Kung Fu Panda: Leyendas de la Creación

Capítulo 3: Hay algo dentro de mí

Nota: esta historia está inspirada en la saga de Kung fu panda de DreamWorks, ninguno de los personajes de Kung fu panda me pertenece, solo son utilizados para contar esta historia, también cabe destacar que esta historia es solo para entretener y es sin fines de lucro. Habiendo dicho esto, espero que les guste y que disfruten la historia.

Después de la celebración por el nuevo integrante del palacio, Byakko al día siguiente envió una carta en la que le avisó a su compañero con el que dirigía la herrería que ya no volvería a la herrería, que había decidido quedarse en el Palacio de Jade, Byakko y él ya habían discutido esa cuestión por lo que su compañero se encargaría de la herrería y le estaría guardando una parte de las ganancias a su compañero ya que Byakko es el dueño de la herrería.

Byakko durante un mes estuvo a prueba, él con mucha dedicación apoyaba en el palacio en todo lo que se necesitara, además de que se encargaba de entrenar a los hijos de Po y Tigresa, tanto en habilidades físicas como en disciplina y valores, cada día Kumi avanzaba más en su entrenamiento de dominación del chi, pues había heredado el don de aprender rápido de su padre, Jade por otro lado aprendía un poco más lento que su hermana, pero en ese plazo había controlado un poco mejor su temperamento y había aprendido a utilizar su chi y aplicarlo a sus garras de tigre, que había heredado de su madre.

Había pasado a un mes desde que Byakko había llegado al palacio, Byakko, Kumi y Jade se encontraban como todos los días entrenando en el salón de entrenamiento.

–Muy bien Jade, hoy haremos algo diferente, ya puedes invocar tu chi, ahora aplicaremos ese chi en combate– dijo Byakko parado en frente de Jade con las manos detrás de la espalda.

–Muy bien maestro Byakko, pero, como lo haremos– Jade respondió curioso.

–Aprovecharemos tus garras de tigre para hacerlas más letales en combate– Byakko sacó sus garras y cerrando sus ojos sus garras comienzan a irradiar chi blanco como fuego –el chi puede ser manipulado para enviarlo a distintas partes del cuerpo y ser usado para aumentar la fuerza, daño o resistencia dependiendo el área donde envíes el chi, en este caso si envías tu chi a tus garras, estas se volverán el triple de filosas que antes– Byakko se acerca a uno de los muñecos de madera de entrenamiento, le da un leve zarpazo con sus garras repletas de chi en uno de los brazos y se lo corta como si se tratara de papel, después de eso deja de mandarle chi a sus garras y las oculta– ¿lo ves? Muy filosas, sin embargo, viendo el tipo de chi que tienes, un zarpazo de tus garras repletas de chi provocará que el oponente comience a perder chi, como si hubieras desgarrado su alma y solo un sanador de chi puede sanar eso– Byakko miró serio a Jade.

–Entiendo, lo voy a intentar– respondió Jade y sacando sus garras cierra los ojos, se concentra y trata de enviar su chi a sus garras, poco a poco sus garras comenzaron a emanar un chi rojo intenso, hasta que sus garras estuvieron envueltas de chi, Jade abre sus ojos y mira sus garras –maestro, mire, lo logré– Jade estaba emocionado al estar viendo sus garras envueltas en chi.

–Si Jade, lo hiciste, ahora aplica eso que acabas de hacer– Byakko señala uno de los muñecos de madera.

–Sii– Jade se pone en posición de pelea y sin perder tiempo se lanza a correr hacia el muñeco y dando un salto le da un zarpazo directo al muñeco, provocando que este se partiera en dos –Wow, eso estuvo ¡BARBARO! – grita Jade impresionado.

–Muy bien hecho Jade, así se hace, me enorgullece lo que has avanzado en tu técnica y habilidad, al igual que tú Kumi– Byakko voltea hacia donde se encontraba Kumi.

Kumi estaba practicando el fluir su chi por todo su cuerpo mientras hacía un poco de Taichí –gracias maestro Byakko– Kumi sonríe muy feliz.

–Bueno creo que fue suficiente entrenamiento por hoy, descansen, tienen el resto del día libre– dijo Byakko sentándose en una banca.