Capítulo 10: La historia de Maylin

105 8 2
                                    

Nota: esta historia está inspirada en la saga de Kung fu panda de DreamWorks, ninguno de los personajes de Kung fu panda me pertenece, solo son utilizados para contar esta historia, también cabe destacar que esta historia es solo para entretener y es sin fines de lucro. Habiendo dicho esto, espero que les guste y que disfruten la historia.

Maylin se encontraba en el comedor con Po y Tigresa, se sentía mal por lo que había pasado, pero, con tal de que ellos la ayudaran a que pudiera llevarse bien de nuevo con Byakko, aceptó a contarles todo.

–Pónganse cómodos, pues esta historia será un poco larga– dijo Maylin poniéndose cómoda en su silla.

Historia de Maylin

Todo comenzó cuando tenía 12 años de edad, yo vivía con mi padre en el palacio de Xueshan, al norte en las montañas. Todo era rutinario, aburrido se podría decir, todos los días mi padre me levantaba muy temprano y me llevaba a entrenar, después de varias horas de entrenamiento, descansaba para desayunar, una hora duraba el descanso, pues después de eso el entrenamiento seguía hasta el anochecer, para ir a cenar y después a dormir, la verdad no me gustaba estar ahí, solo era yo, mi padre y los sirvientes, a los que ni les hablaba por ser bien aburridos, no solíamos tener estudiantes, porque mi padre era tan estricto en su entrenamiento que todo aquel que venía a entrenar, huía a las dos semanas de iniciar, a veces ni duraban eso.

Así fue hasta que un día como cualquier otro, yo me encontraba en el patio entrenando, cuando tocaron la puerta principal, como estaba cercas decidí ir a abrir la puerta, en cuanto la abrí y vi quien era, cerré de inmediato la puerta, afuera había un sujeto que nunca había visto, traía puesta una máscara aterradora y me asusté al verla, ni en sueños volvería a abrir la puerta, ¿qué tal si se trataba de un bandido o algún asesino que venía a hacerme daño o a mi padre?

No pasaron ni 2 minutos cuando mi padre llegó a la entrada principal, me miró serio y me dijo –¿Por qué no has abierto la puerta hija? – a lo que yo le dije –hay un sujeto que trae puesta una máscara aterradora ahí afuera, no abras la puerta papá, tengo miedo– lo miré con ojitos de súplica, mi padre me regaño diciendo que era una tontería, si él era muy fuerte, nadie podría contra él, siempre ha sido muy orgulloso. Él abrió la puerta y yo me escondí detrás de él, cuando vi de nuevo a ese sujeto, todo era diferente ahora, se había quitado la máscara y resulta que se trataba de un joven tigre blanco que a lo mucho era unos años mayor que yo.

El joven tigre se presentó, diciendo que se llama Byakko, que llevaba mucho tiempo viajando, buscando un lugar donde quedarse, le suplico a mi padre permitirle quedarse, estaba cansado y hambriento, para convencerlo le dijo que podía ser de mucha ayuda y que haría lo que fuera para que se pudiera quedar. Mi padre lo pensó un poco, mientras pensaba, Byakko no paraba de mirarme, ni yo a él, como si ambos estuviéramos sorprendidos de ver a otro tigre blanco y de la misma edad casi, yo siempre estuve sola, mi padre era el único con el que hablaba, ya que era muy sobreprotector conmigo, no confiaba en nadie.

Un momento después mi padre aceptó su petición, le permitió pasar, pero, le puso varias condiciones, primero, entregar sus armas, ya que traía varias en su traje que parecía ser de batalla, segundo, le dijo que comería, bebería y descansaría ese día, al día siguiente se enfrentarían él y Byakko, si Byakko ganaba, se podría quedar el tiempo que quisiera y podría ser entrenado por mi padre si ese era su deseo. Pero, si mi padre ganaba, él tendría que irse de inmediato. Cuando escuché eso pensé que era algo ridículo e injusto, mi padre es un tigre blanco fornido, grande e imponente, tenía aproximadamente 35 años en ese entonces, estaba en su mejor edad y Byakko era un niño de apenas 14 años, me enteré de su edad exacta después de preguntarle un rato después. Sin embargo, cuando pensé que no aceptaría, me sorprendió que Byakko aceptara sin poner pero alguno, –¿este tipo está loco o es muy tonto como para confiarse así? – Me preguntaba en mi cabeza.

Kung Fu Panda: Leyendas de la CreaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora