Seduciendo a mi victima -Harry Styles.

Chapter XI

Harry

Day: 6

Sábado

Empresa S&C

1:08 am

— ¿deberías irte de una vez, no crees? —interrogue a Liam, quien estaba fumando un puro clásico importado desde Venezuela.

— ¿Ya no te agrada mi compañía o qué? —respondió sonriente cómo siempre lo ha hecho.

—No responderé a tu pregunta, puesto que se escucharía muy homosexual —dije tomando mi saco que estaba colgado en el perchero de alado a unos escasos metros de mi escritorio— e elegido a Skyler cómo mi nueva secretaria.

Observe como expulsaba aros de humo, mientras mantenía una ceja alzada, su mirada estaba entre “no me sorprende” y a la vez “es muy pronto para ascenderla” tener a Liam de amigo desde que estábamos en el vientre de nuestras madres, me daba cierta ventaja de conocerlo perfectamente bien.

— ¿la grabarás? —interrogó de nuevo Payne colocándose el saco y sujetando su maletín negro, con algunas esquinas de papeles saliendo de él.

Desde hace apenas unos siete meses Liam, junto con Zayn me habían dado la estúpida idea de colocar una cámara escondida entre los viejos libros de finanzas que estaban colocados en el estante detrás de mi escritorio, supuestamente para grabar a todos los clientes, aunque no le veía el caso, ya que hay más de mil cámaras instaladas en este inmenso edificio. Aún así instale el artefacto para el uso únicamente de “seguridad”, pero una tarde que llegue a mi oficina Zayn y Liam estaban viendo las grabaciones cómodamente en el mueble, donde se escuchaban los gemidos de Kimberly y otras chicas que ya habían pasado por mi escritorio solo para tener un puesto en la empresa o las recomiende en otras empresas vecinas.  A la respuesta sólo negué y Payne tan solo bufó.

— ¿Por qué no?

—Sabes estoy cansado cómo para tener una charla de este tipo, por qué no mejor nos largamos de una vez.

—Está bien —dijo sin rechistar, cosa que agradecí bastante. Salimos los dos de la oficina y pasamos cerca del escritorio de mi nueva secretaria, Liam solo me dio un codazo, negué y terminamos de llegar hasta el elevador.

La voz de “Vanessa” cómo le había puesto mi mejor amigo, se dejaba escuchar en la caja metálica, dando indicaciones de cómo oprimir los cientos de botones colocados en la superficie gris.

—Recuérdame el por qué acepte la tonta idea de insertar una voz femenina en el ascensor —susurre cerca de Liam, que mantenía la fija vista en el contador de pisos.

—No me digas a mí, pregúntaselo a Niall, según él era para que los señores de cuarenta y solteros no se sientan mal con su soledad.

Deje escapar una risa suave.

—Horan siempre tan tierno.

Llegamos al piso indicado y salimos, todo estaba en absoluto silencio, a excepción del sonido de la pequeña televisión portátil que portaba Jeff cuando se quedaba en guardia. Caminamos hasta la salida hacía el estacionamiento, acompañado de un guardia de seguridad, persona que nunca antes había visto, tenía la el rostro de tan solo un joven de unos escasos veinte años.

—Eres nuevo, ¿cierto? —pregunté para intentar romper el silencio abrumador.

—Si señor —respondió como todo un soldado temeroso a su general. Tan solo golpee su hombro adornado con el uniforme azul.

—Dime Harry amigo, espero y estés cómodo aquí y bienvenido a empresas Styles y Cox —dije entrando a mi Mustang naranja, Liam ya había entrado en su Camaro negro, solo me dio una señal desde el asiento del conductor.