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Como poseído, me toma de nuevo, conjura para despejar la mesa que teníamos tirando los libros que había en ella, me postra sobre la mesa, estaba a su merced, excitada y completamente mojada, llevando mi mano a mi boca, esperaba deseosa, esperando más de él.

Mi respiración estaba fuera de control, él se mantenía mirándome, como calculando todo lo que podría hacer. Sus manos comenzaron a acariciar mis piernas, lentamente con un perfecto movimiento de arriba abajo, durante el movimiento sus dedos jugaban al tacto, tratando de capturar la textura de mi piel, su rostro mostraba enormemente placer, miraba cada acción que él mismo hacía, complaciendo cada vez más sus instintos.

Se inclina, sin dejar de tener sus manos en mis piernas, con su mirada fija en mí, llegando hasta mi intimidad, mi intimidad la cual se encontraba empapada por el juego previo de su dedo, y sin tardar, con una mano hace a un lado parte de mis bragas para tener la mejor vista que sus ojos pudieron haber contemplado jamás , sentía su cálida respiración en mi ser, estaba ansiosa y deseosa de ver que realizaría. Suavemente sentí sus labios rozar mis pétalos, besando delicadamente cada parte, al sentirlo inhale profundamente, este juego me estaba fascinando.

Elías estaba sacando un lado en él que no conocía, y eso era hasta delicioso.

Su mirada fija en su objetivo me extremecia aún más que tener sus labios en mi vagina, su mirada penetrante y muy excitadora me provocaba ansiedad, pero una ansiedad exquisitamente de deseo.

Lo vi cerrar lentamente los ojos, para así adentrarse más en mi, sentí abrir su boca en donde abrió paso a su lengua , la cual rápidamente encontró mi frágil botón, su boca devorando toda mi delicada parte y su lengua encontrando la joya más preciada y hermosa para él.

Cerré mis ojos, su lengua comenzó a masajear deliciosamente mi clítoris, llevándome al borde de la excitación, mis gemidos como descomunales ecos para él,  lo hacían perder el control mientras seguía devorando mis jugos, mi vagina como su presa en su boca, tragando, saboreando.

El placer era indescriptible, aunque no me gustara su rostro humano, parecía que Elías en esa forma tenía más acceso a mi, sus impulsos daban resultado, un resultado mojado y suculento.

Mi grito de placer fue màs duradero, su lengua ahora se encontraba dentro de mi, realizando un perfectamente vaivén donde mis jugos salían descontroladamente.

-¡ELÍAS!—pronunciaba su nombre, con un grito ahogado de placer.

Quería decirle que su deliciosa lengua pronto me haría correrme en ella, trataba de sacar palabras, de decirle…

Gemidos

Gemidos en el recinto, solo eso salía de mi boca.

No podía, la sensación era placentera.

Elías detuvo el movimiento, mi respiración era agitada, parecía perderme en mi, jadeaba, jadeaba sin cesar.

Por la satisfacción no sentí cuando se incorporó, me tomó fuerte de las piernas, sorprendiéndome, poniéndome a la orilla de la mesa, tenía medio cuerpo en ella, lo mire, aun jadeante y ruborizada.

-¡Elias! ¿Qué haces?

Lo vi desabrocharse el pantalón, dando paso a su erguido miembro, mis pies tocaron el suelo, la mitad de mi cuerpo sostenido por la mesa, Elias me dio la vuelta, mi pecho tocaba la mesa ahora, sentí su mano tomar una de mis piernas y levantarla, poco a poco bajo por mi muslo, diestramente haciendo un lado mis bragas para así darle paso a su miembro excitado, con la otra mano se apoyaba sobre la mesa, la otra la apoyaba para hacerme suya.

Lentamente lo sentí abrirse camino en mi vagina totalmente húmeda, dándole así la facilidad para resbalar exquisitamente en mi, limitándome a cerrar mis ojos y gemir, gemir placenteramente como Elias lo sabía sacar de mi.

Deseos (Mahoutsukai no Yome) Lemon 18+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora