzó una llamada—Papá.
—Jug, que raro que llames.—rió. Solía llamar para fechas importantes, el resto de la comunicación era a través de mensajes—¿Sucedió algo?
Fp podía escucharlo respirar del otro lado del teléfono—Yo...
—Vamos, Jughead, habla.—lo alentó—¿Quieres hablar con mamá?
—No, por favor no le digas.
—Es que no sé de qué hablas, hijo.
—Seré... Yo,—esa palabra aún era difícil de pronunciar—tendré un hijo.
Escuchó a su padre reír—Pero esa es una buena noticia, supongo.—agregó esa última palabra confundido.
Mientras veía al sol esconderse, le explicaba como era la situación. Al parecer lo entendió e intentó ayudarlo tanto como podía desde la distancia. Ambos sabían que en algún momento se tendrían que ver porque en cuanto su madre se enterase, iría a conocer a la madre de su nieto.
Fuera de todo el caos que había comenzado, una parte de él agradecía que Betty lo haya hecho parte, eso no significaba que el temor se había ido. Estaba jodidamente aterrado. Pero ya no había tiempo para correr, no podía huir.
—¿Trabajaste?—preguntó Veronica.
La rubia dejó su mochila sobre la mesa y negó—Fui a verlo.
—Oh B, podría haberte acompañado.
—Estuvo bien.—dijo extrañada—Él dijo que quería tenerlo.
—¿O sea que todo está bien?
—Bueno, no puedo saberlo ahora, pero no parece mal chico. Y dijo que quiere acompañarme a los controles.
—Me alegro, B.—le sonrió—¿Hablaron sobre Charles?
—No, pero creo que se lo diré yo. Es decir, es mi hermano.—se encogió de hombros—Ya no quiero hablar de esto. ¿Qué has hecho hoy?
La morocha tomó su laptop y se acomodó en el sofá con emoción—Estuve viendo temáticas para tu fiesta de cumpleaños.
—Actualmente no es algo que me emocione, V.—dijo sentándose a su lado.
—Vamos, Betty, será tu último año sin responsabilidades.—rogó—Incluso podrías usar algo sexy sin que se note.
Y tal vez Veronica tenía razón, sería su último cumpleaños sin un bebé a su cargo. Algo de diversión no le vendría mal para despejarse.
—Supongo que podemos hacerlo.—accedió haciendo chillar a su amiga.
—¿Neón o disfraces?
—¿Qué tal simplemente una fiesta normal?—rió.
Esta suspiró—Bien, con que festejes me conformo.
—Mantendremos el secreto hasta luego de la fiesta. No quiero que nada sea extraño.
La morocha asintió—Haremos algo grande.
—Haz lo que quieras, V, sólo avísame a qué hora y cómo debo ir vestida.
—¡Genial! Yo me encargo.—aplaudió emocionada.
Al menos uno de los dos padres estaba más relajada, en cambio, el otro no había podido digerirlo.
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