Olvidar su identidad por completo, eso fue lo que hizo, se materializo en esta nueva vida y tomo decisiones, decisiones oscuras y peligrosas, pero ahora era fuerte, demasiado quizás para su propio bien, tanta sangre ahora corría por sus manos que podría olvidar si alguna vez estuvieron limpias en primer lugar.
Tenía 16 años cuando ingreso al Distrito 9. Solo una niña a los ojos de los prominentes, un adulto entre los que se crio.
En los últimos dos años había aludido a los carroñeros de su Distrito de nacimiento, como era tradición a los 14 años fue llamada junto a los otros chicos para prestar juramento, solo que ese secreto sería descubierto en el mismo momento que colocaran la tinta del tatuaje en su cuerpo.
Era una chica
El ser más preciado y deseado en cualquiera de los Distrito del Reverso.
Siguió al pie de la letra las enseñanzas de su padre, buscar la libertad, esa que él quería para ella.
Su plan original era llegar al Distrito Doce, de dónde provenía su madre, el Distrito refugio como era llamado, allí las mujeres eran las reinas.
Solo que la vida del Distrito Nueve la atrapo, se convirtió en la mascota adiestrada por el mismísimo Señor Nueve, luego bajo la tutela del Sabueso del 9, Ren era la mano derecha de este, de un entrenamiento para Rastreadora paso para uno de Sabueso, la fuerza bruta del Distrito, durante el primer año en la torre fue pateada, amordazada y golpeada muchas veces hasta que logro acertar su primer golpe contra Ren, desde ese momento fue vista por la gente de la torre como algo más, ahora era sinónimo de malas noticias, de muerte y deudas.
La llamaron "Parca".
Todos sabían el porqué del apodo de Silvara Jiu.
Ese chico que de la nada apareció por primera vez de la mano del Señor Nueve, solo le tomo dos años para que su nombre fuera sinónimo de mala noticia. El cachorro favorito del Señor del Distrito, ninguna de las formas en la que la llamaron fue una alabanza, desdeñoso, nadie quería a quienes los controlaba.
Intentaron llamarle juguete, era demasiado lindo para ser un niño, pero aquellos que mencionaron no terminaron bien.
Aquella personificación de la muerte desempolvo su traje, movió la manga para ver el lujoso reloj plateado de su mano, cuatro minutos habían transcurrido desde la llegada de la joven al prostíbulo, aun y con las insuficientes de mujeres en el Reverso de este Mundo encontrar un sitio así en los Distrito no era nada raro, aquellos lugares eran regentados directamente por el Distrito 12 y las chicas de allí eran sus propias dueñas.
Prostitutas, ¿Cuántas de ellas habían? Iban desde las sofisticadas juguetes, hasta la más baja calaña.
Aquellos malditos lugares estaban llenos de muchas cosas de las que se alegraba no tener que experimentar, algunas lo hacían por elección a otras no les quedaba más remedio, la libertad del Doce solo era una palabra, no una realidad.
Su entrada había sido tal y como acostumbraba.
Tiro la puerta sin siquiera preocuparse por lo que podría ver dentro de aquel recinto lleno de humo, alcohol y olor a sexo. Desde su perspectiva podía ver a algunos de los clientes en plena faena, aquella era una noche tranquila, podía contar solo a cinco en la planta baja y lo escuchaba sonidos fuertes provenientes de la segunda.
Arrugo su nariz, el olor se percibía aun cuando cubría su rostro con el elástico cubre bocas.
Asquerosos estos que suelen venir a estos sitios de mala muerte.
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Sr. Nueve
RomanceLos Numerales, los 17 señores de los Distritos en el Reverso, su sola presencia representa el poder y la muerte. Silvara es una desertora, hija de un carroñero y ahora con apenas 20 años es la mano derecha del Señor Nueve, la llaman "Parca" y a sus...