Epílogo: Solo el tiempo lo dirá

3.5K 263 241
                                    

—Bow... Bow... ¡Bow!

El mencionado casi se cae del mueble donde había estado concentrado leyendo desde que había llegado al castillo.

—¡Glimmer, casi me das un infarto! -exclamó agarrándose el pecho todavía asustado.

—No es culpa, he estado intentando llamar tu atención desde hace rato, pero sigues enfrascado en ese libro... a todo esto ¿Qué lees?

—¡Oh cierto! Esperaba comentártelo cuando salieras de la reunión matutina con las guardias, pero me dejé llevar por la lectura y no tenía idea que ya era hora de que te desocuparas. Mientras estabas ocupada fui a visitar a mis papás... ¡Y mira lo que me dieron!

La monarca entrecerró los ojos, leyendo la portada escrita a mano del libro que le mostraba su novio.

—"Nepeta cataria" ... ese nombre se me hace conocido...

El moreno asintió vigorosamente y haciendo un espacio para que su novia se sentara a su lado, colocó el libro en su propio regazo mientras buscaba la página dónde se había quedado.

—Efectivamente, es el libro que vimos aquella vez que fuimos a donde mis padres por todo lo que nos enteramos en Mystacor... oh bueno, no es ese libro exactamente, sino mas bien es una copia hecha a puño y letra por mis padres. Ya sabes, una forma de decirnos cuanto nos aman dándonos la información que necesitamos, pero reafirmando su cuidado de las reliquias históricas etherianas dándonos la copia y no el original de todos modos.

—Oh vaya, pero eso fue hace como un mes creo... además... ¿A puño y letra? -preguntó Glimmer mientras ojeaba apoyada en el hombro del arquero la letra cursiva y los dibujos hechos a mano mientras el pasaba página por página del librillo- ¿Por qué simplemente no lo escanearon transfiriéndolo a un dispositivo electrónico y...?

—Oh Glimmer, vamos... ¡Son papás! Los papás no saben nada de Tecnología.

La monarca asintió dándole la razón a su novio, después de todo su propio padre aún prefería dejarle mensajes tallados en madera, vestigio de sus días en la Isla Bestia. Al menos ya no intentaba lanzar hechizos a sus tabletas.

—La verdad con todo lo que pasó después me había olvidado de ese texto.

—Ni que lo digas... -mencionó el moreno dando un sonoro suspiro para luego reírse entre dientes- De veras Glimmer, nunca olvidaré las caras de Adora y Catra... jajaja, es más, hazme acuerdo que debo pedirle una copia de la cinta a Entrapta.

—Sí, las risas no faltaron ¿Eh? -mencionó la Reina de Luna Brillante, secundando la risilla de su pareja- lo bueno es que todo terminó bien...

Y era cierto, hace un mes las cosas fueron oscuras, densas y confusas, pero menos mal tras esa fatídica noche, todo había salido viento en popa, incluso dando un giro agradablemente gracioso; en especial cuando vieron el camino de la vergüenza que tuvieron que cruzar Catra y Adora y estas les contaron lo ocurrido...

____________________________________________________________


-Flashback-

—¡AHHHH! ¡IDIOTA!

—Lo siento...

—¿Lo siento? ¡¿Lo siento?!

—¡Sí, lo siento!

—Y dime... ¡¿Cómo un "lo siento" va a remediar esto?!

La fúrica felidae dio un zapatazo en el césped mientras con un acusador índice señalaba los jirones de tela que horas antes habían conformado su blusa.

CeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora