Chapter XXII

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Harry

Day: 27

Domingo

8:58 AM

Hotel  “24 Horas”

—Maldición— gemí con dolor. Intente incorporarme de la cama, pero las punzadas en mi cabeza eran más fuertes.

Aún mantenía mis ojos cerrados, para no sufrir un mareo extremo. Mordí mi labio y sentí un ligero sabor a cerveza entre ellos. Recordaba con deseo la noche de hace unas horas, donde después de días intentando controlar mi erección a causa de los diminutos vestidos que cubren el perfecto cuerpo de Skyler, al fin pudo ser mía. La tenia y la tenia donde más quería, debajo de mí, gimiendo mi nombre.

Abrí mis ojos con lentitud, para poder adaptarme a la luz del sol. Observe la mesita de noche, donde un vas9o con agua y una aspirina se encontraban ahí. La chica sabia que amanecería con una cruda brutal.

Metí la pastilla a mi boca, y trague el agua de un solo golpe. Sentí la tableta resbalar por mi garganta y a la vez, saborear su sabor amargo. Hice una mueca, y recosté mi espalda a la cabecera.

Restregué mis ojos y pase mi mano por los rizos alborotados. Enchine mis ojos al notar que Skyler no se hallaba en la cama, dibuje una línea en mis labios.

—Sky —la llamé, esperando a que se encontrara en el baño, tomando una ducha o haciendo sus necesidades matutinas —Skyler —pronuncie de nuevo su nombre, pero no obtuve respuesta.

Deshice las sábanas de mi torso y salí de la cama, desnudo. Ella no se pudo haber largado, y dejarme solo, sé que no lo haría.

—Pero lo hizo —pronuncie al leer una nota que dejó en un mueble de la habitación.

“Harry:

Perdona si me voy sin despedirme, pero no puedo seguir aquí. Me ah surgido un asunto y tengo que resolverlo, espero y no te enojes conmigo.

Besos, Skyler.”

Suspire y arrugue el papel, para tirarlo al cesto de basura. Recogí la ropa del suelo y la coloque en mi cuerpo. Revise las heridas y ya se veían mejor, sólo quedaba esperar a que se borrarán. Tomé las llaves del coche y Salí del apartamento, liquide la cuenta del hotel y conduje hasta mi casa.

Skyler

El líquido amargo del café calentaba mi cuerpo. Y el sonido de canciones country llenaba la cafetería con alegría. Me sentía bien, demasiado bien se podría decir y debo admitir que Harry Styles tiene que ver con esta nueva sensación que se está creando en mí. Pero… en mi aturdida vida no podía haber un felices por siempre. Sabía que tarde o temprano esto tendría que acabar, y en las mayorías de las veces, no acaba bien.

Había quebrantado la primera regla y era no crear lazos sentimentales con tu víctima, por que las consecuencias podrían ser desastrosas. Y este podría ser uno de esos casos.

“¿Ya has llegado a la cafetería?”

Decía el mensaje que acababa de recibir. Arrugue la nariz y textie rápido.

“Sí, así que apura tu culo que no me gusta esperar”

Presione enviar y guarde de nuevo el celular. Espere unos minutos más, soportando miradas curiosas de hombres y mujeres que vigilaban mi soledad, al fondo del lugar. La puerta principal se abrió  y la campanilla sonó, dejando  ver a una chica vestida de un short de mezclilla y un top blanco. Su cabello corto rubio, la hacía ver más joven de lo normal.

—Sky —chilló al verme, sonreí por instinto— meses que no sabía de ti, y ¿dices ser mi mejor amiga?

Abrazo mi cuerpo y sin dudar correspondí el afecto.

Seduciendo a mi victima -Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora