Chapter IV

1.8K 90 15
                                    

Skyler:

La brillante idea de Gemma de ir a desayunar al centro de Londres me llamó mucho la atención, accediendo sin chistear a su petición. Cerré con seguro la casa y caminamos hasta el pequeño jardín delantero hasta llegar a la pequeña reja color negra. Enseguida subimos a la camioneta negra y la chica dio indicaciones hacía donde nos debía llevar el chófer.

—¿y bien? —preguntó curiosa Gemma, revoloteando varías veces sus pestañas con un poco de rimel.

—¿y bien que?

—¿Te gusto la casa? —cuestionó de nuevo sonriente cómo siempre.

—Si, espero que mis hermanos tengan la misma aprobación que yo —contesté con una mueca de lado.

—Ya veras que si.

Sólo me limite a asentir y seguir callada. La chica estaba bastante entretenida con su iPhone a lo que yo sólo observaba admirada las deprimentes calles de Londres. Siempre e sido una chica bastante extraña, creo es por eso que la mayoría de mis amigos de escuela se mantenían maravillados con mi actitud diferente. La mayoría del sexo femenino son más propensas a gustarles el maquillaje, zapatos, vestidos y claro chicos. Agradezco a dios que yo soy esa pequeña población casi extinta de mujeres que tenemos otras prioridades más importantes que sólo mortificarse por saber si combinan esas zapatillas con ese vestido. A lo mejor el hecho de que soy responsable de mis hermanos, me hizo madurar más rápido de lo normal.

—Llegamos Skyler —dijo Gemma, guardando su teléfono en el bolsillo delantero de su pantalón desgastado.

Baje del vehículo y por inercia oculte mis manos desnudas dentro de la chaqueta de cuero. Observe a mi alrededor por mientras que la chica daba ordenes al conductor, desde la ventanilla del coche. Niños, ancianos y parejas adornaban las calles, junto con la brisa fría que estremecía a la más sensible persona, aunque estuviese cubierto de la tela más gruesa para invadir de calor al cuerpo helado.

—Lista, ahora si vamos —ordenó señalando un restaurante que quedaba enfrente de la cera— te prometo que quedarás maravillada con la exquisitez de su comida.

—Confío en tus gustos culinarios Styles.

Cruzamos sin prisa alguna hacía el otro lado de la calle. Abrí la puerta haciendo sonar una campanilla que estaba puesta arriba del marco de la puerta, para así dar aviso que un nuevo cliente había llegado. Por suerte el lugar estaba casi vacío, y con “casi” me refiero a que sólo dos mesas estaban desocupadas. Gemma cómo la chica rara que conozco corrió hasta alguna de los dos lugares vacíos para así dar a entender que ya estaba ocupados por ella, sólo negué divertida y camine hasta el lugar que eligió.

—Te recomiendo que ordenes unos hot cakes acompañados con fresas encimas, te aseguro que te va a encantar y nada de café, mejor un jugo de naranja —comentó sin observarme ya que la carta cubría por completo su rostro.

—Sí eso me sugieres, eso ordenaré —dije cerrando el menú y dejándolo a un lado de la mesa— ¿tú que ordenaras?

—Lo mismo que tú —respondió guardando el menú.

 (…)

—Dios santo, presiento que e subido por lo menos tres tallas más de lo habitual —susurre limpiando con una servilleta la comisura de mi labio— y aún no logro entender ¿cómo todavía pudiste ordenar una malteada de vainilla? Digo, no fue suficiente.

—Exageras Sky —rodeo los ojos divertida— por cierto se me olvido preguntarte ¿cuándo comienzan las labores en S&C?

—El lunes, tengo un permiso para poner en orden las cosas aquí en Londres ¿porque?

Seduciendo a mi victima -Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora