Episodio 4: ¡Piensa! Parte 2

195 2 0
                                    

S: (Evidentemente, cuando Nina no está aquí es cuando hacemos la mejor mañana de la semana... Bueno, no voy a quejarme. Ojalá fuera así todos los días... He podido respirar un poco sobre las diez, una vez terminada la hora punta de los trabajadores. De manera muy oportuna, es la hora que ha elegido Nath para venir.) ¡Hey, hola, Nath! ¿Eric no está contigo esta mañana?

Nath: No, se ocupa de la formación de los nuevos, toda la mañana. Y... es un poco por eso por lo que me he citado con Castiel esta mañana. Estoy seguro de no encontrármelo.

S: Oooh... ¿le estás siendo infiel?

Nath: Digamos que los inspectores no deberían ocuparse de investigaciones personales. No me molesta ayudar a Castiel, pero prefiero que sea de manera discreta.

S: ¡Puedes contar con mi absoluto silencio! ¿Has podido avanzar?

Nath: ¡Qué curiosa! No tanto como hubiera querido. Pero voy a esperar a que llegue para contároslo. Por cierto, estaría bien que se diese prisa. Habíamos dicho a las diez, y no tengo todo el día. Más le vale que no se haya olvidado.

S: ¿Un café mientras esperas? (Casi no había terminado de servir el café de Nath cuando...)

Castiel: ¡Hey! ¡Lo mismo para mí, por favor, Sucrette! ¡Lo necesito! Al parecer, a la policía le gustan los encuentros al alba... imagino que es la costumbre para perturbar a los sospechosos.

S: ¿Has corrido?

Castiel: ¡Nada de eso! Bueno... He dado tres zancadas, para mantener la forma y eso...

S: (Les he colocado en una mesa, al fondo del café. Bueno, de todas formas no había demasiada gente.)

Castiel: Bueno, Nath, ¿ya está? ¿Ya has desenmascarado al culpable? Después de todo, decías que se trataba de un caso simple...

Nath: Hem... es lo que pensaba, al principio. Pero parece que nuestro misterioso hombre es más astuto de lo que parece... He pasado por el estudio. He conocido a un tal Álvaro Ramírez, el jefe de aquello...

Castiel: ¡Ah, sí, el viejo Al! Espero que no le hayas traumatizado. Siempre ha sido muy simpático con nosotros. Si nos hubiese cobrado todas las horas extra en aquella época, seguramente nunca habríamos sacado el primer álbum.

Nath: No te preocupes, dispongo de métodos para conseguir lo que quiero, sin tener que alzar el tono. Además, se sentirá muy aliviado de saber que no soy realmente un fiscal. Y que no estaba persiguiendo las ocasionales horas extra no declaradas por los ingenieros de sonido. En fin, evidentemente, será mejor que no lo sepa hasta que no concluya mi investigación. Por si tuviese que volver.

Castiel: ¿No podrías haberle dicho, simplemente, que me estabas echando una mano?

Nath: Te recuerdo que lo estoy haciendo de manera no oficial, para ayudarte. Por supuesto, podrías denunciar de manera oficial... Pero espero que te gusten las horas de interrogatorio en la comisaría.

Castiel: ¿A quién no le gustaría? A mí siempre me ha gusta la historia... Y solo allí se pueden ver a tipos que teclean con dos dedos un teclado que precede a Internet...

Nath: Te sorprendería... pero, en realidad, prefiero que conservemos la ventaja, siendo discretos.

Castiel: Está bien, lo entiendo. ¿Y bien? ¿Has encontrado algo...?

Nath: Desafortunadamente, no. No he dado con nada. He comprobado todas las fechas en las que grabasteis las canciones de las que te acusan de haber plagiado... Pero nada cuadra. Siempre son ingenieros de sonido diferentes. Englobando las cabinas de grabación contiguas... lo mismo, con el resto de los grupos presentes en ese momento.

Corazón de Melón en el Amor. Ruta RayanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora