Mi vida sexual no es de tu incumbencia

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Cynthia observaba desde su mesa a Camila quien entraba a la cafetería del hospital, la gente le sonreía y saludaba a su paso como si fuera una celebridad muy querida, la rubia recordó que cuando la conoció lo primero que sintió fue admiración, hasta ese momento no había conocido a alguien que tuviera tanto magnetismo con la gente.

- ¿En qué piensas güera? – La voz de la doctora la sacó de sus pensamientos.

- En que la vamos a pasar genial en Chicago, no veo la hora en que ya estemos allá –

Camila sonrió y tomó asiento frente a ella, la latina se sentía feliz de pasar un tiempo fuera con su amiga, pero al mismo tiempo ya sentía la ausencia de la ojiverde.

- ¿Quieres que pase por ti mañana para irnos juntas al aeropuerto? – La frase de Cynthia la trajo de vuelta a la conversación.

- No te preocupes Cyn... ya quedé con alguien para que me lleve, así que nos vemos mejor en el aeropuerto – La rubia asintió no muy contenta y continuaron platicando sobre sus actividades de ese día; por otro lado, Robert observaba desde otra mesa a su ex novia, el joven doctor no se daría por vencido hasta tenerla de vuelta.

*****

Cuando Camila salió del hospital en la noche, lo primero que captaron sus ojos fue a una castaña vestida toda de negro, con botas, pantalones ajustados y chamarra de cuero, recargada en una moto esperando por ella, la latina se quedó unos segundos admirando a su novia, ésta sonrió de lado logrando que Camila suspirara, sin esperar más se acercó a ella.

- Amor ¿qué haces aquí? – Le preguntó a voz baja con una gran sonrisa.

- Vine a buscar a una sexy doctora ¿conoces a alguna? – Camila rio.

- Solo conozco a una y ella no está a tu alcance – Respondió arrogante.

- Entonces me tendré que conformar contigo – La doctora golpeó su brazo indignada y la espía comenzó a reír, para después ponerse seria - ¿Sabes que para mí eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida? – La latina sonrió coquetamente y acarició ligeramente la mejilla de la castaña.

- Para mí también eres extremadamente hermosa – Suspiró y luego observó al objeto detrás de su novia - ¿Tú quieres que yo me suba a eso? – Dijo con algo de temor en su voz mientras señalaba la Kawasaki Ninja de color negro.

- Así es, por eso traje dos cascos –

- ¿Tienes una idea de cuántos accidentes en moto ocurren al año? Atendemos muchísimos aquí... - Camila frunció el ceño – De hecho, tú tuviste uno hace poco ¿ya lo olvidaste? – A la espía le hizo gracia el nerviosismo de su novia.

- No lo olvido... te aseguro que jamás permitiría que algo te pasara, confía en mí – Dicho eso extendió su mano, la doctora la tomó y la ojiverde la atrajo hacia ella chocando sus cuerpos, por un segundo la latina tuvo el impulso de besarla, pero las voces de unos colegas doctores le hicieron dar un paso atrás.

Lauren se dio cuenta de la vacilación de su novia y dio un paso también hacia atrás - Permíteme ponerte el casco, la seguridad ante todo – Camila se dejó colocar el casco y luego se sentó detrás de la espía.

- Abrázame fuerte, no tengas miedo bebé, yo estoy aquí para protegerte – Con esas palabras la doctora se sintió segura, sin saber que su novia lo decía muy en serio y en todo sentido.

*****

En el departamento de Camila una sombra entraba de manera ágil por una de las ventanas del dormitorio, tuvo que deslizarse por una cuerda desde la azotea del edificio hasta el octavo piso donde se ubicada el departamento, abrir la ventana no fue complicado, era parte de sus habilidades; con cuidado de no hacer ruido comenzó a revisar a detalle el departamento con las luces apagadas; después de haber recorrido la sala regresó sus pasos al dormitorio donde se detuvo a oler una blusa de la doctora que estaba sobre la cama.

The Specials (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora