Girlfriend For Rent - [Lisrene - Lisa x Irene]

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+ Lo siento si hay algún fallo en el capitulo, no tuve tiempo para revisarlo...

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Después de haberse duchado, luego de salir del sauna y haberse vestido cómodamente, se dirigieron al bar — ¿Qué te apetece? — Preguntó la deportista.

— Urm... — Irene nunca había tomado un cóctel antes, así que no sabía cómo responder. Sabía los nombres de los tragos, pero ¿y si escogía uno que no le gustaba o tal vez Lisa pensaría que su elección era estúpida? — Lo que tú quieras — finalmente respondió con su habitual falsa confianza.

Lisa podía sentir que había más detrás de esa oración, pero no iba a empezar a interrogarla — Está bien, comencemos con mi favorito y veamos si te gusta. Voy a traer algunas cosas de la cocina, ponte cómoda.

La escolta se sentó en uno de los sofás del lugar, ajustando el cojín detrás de su espalda hasta que se sintió satisfecha. Mirando alrededor de la habitación en la que ha estado muchas veces antes, se dio cuenta de que esta es bastante impersonal, casi clínica. No hay fotos de amigos o familiares y nada está fuera de lugar, casi como si nunca se usara.

— Aquí vamos — Anunció Lisa, mientras entraba al bar sosteniendo una bandeja de artículos — Es la hora del Mojito — dijo moviendo las cejas de manera divertida y una sonrisa descarada. La mayor se levantó de su sitio y miró como preparaba la bebida, tratando de memorizar cada paso para poder hacerle uno, ​​sin hacer el ridículo, si es que alguna vez se lo pide. Lisa comenzó sirviendo un poco de jarabe de azúcar en un vaso alto, seguido de un chorrito de lima y luego unas hojas de menta, después tomó una maja de madera y trituró las hojas de menta en el líquido del fondo del vaso antes de agregar unos cubitos de hielo, un trago de ron blanco y luego reponerlo con agua con gas. Con una floritura colocó una ramita de menta y una pajita en el vaso — Y voila — Declaró mientras le pasaba la bebida a la escolta.

La menor tenía una mirada esperanzada en su rostro, cuando Irene envolvió delicadamente sus labios alrededor de la pajita y tomó un pequeño sorbo del mojito — Mmm — Ella realmente no tenía nada con qué compararlo, pero le gustaba.

— ¿Bien? — Preguntó Lisa pidiendo su aprobación.

— Está delicioso — Respondió Irene sonriendo. Este era otro regalo maravilloso que le había dado la deportista, pero era más que una simple bebida para ella, era alguien dándole algo en lugar de quitárselo.

La mayor se ve tan impresionada que Lisa no puede evitar sentirse orgullosa — Gracias... Hay muchas cosas más que puedo hacer por ti — le informa con entusiasmo, con la esperanza de seguir impresionando a la mujer que significa más para ella cada día que pasa.

Se acomodaron en el sofá en el que Irene había estado sentada antes, ambas algo nerviosas mientras se miran de frente y beben sus cócteles.

Una piña colada y una margarita más tarde, y ambas estaban más relajadas, Irene un poco más. El alcohol estaba teniendo un efecto mayor en ella porque no estaba acostumbrada al licor. Y para Lisa verla en ese estado, más tranquila y relajada, aunque por cortesía del alcohol, fue nuevo y agradable. Pero al mismo tiempo, era solo una pieza más del rompecabezas que significaba esa hermosa mujer para ella. La escolta siempre había parecido juguetona y segura, pero recién ahora se estaba dando cuenta de que todo eso era solo un acto. Eran solo pequeñas cosas las que la delataban, cómo las pequeñas veces que su sonrisa desaparecía, y cuando se daba cuenta de aquello, rápidamente la forzaba de nuevo.

Después de charlar un poco más, un par de cócteles más y mucho de Lisa bromeando, tratando de hacerla reír, deseando desesperadamente dibujarle una sonrisa real en su rostro y no una que ella usa como parte de su trabajo, los ojos de Irene comenzaron a cerrarse lentamente hasta que se quedó dormida, acurrucada en la esquina del sofá.