Capítulo 5: Cigale Noire

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Demasiados ojos y bocas, tanta gente mirando y hablando.

Vivir en este campo de guerra podría ser complicado, pero es un pequeño placer eludir la seguridad que ella misma debía cuidar. El reverso tenia demasiada gente, esa gente descartada, en este basurero donde quedaban los descartados.

En esa Torre tenían demasiado personal, muchos eran simplemente aves de paso, otros eran desechables y muy pocos eran imprescindibles.

Los niveles de la Torre se encontraban fuertemente protegidos, de esos tantos que residían y trabajaban muy pocos accedían a los verdaderos niveles.

En la sima del todo.

Era media tarde cuando una dama de cuero monto en una moto.

Nadie vio su rostro.

Los guardias no preguntaban, nunca la veían entrar, solo salir dos veces por semana de la Torre, la moto siempre estaba en el mismo lugar, desde que salía del edificio utilizaba el casco oscuro, pantalón corto de cuero una camiseta de hombre raída bajo una chaqueta de cuero de hombre, unas botas de aguja.

Demasiado tranquila y confiada, no parecía uno de los juguetes del jefe, el las prefería más sofisticadas, menos rudas.

La chica monto la moto, solo se detuvo durante un instante, como siempre cuando se propuso a salir mostro el pase de entrada y salida, como siempre, estaba autorizada.

- ¿Averiguaste quién es?

- Nadie sabe. Piensan que viva con Ren, los otros dos tienen una que comparten. Quizás sea de Silvara.

- ¿Silvara? No creo, ese niño no metería una mujer sin la autorización del jefe.

El otro asintió, tenía toda la razón, el cachorro era demasiado obediente, solo tomaría la mujer que el jefe le entregara.





La media ciudad, al otro lado del puerto la ciudadela era menos oscura y menos corrompida, solo que la crápula de los alrededores era la misma o peor que las otras zonas. Paqueo en el mismo callejón de siempre, no tenía miedo del robo y mucho menos de que la atacaran.

Se quitó el casco y saco de su bolsillo un caramelo, seguía intentando dejar el cigarro.

Con el casco en mano se observó en el espejo retrovisor, arreglándose la peluca rubia, su maquillaje seguía intacto, tomo un par de espejuelos cuadrados, no combinaba nada, pero su rostro era demasiado conocido aun y cuando utilizara cubre bocas.

- ¡Sylvie!

El llamado de su alias por la mujer de la puerta la hizo sonreír, Tabitha era la dueña del lugar, una flamante rubia de ojos verdes y mirada alegre, pero tal y como ella era una rubia falsa, solo una fachada para aquel lugar nocturno llamado "Cigale Noire" Era un raro ser en aquellos oscuros parajes, uno de los pocos "intocables" que conocía, muy pocos tenían ese distintivo en la sociedad en que vivían, solo aquellos con ciertas habilidades podrían tener ese pase de inmunidad entre la gente del Reverso.

Tabitha era extraordinaria en ese aspecto.

- No te esperaba esta noche. – sonrió – pero como siempre eres bienvenida, te noto tranquila, menos agitada. – miro sus zapatos - ¿y ese modelito? Un poco más alto y podría pensar que son de Stripper. Por cierto, alquilaron el lugar, una despedida de soltera, noche de karaoke.

Sr. NueveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora