Capítulo 2: Una petición inesperada.

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Nota: esta historia está inspirada en la saga de Kung fu panda de DreamWorks, ninguno de los personajes de Kung fu panda me pertenece, solo son utilizados para contar esta historia, también cabe destacar que esta historia es solo para entretener y es sin fines de lucro. Habiendo dicho esto, espero que les guste y que disfruten la historia.

Un nuevo día iniciaba en el Valle de la Paz, el sol ya comenzaba a dar sus primeros rayos de luz. Desde que el resto de los cinco furiosos dejaran el palacio para continuar sus rumbos en la vida, el palacio no había recibido nuevos estudiantes que aceptaran quedarse a entrenar ahí, ya que el método de enseñanza de la maestra Tigresa era muy duro y estricto. Po se encontraba en el principio del pasillo esperando a sus alumnos o, mejor dicho, a su alumno, ya que por ahora los únicos alumnos que tenía eran sus dos hijos; Po tuvo la idea de construir nuevos dormitorios y separarlos en dos secciones, machos y hembras, Po se encargaba del área de machos y Tigresa del área de hembras.

Un par de minutos después de que Po llegó al principio del corredor sonó el gong marcando el inicio de un nuevo día, firme esperó a que su hijo saliera y de una vez Byakko, ya que él se había quedado a dormir por esa noche en la habitación frente a la de Jade. Después de un minuto, Jade sale de su habitación, se estiró y dejó salir un bostezo mientras se tallaba los ojos, se dispuso a irse a la cocina para desayunar algo antes de comenzar a entrenar.

–Buenos días hijo, ¿dormiste bien? – Po comentó al ver pasar a su hijo junto a él.

–Si claro, como sea– Jade sigue su camino sin nada más que decir.

–Este niño, tenía que salir con el mismo carácter de su madre– Po suspiró mientras se tallaba la cara.

–Parece que ese tigre sigue dormido, le enseñaré que aquí somos puntuales– Po pensó cuando volteó a ver hacia la habitación donde se había quedado Byakko a dormir.

Po se dirigió hacia la habitación, al llegar abre la puerta y se llevó una sorpresa, Byakko ya no se encontraba en la habitación, lo único que había era la cama y encima de esta estaba la sabana con la que se había tapado doblada y acomodada.

– Pero, ¿dónde se habrá metido este tigre? – pensó y se dispuso a buscar a Byakko.

Po buscó por los pasillos y decidió buscarlo primero en la cocina, tal vez había ido a desayunar algo. Al llegar a la cocina entra y encuentra a Tigresa, quien estaba preparando el desayuno y Jade estaba sentado a la mesa esperando que le sirvieran de desayunar.

–Buenos días amor– dijo Po amablemente, se acercó, abrazó tiernamente a Tigresa y le dio un beso en la mejilla.

–Buenos días querido, ¿quieres que te sirva de desayunar? – Tigresa contestó sonriendo mientras volteó a ver a su esposo.

–Claro que si querida– Po sonríe muy feliz –oye amor, ¿no has visto al tigre herrero, Byakko el día de hoy? –

–Ahora que lo preguntas, no lo he visto hoy, ¿Por qué? ¿necesitas hablar con él? – Tigresa mira a Po directo a los ojos.

–Así es, quiero darle las gracias por fabricar y traer las armas a palacio, además, debo pagarle las armas– Po se dirige a la mesa y se sienta para desayunar.

–Primero desayuna, puedes hablar con él después de comer– Tigresa le sirve un plato de fideos calientes a Po y un plato de tofu frito a Jade.

–Gracias– dijo Jade comenzando a comer en silencio.

–Buen provecho a los dos– dice Tigresa regresando a la cocina a seguir cocinando.

Jade terminó de comer, se levantó de la mesa, fue a lavar su plato y se retiró en silencio del comedor. Po solo miraba como se iba y lo único que hizo fue suspirar y continuar comiendo. Terminó de comer también y fue a lavar su plato, pero Tigresa lo detuvo.

Kung Fu Panda: Leyendas de la CreaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora