Girlfriend For Rent - [Lisrene - Lisa x Irene]

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Como si fuera una alarma programada, llaman a la puerta del apartamento de Lisa exactamente a las 9 PM, como todos los jueves por la noche. Ella había contratado a Irene a través de un sitio de acompañantes de alta gama en línea. No era la primera vez que utilizaba tal servicio de compañía, ya que este le prometía absoluta discreción.

Lalisa Manoban era una de las mejores jugadoras de fútbol en la liga profesional femenina de Corea del Sur y, a pesar de ser tailandesa de nacimiento, ella representaba a la selección surcoreana en torneos internacionales, por lo que no podía permitirse tener una imagen pública negativa.

En el pasado, ya había sido usada por mujeres que solo querían promover sus propias carreras, incluso hubo una chica que se acercó a ella solo para hacer dinero vendiendo su historia personal a la prensa. Había mucho interés de los medios en torno a la vida amorosa de Lisa, a diferencia de otras estrellas del fútbol. Eso era por una simple pero importante razón; ella a diferencia de la gran mayoría de mujeres en el mundo, había nacido con un pene entre las piernas.

Por otra parte, Irene había sido la única escolta que ella había empleado más de una vez. Hace muchos meses, inmediatamente se había sentido atraída por la imagen de la hermosa mujer mientras se desplazaba por la lista de escoltas en ese sitio web en particular. Al principio, solo pagaba una hora a la semana por sus servicios, pero a medida que pasaban las semanas, siguió pagando por más y más tiempo con Irene, y hace un par de meses había decidido pagar por el servicio de la "novia", lo que significaba que tenía a Irene para ella sola durante toda la noche.

Aunque ella odiaba estar tan sola y desesperada que había recurrido a pagarle a alguien para que fingiera ser su novia por una noche. Sin embargo, Irene siempre calmaba su ansiedad al respecto, simplemente haciendo su parte del trato. Después de todo, eso era lo que debía hacer, un papel que desempeñaba una noche a la semana.

El servicio de la "novia" significaba que Irene se quedaría con Lisa, hasta que ésta última tuviera que irse a entrenar a la mañana siguiente. Eran casi doce horas completas con la mujer que era capaz de hacerle las cosas más libertinas e increíbles a su cuerpo. El servicio de la "novia" era una de las opciones más exclusivas disponibles en aquel servicio de acompañantes, uno que Irene nunca antes había ofrecido como parte de su repertorio, pero esta vez no pudo rechazar la inflada oferta monetaria de la futbolista por ella.

Al abrir la puerta, Lisa fue recibida por la vista de Irene con un vestido azul hasta la rodilla que estaba cortado en su muslo izquierdo, revelando la suave piel debajo. Junto con sus tacones de aguja negros y una chaqueta de cuero, lo cual según a los ojos de la futbolista la hacían ver absolutamente "comible". Además, la semana pasada había tenido que cancelar la cita debido a un evento de caridad que había surgido del que no podía escabullirse, lo que significaba que esta semana estaba absolutamente desesperada por poseer a la hermosa escolta.

— Hola bebé — Irene sonrió ampliamente, mientras miraba Lisa con apreciación. Los jueves por la noche eran el punto brillante de su semana laboral, a diferencia de todos sus otros clientes, la deportista no era un viejo lujurioso que solo se preocupaba por su propia satisfacción, además de que era tremendamente hermosa.

— Hey cariño, pasa — respondió Lisa con una amplia sonrisa también. Se hizo a un lado para que la escolta entrara. Cerró la puerta tras ella, para luego ayudarla a quitarse la chaqueta y luego colgarla en el perchero junto a la puerta.

Irene se acercó a la menor, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello mientras juntaba sus labios en un suave, pero necesitado beso. Aun cuando era una regla propia no besar a sus clientes en los labios, ni siquiera si le ofrecían pagarle más por ello. Lisa era la única excepción a la regla, aunque ésta no lo sabía.