Girlfriend For Rent - [Lisrene - Lisa x Irene]

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Lisa acababa de llegar a casa después de su sesión de entrenamiento del lunes por la mañana y se estaba preparando para llamar al servicio de acompañantes y reservar a la mujer pelirroja que había visto. Respiró hondo y marcó el número, con la esperanza de que la atiendan luego del desastre del viernes pasado.

Después de explicarle a la persona al otro lado del teléfono que quería hacer una cita, la transfirieron a Silver, a quien le gustaba controlar todas las reservas de sus "chicas".

— Señorita Manoban, ¿qué puedo hacer por usted hoy? — Él se sentó más derecho en su silla de oficina mientras se agarraba con fuerza al brazo de la silla de cuero con su mano libre. Había estado esperando esta llamada telefónica todo el fin de semana, esperando saber que iba a perder 40,000 $ al mes porque Irene no podía hacer su trabajo correctamente.

— Me gustaría tener una cita — Dijo Lisa. Silver no le había colgado ni le había dicho que su llamada ya no era bienvenida, así que tenía que ser algo bueno, pensó.

Inmediatamente destellaron signos de dólar frente a los ojos del desgraciado. Irene un jueves por la noche era básicamente algo pre-establecido, por lo que el hecho de que Lisa hubiera llamado para hacer una cita adicional un lunes, era una gran noticia para él — ¿Quién le gustaría, señorita Manoban? — Apretó los labios anticipando el dinero extra que ganaría.

— Urm, Joy, durante una hora, esta noche si está disponible — En ese momento ella se sintió mal porque prácticamente estaba ordenando mujeres, seres humanos reales, de la misma manera que ordenaría comida para llevar. Sacudiendo la cabeza, rápidamente dejó esos pensamientos a un lado cuando pensó en Irene y en cómo siempre parecía feliz en el tiempo que compartían juntas, así que ​​no podría ser tan malo, ¿cierto?

Silver rechinó los dientes al escucharla, si Lisa estaba probando con otras escoltas y solo por una hora, él sabía lo que eso significaba. Ya no quería a Irene. Mil dólares por una hora con una de las chicas, no se comparaban con los diez mil dólares que ganaba con las citas de Irene con Lisa a la semana. Hojeó el diario que llevaba con los horarios de cada chica — ¿Está bien a las diez en punto para ti? — Trató desesperadamente de mantener la ira fuera de su voz.

— Si, está bien. Gracias.

— ¿Es ésta una cita adicional a la de los jueves, señorita Manoban? — Él realmente esperaba que así fuera.

— Urm... — Ella quedó perpleja por un segundo. ¿Eso significaba que Irene no había "terminado" con ella? Rápidamente se sacudió el sentimiento de felicidad que le estaba llegando al escuchar aquello. Esa era exactamente la razón por la que ya no debería ver a Irene, está demasiado apegada a ella — No, es en lugar de aquella... Gracias.

— Muy bien — Con eso él colgó el teléfono, antes de llamar a un par de sus matones a su oficina.

Lisa estaba completamente desconcertada, si Irene no estaba enojada con ella, ¿por qué no tomó la propina?

En ese momento pensó en volver a llamar y volver a reservar su sesión habitual con Irene, pero decidió no hacerlo cuando sintió que su corazón se aceleró al pensar en la hermosa escolta. Tenía que sacarla de su sistema, incluso si eso significaba no volver a verla nunca más. Ella nunca se había apegado a ninguna de las escoltas que ha usado antes y no estaba dispuesta a comenzar ahora.

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Joy e Irene estaban a punto de ir al comedor cuando la puerta de su habitación fue abierta por un furioso Silver y un par de sus matones.