La determinación de una mente sin tabúes

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—Vamos... abre la boquita y di "Aaa..."

Sin embargo, la persona visiblemente molesta que estaba frente a ella hizo un puchero y giró el rostro hacia otro lado.

—Venga, venga... Aquí viene el misil hordiano... ¡Chu-chu!

¡Adora, los misiles hordianos no hac....! ¡Agh..!

—Bien, una más, una menos; ya solo queda medio plato.

La chica felina, no cabía en sí de la indignación.

Primero era inverosímil que aquella rubia, salvadora de Etheria, pensara que los misiles Hordianos hacían como simples trenecitos... ¡Era obvio que hacía "SHUUM-SHUUM"!

O al menos eso era lo que había dicho Scorpia alguna vez.

Segundo, y lo más embarazoso, que le estuviera dando de comer en la boca cual bebé...

Había caído tan bajo.

—Yo puedo comer sola, no es necesario que... ¡ACHU!

—¿Y qué te riegues la sopa encima? Ol-vi-da-lo, mas bien deja de renegar y... ¡ACHU!

Un sonoro estornudo de la rubia hizo que el plato saltara dejándole el regazo húmedo y con algunos trocitos de alimento.

—¡JA! ¡ACHU! El burro... ¡ACHU!... hablando de... ¡ACHU!... Orejas...

Ay no Catra, me regué... -hizo una mueca poniéndose pálida- ahora me van a...

—¡ADORA Y CATRA! ¡Las dejo 5 minutos, sólo 5 minutos y ya andan armando un desastre!

Glimmer y Bow entraron al cuarto de la Rubia y la castaña cargando una bandeja con una jarra de agua, dos vasos y unas pastillas para bajar la fiebre, pues, aunque esta no era muy intensa, era mejor seguirla manteniendo controlada.

—¡Ey, ey, ey! ¿Y yo qué culpa tengo Brillitos -hizo una pausa teatral porque le vinieron ganas de estornudar, mas cuando se le pasmaron continuó- qué culpa tengo de que Adora ande hecha la mamá sexy?

—¿Te parezco... ¡ACHU!... sexy? -la observó con expresión bobalicona alzando repetidamente las cejas-

—Ay cállate Adora y límpiate el moco que está escurriéndote ahora.

La rubia, avergonzada, se sorbió la nariz y se limpió con un papel, luego la hizo bolita y la arrojó hacia luego en la pila que tenían en el rebosante tacho de basura.

Lo cierto era que, por estar expuesta al frío por mucho tiempo y pese a su pelaje, Catra había caído resfriada y Adora, cual fiel compañera, la había acompañado en su malestar... salir a altas horas de la noche y quitarse encima el abrigo no había sido la decisión más inteligente... pero no se arrepentía, Catra estaba allí, con ella, moqueando juntas... Romántico, ¿No?

Aunque de su mente no se quitaba que no había tenido una buena explicación...

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-Flashback-

No sabía cuánto tiempo había pasado, pero por más que Catra fuera ligera, ya el cansancio la estaba embargando. Además, pese a la manta de Madame, el frío ya la estaba haciendo tiritar.

—Aguanta Catra, estamos cerca, muy cerca...

Ya habían llegado a las inmediaciones de Luna Brillante, faltaba poco para arribar a aquel castillo que actualmente fungía como su hogar. Castillo que seguramente estaba muy cálido y les haría bien. En todo el trayecto Catra no se había despertado, sabía que estaba viva por sentir el movimiento de su pecho al respirar. Melog caminaba pausadamente a al lado de ambas, impertérrito ante el clima "Suertudo" pensó adora, ella sentía que sus propios mocos formarían estalactitas.

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