Salvaste a mi padre

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Miami, marzo 2023

Esa mañana Camila cumplía 26 años, despertó muy temprano para ir a recoger unos documentos al hospital, después de eso estaría libre. La latina se miró en el espejo del baño después de haberse duchado, era una mujer muy hermosa aún sin maquillaje y estaba consciente de ser poseedora de uno de los traseros más increíbles de la ciudad, estaba cumpliendo un año más de vida y se sentía mejor que nunca.

Era muy querida por el personal del hospital, tanto que a su llegada recibió muchas felicitaciones, abrazos y algunos regalos. Agradeció a todos con esa sonrisa encantadora que la caracterizaba cuando vio que se aproximaba hacia ella un hombre alto, fuerte, de dorada cabellera, con rostro muy serio para su gusto, pero increíblemente atractivo.

El rubio paró sus pasos frente a la doctora y la miró con sus penetrantes ojos azules, la presencia de ese hombre era imponente, tanto que por un momento Camila se sintió como una niña pequeña frente a un gigante.

- Feliz Cumpleaños Dra. Cohen – El hombre habló con una voz gruesa y profunda, la latina alcanzó a ver como algunas enfermeras y doctoras suspiraron al unísono, como en esas películas donde todas caen rendidas ante el guapo protagonista.

- Gracias... – Respondió haciendo una pausa esperando que el rubio se presentara.

- Soy David Keaton – Se apresuró a decir entendiendo la cara de duda de la doctora, ella mostró nuevamente una sonrisa.

- Mucho gusto Sr. Keaton, ¿a qué debo el honor de su visita? –

- Créame que el honor es mío – Respondió dándole una rápida vista a su anatomía, acto que ella no pasó desapercibido.

- Siento haber aparecido de esta manera, pero no podía dejar de felicitarla en su día –

Camila le hizo una seña para que caminara con ella hacia la salida del hospital, a su paso notaba la facilidad con que el hombre atraía las miradas de las mujeres a su alrededor y era entendible, el rubio a su lado era todo un Adonis.

Afuera del prestigioso hospital había una fuente moderna de gran tamaño con unas bancas a su alrededor, la mujer se sentó en una de ellas seguida del rubio.

- Sr. Keaton ¿a qué se debe realmente su visita? –

- Por favor llámame David, no somos unos viejos-

- Entonces llámame Camila también – El hombre asintió mostrando por primera vez una sonrisa.

- Salvaste a mi padre medio año atrás, convirtiéndome en tu más ferviente admirador desde ese momento – Camila se sorprendió ante la confesión del hombre.

- Bueno no lo salvé sola, lo hice en conjunto con el Dr. Harrington, yo lo asistí en la cirugía... lo que no recuerdo es haberte visto en el hospital, solo recuerdo a las que supongo eran tu madre y hermana – David pareció apenado.

- Yo me encontraba trabajando en Europa cuando a mi padre le detectaron su problema de salud, mi madre y mi hermana no quisieron preocuparme, así que no me avisaron de la gravedad del asunto por muy loco que parezca... Después de la cirugía y que todo estaba bajo control fue que me enteré de lo sucedido – Camila lo escuchaba con atención.

- Por supuesto me molesté mucho al inicio con ellas, pero después entendí que no lo hicieron con malas intenciones... - Hizo una pausa para mirar a la doctora directamente a los ojos - Me encontraba fuera del país por eso no había podido darte las gracias de frente -

Camila dio unas pequeñas palmadas en el hombro de su acompañante – Nada que agradecer, es mi trabajo y lo hago con gusto – Dicho esto le guiñó un ojo.

The Specials (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora